jueves, 12 de agosto de 2021

Deseo irracional

 Buscó lejos de la cordura saciar la sed que tanto le quemaba por dentro. Pocas veces se encontraba así, pero cuando ocurría necesitaba sentir el calor de otro cuerpo sobre ella. Sentir el sudor ajeno empapando sus manos al tocar una espalda musculosa. Estremecerse con el aliento de un gemido sobre su nuca mientras su cuerpo le pedía que diese aún más fuerte. 

Encontró el anhelo de su deseo en los ojos de un bello rostro. Antes de que se diese cuenta, conectaron sus miradas y la humedad se instaló en su ropa más íntima. Su olor solo hizo aumentar el fuego que ya había iniciado. 

Los besos desgarraron el alma de la desesperación. La ropa comenzó a ser un auténtico problema que pronto arrancarían. Solo se pudo calmar cuando sintió que entraba en ella. Tan profundo, tan intenso. Aguantó la respiración en cada momento de histeria. Se volvieron cada vez más frecuentes, cada vez se sentía más débil. 

Al final solo pudo abrazarse y jadear. Todo había acabado y estaba tan saciada como necesitaba. Se vistió sintiéndose ausente de este mundo. Había merecido la pena, sin duda, esa noche dormiría relajada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario