jueves, 25 de febrero de 2021

Lágrimas de piedra

 Tomás siempre jugaba entre las estatuas del viejo cementerio abandonado. Todos hablaban de miedo al entrar allí, pero él solo veía una enorme explanada para darle patadas a un balón y unas preciosas estatuas que lo vigilaban. 

A cada una de ellas les puso nombre y le regaló una personalidad distinta. Llegaron a convertirse en sus mejores amigos, pues eran los únicos que conocían todos sus secretos. 

Los años pasaron y sus visitas a aquel lugar cada vez eran más intermitentes, hasta que llegó el día en el que eran casi inexistentes. Tomás había crecido, formado una familia y había encontrado un empleo que lo secuestraba la mayor parte de su tiempo generando un sentimiento de frustración que soñaba con difuminar en un futuro. 

Un día, escuchó la historia de una estatua del viejo cementerio que lloraba. Sus sentidos se pusieron en alerta y sin dudarlo fue a visitar el viejo cementerio. Y allí, en mitad de un mar de almas de piedra, los ojos de su estatua favorita dibujaba lágrimas saladas que morían en el suelo. Tomás se acercó y preguntó en voz baja "¿Qué te ocurre vieja amiga, por qué lloras?" Mientras la acariciaba suavemente. Tomás cerró los ojos y una voz se escuchó en su cabeza totalmente nítida. 

- Has crecido mucho pequeño Tomás, ya no eres el niño que jugaba con nosotras. 

- ¿Quién eres, la estatua?

- Si Tomás, soy yo.

- ¿Por qué lloras vieja amiga?

- Por ti Tomás. Te hemos visto desde muy chico venir aquí a jugar. Hemos disfrutado viendo cómo crecías, te convertías en todo un hombre y formabas una preciosa familia. Pero has abandonado tu felicidad y esa energía que te hacía único, está muriendo. Lo banal está venciendo a lo exclusivo. Te has convertido en efímero y pronto serás una estatua, como nosotras.

- ¿Qué debo hacer?

- Encuentra esos sueños que el pequeño Tomás nos contaba con la ilusión dibujada en sus ojos. Lucha por ellos con cada aliento. Y recuerda que sacrificar lo que tú eres para mantener a tu familia es un error. Debes ser feliz para poder alimentar a tu familia con lo mejor de ti y que disfruten de toda esa luz que siempre te ha acompañado. No te apagues Tomás, no te conviertas en una estatua como nosotras.

Tomás se marchó de aquel lugar para no volver nunca más. Peleó cada día de su vida por sus sueños consiguiendo ser feliz cada segundo. Y nunca más se volvió a ver una estatua llorar. 


















¿Qué es amar a una mujer?

 Es sentir que el pecho se encoje ante el avance inexorable de unos latidos robustos que parecen no tener fin. 

Es sentir como tu alma grita por arrancarse de tu cuerpo y anidar entre su piel canela, y allí morir tranquila sabiendo que no necesita nada más.

Es sentir  como tus pupilas se dilatan en su presencia, haciendo estéril cualquier intento de distracción y jugando con el nerviosismo que solo un abrazo puede calmar. 

Es sentir como todo el cuerpo reacciona ante un instinto muy profundo. Querer acariciar y besar a partes iguales. Sentir el calor de su piel en tu piel. Dibujar con acuarelas de un solo color su precioso monte de venus. 

Es sentir que el universo desaparece. Que el tiempo adormece. Que un puzzle de dos piezas encajó. Cerrar los ojos y sentir protección invencible. Abrirlos y apostar tu vida por un segundo de su bienestar. 

Es sentir...



Encontrando la lucha

 No te lamentes por mí, ángel entrañable, que mi destino tatué en la piel y sin entresijos de color a miel, guardo el amargo sabor a sangre que la lucha me ha regalado.

Estoy vencido y sigo siendo golpeado. Pero mientras siga escuchando unos latidos en la caja de resonancia que es mi pecho, seguiré intentando avanzar. Un pequeño paso más, pero siempre hacia delante. Siempre constante. 

Me entretengo mirando flores que me hablan de su lucha contra los elementos. Yo las comprendo y me empapo de su ejemplo. Ya no miro lo dura que será la caída, solo pienso en volver a plantar mis pies en el suelo lo más rápido posible. 

Atento al universo, vuelve a decir algo. La triste balada que se agolpaba en mi cabeza ha cambiado. Ritmo de tambor y energía positiva. Quizás haya perdido el norte, quizás estoy donde debería.



miércoles, 24 de febrero de 2021

La estrella que vive en mí

Después de mucho caminar, la estrella que guiaba su camino había desaparecido. Miró al cielo insistentemente pero solo veía una oscuridad que todo lo envolvía. Una tristeza con profunda raíz emergió en ese momento. 

Le preguntó a una roca, pendiente del tiempo, si había visto a su estrella. "No puedo ayudarte amigo, soy el único sobre esta superficie que le gana la batalla al tiempo y debo estar concentrado". Volvió a buscar por donde ya había mirado. 

Le preguntó a un viejo árbol sin hojas que dibujaba un paisaje gótico en el horizonte. "Lo siento amigo, no puedo ayudarte, estoy concentrado en volver a tener hojas y poder vestir tan lujoso como cuando era joven". Ansiedad por sentirse tan solo. 

Miró sus manos agrietadas que hablaban de un sufrimiento que lo hacía sentir orgulloso. Miró su cuerpo cubierto de un fijo polvo que demostraba los kilómetros de angustia pero que lo motivaban para volver a hacerlo. Miró su rostro en un pequeño charco y ahí estaba su estrella, más reluciente que nunca. Pero cuando giraba su cabeza al cielo, volvía a desaparecer. Se encontraba en una delgada línea en la que no distinguía la realidad de la fantasía y viceversa. 

- Me encanta tu humildad - dijo una voz que provenía del suelo. Era el diminuto charco que había usado para ver su reflejo 
- ¿Qué ocurre? nunca había estado tan perdido en mi camino. No encuentro mi estrella, pero si miro en tu superficie aparece pero no está donde debería.
- Adivino que llevas mucho en tu camino. Que has sufrido a juzgar por el nivel de orgullo que representas. Y has sido firme pero a la vez justo, a juzgar por la intensidad de tus cicatrices. Pero ha ocurrido algo para lo que no estabas preparado. Has acabado tu camino, has llegado al fin. Por eso tú estrella ha desaparecido, porque te has convertido en la estrella que te guiaba...

Se volvió a mirar en el charco y se reconoció en la estrella que veía. Había conseguido lo que tanto sufrimiento le dedicó. Ahora brillaba con la luz propia que la sabiduría le otorgaba. A partir de ese momento, otros utilizarían su luz para que guiase su camino. Había nacido una estrella. 


 

martes, 23 de febrero de 2021

La venganza de la guerra

Había una vez una guerra sin sentido entre dos egos primitivos que se arrojaban vidas inocentes. Mientras, el hambre y la desesperación se instalaba en cada uno de los hogares robando las almas de los más débiles.

La guerra acabó, y como en todas, no hubo vencedores. Solo profundas heridas que el tiempo no curará y creará ancianos con labios sellados sobre un oscuro pasado que jamás olvidarán. 

Nuevas generaciones reconstruyen lo que nunca vivieron. Sobreprotegidos ante el infierno crearon banderas interesadas sobre una idea equivocada y su discurso se inundó de odio. Rastreros insultos vacíos de algo tan infame que perdió su significado cuando  humanizaron el infierno. 

Viejos errores de rostro olvidado regresan para continuar por donde lo dejaron. Jóvenes sin conocimientos no temen al miedo y la rueda sigue girando. Cambian abrazos por insultos, ayuda por desprecio, el diálogo por silencio. 

Volvemos a un punto de partida, a la historia repetida, a un error que nos define como el ser vivo más infame. Como a un títere sin memoria, a unos estúpidos que creen en la mentira a pesar de conocer el principio y el final de un cuento que entre muertos se enterrará. 

Volvemos a la guerra construyendo el infierno que nuestros abuelos quisieron olvidar. 


Sonrisas en el cielo


Quiso dibujar sonrisas en el cielo,  sentimientos sumergidos en la historia de un estrella fugaz. Mariposas que nacen en un vientre que se imaginaba de piedra. 

Cansadas las manos de tanto escarbar en vacío, encontró la grandeza de su historia en las constelaciones que tantos años había ignorado, en historias que pensó que nunca hablarían de él.

Nunca quiso pedir perdón, pero no tuvo más remedio. Supo que todo había sido un error, y su pena lo acompañará hasta el cementerio. Ahoga la pena en un arma de cristal y siente como su volcán se apaga cada día un poco más. 

¿Dónde han quedado las fuertes melodías que en una epifanía hablaban del dulce amor? Supo que todo era un acierto cuando de unos labios ajenos escuchó las palabras anónimas de su corazón. No puede evitar ver con los ojos cerrados. No quiere evitar sentir lo que es ser amado.




lunes, 22 de febrero de 2021

Sintió un escalofrío, quizás estaba enamorado

 De las cenizas de un error, a la inmortalidad de un acierto. Del fugaz destello de una estrella que surca el firmamento, a la milenaria visión de un alma recubierta de madera.

Sujetó su alma consciente de que se acabaría escapando. Rodeó a la cordura susurrando las frases que volverían a representar un sentimiento indescriptible. Lanzó una caricia al viento que se alojó en una piel de terciopelo haciendo imposible la conquista del olvido.

Lamentó la muerte de miles de besos en sus labios, y seguía teniendo sed. Sometió sus designios a la tiranía de la fantasía y sonrió ante el imaginario de un doctor chiflado que lo conducía hasta el abismo de los desconocido. 

La muerte lo encontró con una dulce sonrisa. Sintió pena, rezó a la admiración. Supo que estaba en presencia de algo grandioso y dejó que el silencio acompañase el precioso momento conquistado por la vulgaridad.



domingo, 21 de febrero de 2021

Los pilares de nuestra evolución

 Una mañana más abrió los ojos inundando de luz el profundo valle donde todos los habitantes de aquella diminuta aldea vivían tranquilos, ajenos a las prisas del mundo civilizado. 

Un día, un joven muchacho imberbe pero con mucha ambición, decidió salir hacia la enorme capital para explorar. El disgusto provocado por el miedo residió en los corazones bondadosos de sus padres que no comprendían la necesidad de vivir ese riesgo. Pero no lo pudieron retener y una mañana fría y oscura se despidieron de él sin saber cuándo volvería.

Por mucho tiempo que pasase, su madre preparaba la mesa con un plato más por si decidía aparecer. Su padre siempre pastoreaba cerca del único camino de entrada al pueblo por si lo veía regresar. Pero las hojas del calendario iban goteando y solo sentían desesperación. 

Una calurosa tarde de verano, como aparecido de la nada, un enorme coche negro entró a la aldea dejando a su lado una polvareda de asombro y curiosidad. Un hombre de semblante serio y elegantes modales pidió a los padres del joven imberbe que les acompañase. Reticentes, lo hicieron, pero se quedaron fascinados por ver cómo era un automóvil por dentro. 

El viaje fue largo, pero la experiencia se convirtió en única cuando pararon a la entrada de un enorme edificio. La amabilidad los recibía a cada paso. Los acompañaron hasta la entrada de un gigantesco despacho, y en su interior, su hijo con aspecto de hombre hablaba por teléfono.

- ¡Papá y Mamá! Por fin habéis llegado. Qué alegría volver a veros - dijo mientras los abrazaba - mirad mi despacho ¿Os gusta? Soy el alcalde de esta gran ciudad.

- Pero hijo - dijo la madre sin llegar a reconocer a su hijo en aquellos ojos - has llegado muy lejos, estamos muy orgullosos de ti. Pero ¿Por qué no hemos tenido noticias tuyas antes?

- Porque quería hacer algo importante en la vida antes de volver a veros. Quería que os sintiéseis orgulloso de mí. Y fijaros, soy el alcalde. No se puede llegar más alto en esta ciudad. 

- Pero hijo - añadió el padre - ya estábamos orgullosos de ti. Eres nuestro hijo, te vamos a querer y apoyar ya seas el hombre más poderoso o el último vagabundo. ¿Te puedes imaginar lo preocupados que estábamos? No sabíamos si te había pasado algo. Ni una simple noticia.

- Lo siento padre - dijo el joven removiéndose en su asiento. Se notaba que no estaba acostumbrado a que le llevasen la contraria - he estado muy ocupado todo este tiempo. 

- ¿No has tenido tiempo para tu familia? - replicó su madre 

- Bueno, hay muchas cosas que hacer. Os voy a cambiar de aspecto para que no parezcais unos paletos y os llevaré a comer al mejor restaurante de la ciudad.

- Hijo mío, contesto la madre mirando a los ojos de su hijo mientras le cogía las manos. No intentes cambiar lo que somos, nosotros no somos como tú. Este no es nuestro lugar y tú no tienes hueco para nosotros aquí. Nos vamos a ir a nuestra aldea, donde siempre tendrás un sitio en nuestra mesa y una cama caliente donde descansar. Mientras tanto, no olvides que somos tus padres y que te queremos con todo nuestro ser. Sé feliz hijo mío - lo besó en la mejilla y salieron por la puerta dejando atrás a su hijo con una mezcla de asombro y alivio. 

Desde aquella visita, un poso de tristeza residía en los corazones de aquellos padres. Habían visto el cuerpo de su hijo hecho hombre, pero ya no existía el muchacho que un día se fue de su casa en busca de aventuras. El padre ya no pastoreaba al lado del camino. Y su madre ya no miraba a la puerta con ilusión cada vez que se abría. 

Un buen día. Mientras dormitaban después de comer. Alguien llamó a la puerta de la casa. Al otro lado, su hijo los saludaba sin palabras, pero con lágrimas en los ojos. Un profundo abrazo lo recibió y lo trataron como si nunca se hubiese ido. Nunca le preguntaron porqué había regresado, pero él les contó que se vio envuelto en una trama de corrupción, que había dejado de ser alcalde, que había perdido a los que creía que eran sus amigos y que se había dado cuenta que no tenía a nadie en el mundo, solo a sus padres. 

Moraleja: todo cambio conlleva un sacrificio, una evolución. Pero nunca dejes de lado los pilares sagrados desde donde debes construir el resto de tu vida. Pues si alguno de esos pilares te faltan, estarás construyendo castillos en el aire que tarde o temprano se evaporan.



 

viernes, 19 de febrero de 2021

La triste noria de las drogas

Cuentan que escuchó al silencio hablar del tiempo. Reverencia sublime ante lo  desconocido, sobre lo infinito. Carrera cobarde que separa la piel del profundo conocimiento. Verdades con medias que difunden pinceladas de lo único que le interesa.

Saliva con fuerte sabor a sangre. Sabía jugar con la razón y sin embargo abrazó lo más oscuro de la locura. Lo más opuesto a la cordura. Palabras que arrojan arrepentimiento que jamás será reconocido. Bañado en lodo de su propia piel, gritando canciones que desgarran sentimientos. 

Ni una más ni una menos. Promesa que siempre se alza ante los dioses que habitan por encima del firmamento. Poderosas cadenas irrompibles que se olvidó sujetar. Siente que la vida se le escapa y permanece impasible, acurrucado en un lago salado de sus propias lágrimas. Sabe que saldrá, se arrepentirá, pero volverá a desbordar la paciencia del que siempre perdona. Huérfano te quedarás, y solo bailarás hasta que la muerte te separe.


Sobre tus pilares

 En mitad de un silencio continuado se encontraron. Miradas sin dueño intentando ocultar pulsaciones que han perdido el control. Dos niños con cuerpo de adulto que se vuelven a encontrar.  

Sienten que se quieren abrazar pero han levantado un muro que solo los adultos saben construir. Quieren olvidar y continuar pero tienen sus defensas preparadas, no más heridas innecesarias. Tienen delante lo que más aman, lo que más anhelan, y solo se escucha al viento rompiendo el silencio. 

Cada segundo duele como una pequeña herida que el siguiente segundo hace más profunda. Constelación de indiferencia que no sospecha que desea su propio final. 

Y de repente, un leve gesto, una chispa que todo lo prende. Y de repente, un latido que guía miradas olvidadas y condena el ostracismo. Y de repente, allí está ella, allí está él. 

Saliva que cura heridas. Caricias que visten sus pieles. Vuelven al camino que siempre han andado juntos. Leve ha sido el terremoto que amenazó lo que conocían. Demasiado profundo están los pilares que sus almas construyeron.



Antagonistas

 Cubiertos por la más absoluta oscuridad, dos voces tropezaron. 

- Hola ¿Quién eres?

- No lo sé. Nunca he salido de esta absurda oscuridad y no sé quién soy. ¿Y tú?

- Tampoco lo sé. Mi memoria solo se mueve en gamas de negros absolutos y solo puedo divagar.

- ¿Qué te parece si nos ayudamos a descubrir quiénes somos?

-De acuerdo. Empiezo yo a tocar tu superficie... Eres suave y caliente. Trasmites paz y tranquilidad. Contigo siento confianza para poder conseguir todo lo que me proponga. Ahora te toca a ti.

- Tu piel es rugosa, algunas zonas pinchan y es muy fría. Trasmites cabreo, un dolor muy profundo y desconoces donde se encuentra el perdón. Contigo dan ganas de gritar al viento todo el odio que oprime tu pecho. 

- Somos muy diferentes, pero me gusta como me haces sentir. ¿Qué te parece si nos ayudamos a encontrarnos en esta oscuridad que ciega nuestros ojos?

Ambos empezaron a caminar cogidos de la mano, cantando para alejar al miedo. Forjando una dependencia antes desconocida. Tras muchos días, una luz se abrió paso a lo lejos. Sin soltar sus manos, comenzaron a correr desesperados por volver a recuperar el más preciado de los sentidos. 

Varios minutos pasaron hasta que sus ojos se acostumbraron de nuevo a la luz. Cuando por fin volvieron a ver pudieron descubrir que uno era el amor, el otro el miedo. 

Por fin eran libres, pero no supieron separarse. Y desde entonces, el amor y el miedo van siempre de la mano. 



miércoles, 17 de febrero de 2021

Dos cuerpos, el mismo placer

Dos cuerpos temblorosos rozan su piel sudada mientras sus ojos cruzan miradas sin pestañear.

 Ella acaricia sus brazos poderosos y clava sus uñas en la espalda cuando la vuelve a penetrar.

Él sujeta su cuerpo en vilo para poder poseerla y clava sus dientes en su cuello mientras vuelve a aplicar toda la fuerza en un nuevo enviste.

Él siente el pecho de ella aplastado sobre su cuerpo. Ella siente la dureza de sus manos sujetar su cadera. Ambos sienten un placer que los trasporta al mundo del vicio. 

Saliva que marca un camino perdido en la piel. Arañazos que provocan un profundo placer. Un final viscoso que es un destino deseado. 

Dos amantes aplacan su fuego, pero saben que no durará. El deseo viste sus miradas y pronto volverán a desnudar sus cuerpos, su alma, su placer.



lunes, 15 de febrero de 2021

No se lo digas a nadie

 "Te quiero", le dijo. Pero no obtuvo respuesta. "Te quiero" dijo un poco más fuerte. El silencio lo golpeó fuerte donde más duele, en el corazón.

Al día siguiente volvió a intentarlo acariciando el cristal que los separaba. Sintió su frío, se marchitó con la distancia. Plantó un papel con un precioso dibujo y un "te quiero" pintado bien grande para que pudiese leerlo a pesar de no llevar sus gruesas gafas. Volvió a marcharse sin respuesta.

Incansable en sus esfuerzos regresó ante aquel muro invisible que los separaba. La vio sentada en aquella cama prestada y con una fuerte sonrisa. Se acercó al cristal con aquel extraño pijama bailando al son del viento y posó su mano en su superficie, él hizo lo mismo. Pudo leer en sus labios "te quiero" y él respondió con una lágrima. Luego desapareció. Una mano paterna lo cogió del hombro y le dijo "cariño, la abuela ha muerto y no nos hemos podido despedir de ella"

Nunca lo contó, fue su último secreto. Que abuela y nieto se habían despedido en la más absoluta intimidad. 



La distancia entre nuestros mundos

Sin encontrar palabras que arrojar, se sentó agotado. Maraña de pensamientos desolada por no poder ver con claridad ante tanta confusión. La mente dejó paso al instinto y el universo se ralentizó. 

Manos enfrentadas que se abrazan en un tenso protocolo. La empatía recoge la paciencia que un día sembró y enhebra un discurso directo al corazón. 

Sobre la verdad un buitre revolotea. Miradas dolidas escudriñan realidades separadas que anhelan encontrarse. Se invoca al olvido que regrese y distorsione con su magia un momento del que poco se puede aprender.

Y de nuevo, venido de la nada, un abrazo convierte en cicatrices heridas que no son bienvenidas. De nuevo, una caricia. De nuevo una lágrima que evidencia una conquista. 


domingo, 14 de febrero de 2021

La disyuntiva de Berto

 Demasiadas lunas habían pasado y Berto seguía en el mismo cruce en su camino. Miraba a sus pies y veía como cada uno quería ir por un camino distinto. No recordaba haberse sentido nunca así. 

Se sentó en mitad de su disyuntiva a luchar con sus pensamientos, quizás la batalla más cruel que jamás haya existido. Un hombre, con aspecto peculiar, pasó andando a pocos metros de él, lo miró y dijo "buenas tardes Berto" pero éste no se inmutó. 

Las horas goteaban incesantes contra su deshidratada piel. Cada camino arrojaba pros y contras que hacían más difícil adoptar una decisión. Y de nuevo pasó el mismo hombre de aspecto peculiar. 

- Buenas tardes Berto - volvió a decir pero esta vez se interpuso entre el camino y los ojos de Berto. Éste reaccionó con evidentes síntomas de haberse asustado. 

- ¡Dios mío! No lo había visto. Que susto. ¿Quién es usted?

- Soy tu tiempo.

- ¿Mi tiempo?

- Efectivamente. Al nacer, a todos os asignan un tiempo único e intransferible. Estamos ligados a vuestra vida y el camino que escojáis será el que nosotros sigamos. Al principio de vuestras vidas, vais muy por delante de nosotros, apenas os podemos alcanzar. Pero conforme pasan los años, esa distancia va menguando hasta que llega el momento en el que desaparece, vuestro tiempo se acaba y en ese momento dejáis de vivir. 

- ¿Y de qué depende tener más o menos distancia con el tiempo?

- Bueno, hay muchos factores a tener en cuenta. Uno muy importante es la suerte, ese maldito se divierte jugando con las paradojas. Pero el más importante siempre son las decisiones que tomes. Y tú no lo estás haciendo. 

- Es que es tan difícil esta decisión. 

- Es lógica tu batalla con la duda. Pero ¿Prefieres que te alcance antes de que tomes una decisión y todo acabe o prefieres tomar una decisión, disfrutando de los beneficios y asumiendo las consecuencias? Esto no se trata de hacer las cosas perfectas o equivocarse irremediablemente. Este camino es tu vida y debes andarlo sin mirar atrás. Y cuanto más avances, más habrás vivido. Pero si te quedas aquí, será el final de tu camino y nunca sabrás que hay más allá de esta disyuntiva - Berto se levantó, miró al tiempo a los ojos y le preguntó por qué lo hacía. Por qué lo aconsejaba.

- Amigo mío, eres una persona que aún tiene que descubrir lo especial que es y te estás diluyendo en esencias. Tienes un futuro grandioso ante ti y yo quiero ser testigo de todo eso. La próxima vez que nos veamos, será la última, corre y no mires atrás porque ya sabes que estoy aquí. ¡Corre!

Berto tomó una decisión y creó un nuevo camino. 


Deseo cumplido

Si alguna vez vivió un sueño en vida fue en ese  momento. Tantos años luchando y deseando poder experimentar esa sensación y ahora no sabía cómo actuar. Pupilas dilatadas para que ninguna detalle escapase de sus sentidos.

Rodeado y sin posibilidad de retirada, no recordaba ningún sitio mejor para dejarse morir. Con la frente hundida entre un mar de dulces algodones con sabor a piel. Una bondad infinita latía en su centro. Unas preciosas perlas dibujaban una sonrisa hechizante  que volvería a robar cualquier atisbo de vulgaridad.

Saliva que se olvida de las palabras. Tuvo que inventar un nuevo idioma para poder expresar tanto sentimiento. Descubrió que su futuro le pertenecía. Encontró una respuesta con pregunta olvidada. Recurrió a la única arma que tenía, unos besos que los derretían y le daba igual que los encontrasen sin vida, pero amándose. 


jueves, 11 de febrero de 2021

¿Aún recuerdas mi rostro?

Al principio, cada segundo se convertían en miles de otoños que repartían tristeza en un desierto de melancolía. Pero el tiempo es una medicina que no tapa ni el dolor ni el recuerdo pero que nunca se detiene.  

Los años se van escurriendo por mi piel y dudo de mis dudas, de mis mitos, de mis dioses. Cada día recupero tu esencia con la bonita forma de un colgante y suspiro un dolor que crece más rápido de lo que soy capaz de eliminar.

Y ahora me pregunto ¿Seguirás siendo el guardián de mis dolores, el terror de mis temores, la luz en la oscuridad? ¿Aún recuerdas mi rostro, el mismo que se dormía mientras lo acunabas dibujando sonrisas que me calmaban, y que quiere ser un niño sin madurar? ¿Sigue el sentimiento intacto a pesar de la distancia distorsionada, a pesar de mirarnos a través del prisma de los sueños con fantasías inacabadas, con la crueldad del recuerdo que evita que te pueda olvidar? 


miércoles, 10 de febrero de 2021

Castigo de los dioses

Las reglas eran claras, normas inflexibles que nadie rompería y ya no se recordaba al último que las cuestionó. Aquella enorme entrada en mitad de la naturaleza solo sería cruzada en su parte central por los grandes dioses que por allí moraban. Los pobres humanos serían condenados a cruzarla por sus extremos para no contaminar el paso sagrado. 

Un forastero distraído, desconocedor de lo sagrado y único, decidió cruzar por dónde casi ningún humano lo había hecho antes. Confiado y saboreando cada segundo, cruzó muy despacio, grabando cada paso en su memoria. Posó su pie izquierdo al otro lado y esperó unos segundo a que algo ocurriese, pero nada sucedió. Cruzó con todo el cuerpo y miró a su alrededor, esperando que ocurriese algo en lo que no creía. 

- ¿Qué te da tanto miedo? - dijo una voz anciana al otro lado del camino. 
- Pues... He cruzado por el centro y la leyenda cuenta... Los dioses... Supongo que serán invenciones.
- ¿Qué te hace pensar que no te va a ocurrir nada? Nadie dijo que el castigo de los dioses sea inmediato. Tampoco nadie sabe si son reales o no las profecías. Lo importante es que has tomado una decisión, por lo tanto estás preparado para afrontar las consecuencias ¿Verdad amigo? - el forastero empezó a intuir que aquella conversación ocultaba un trasfondo que pronto entendería.
- Bueno, toda decisión tiene un poso de arrepentimiento, pero el pasado no se puede cambiar. Intuyo que usted lleva muchos años por este lugar ¿Sabe si alguna vez ha cruzado alguien esta entrada por el centro?
- Sí, hace siglos hubo una persona que tuvo el valor de cruzar como tú acabas de hacer, y pagó su precio. 
- ¿Y cuál fue ese precio?
- Se quedó vagando alrededor de esta puerta, entre el mundo terrenal y el mundo divino. Atrapado, solo una cosa podría salvarlo. 
- ¿Qué cosa?
- Quedaría libre de su pecado en el momento en el que alguien cruzase esa entrada por el centro. 
- ¿Quieres decir...?
- Ven aquí amigo mío, ocupa mi lugar. Acabas de hacerme libre. 


martes, 9 de febrero de 2021

Orgullosa de sus orígenes

Bajo una intensa lluvia salada, bajo miles de truenos que maldecían la realidad, se lamía sus heridas sangrantes. 

Maldecía el nacimiento de su naturaleza, el devenir de su insistencia. Pero tenía claro que no iba a cambiar, que no podía cambiar. 

Miró con tristeza sus armas cansadas. Acunó con lamento su escudo desgastado. No podía pedir más de lo que ofrecían. No cejaría en su lucha sucumbiendo a libres perfumes que cautivarían sentidos.

Le pidió al viento que ondease su bandera, esa en la que rezaba su imborrable lema. Ella era la verdad; podrás humillarla, podrás negarla, podrás golpearla, pero no podrás vencerla. Y prosiguió con su lucha. 


Sentimiento escondido

Lola era una mujer deshecha por el miedo. Creyente de la perfección, nunca se perdonaba un error.  Cuando cometía uno, rauda comenzaba a pedir disculpas e intentaba enmendarlo, sintiendo sobre su cabeza el dedo acusador de la culpa. 

Un día, decidió ordenar sus recuerdos. Alegres, tristes, románticos, excitantes... De pronto, vio como una sombra corría entre el desorden y se ocultaba en un rincón. Lola se acercó y pudo ver un recuerdo tembloroso taparse la cara para que nadie lo viese. 

- ¿Qué te pasa, por qué tiemblas?
- Vete, déjame en paz. Soy un mal recuerdo y solo hago daño y traigo el mal. 
- Es cierto, eres un mal recuerdo, pero formas parte de mí y no puedo olvidarte en un rincón como si no existieses.
- ¿Y de qué te sirve tener un recuerdo que te provoca dolor y te hace llorar?
- Es verdad que tú naciste de un momento muy doloroso, pero tenerte me hace recordar lo fuerte que fui en aquel momento tan difícil y lo lejos que he llegado. Claro que lloro, pero siento satisfacción porque fue una experiencia que no elegí vivir, pero se presentó y tuve que superarla. Tú no me haces daño, me haces sentir fuerte. Tú no eres un estorbo, eres un trofeo al que me gusta mostrar. Si quieres esconderte, eres libre de hacerlo, pero yo no podría estar más orgullosa de ti.

Lola comprendió que es bueno equivocarse, porque es una forma de superar sus límites y enmendar errores. Lola es cada día más fuerte, lola cada día brilla más. 


lunes, 8 de febrero de 2021

Una sola dirección

 Sucedió en una mañana despejada de dudas, en un camino sin retorno, en un segundo que se convirtió en inmortal.

Se ocultó tras una mirada ausente, en un idioma envolvente, con las mariposas suplicando que les diese libertad. 

La acarició y su piel se hechizó, se despidió insolente del control, y miles de besos deseó propagar.

En las llanuras de su vientre encontró su refugio, anidando raíces que llegan hasta lo más profundo, cantando al viento que no puede amar más. 



domingo, 7 de febrero de 2021

Esperando un tesoro

Aún no me conoces y ya me has enamorado. Aún no he rozado tu piel y ya sé que nunca dejaré de acariciarte. Aún no te pongo rostro y ya sueño con dormirte en mis brazos. 

Unos pocos centímetros de piel nos separa y me enfado con la paciencia. Tus movimientos me ilusionan, tu futuro se mezcla con el mío y quiero que todo pase ahora. 

Seré tu guerrero incansable, de aliento insaciable por sacarte una sonrisa. Volveré cada día a la cornisa de tu mirada, a llorar sin decir nada y a jugar con mi imaginación de un futuro que deseo que muera en este instante. 

Ya queda menos para que la distancia entre tú y yo no exista. Para mirarnos a los ojos aunque no me veas. Para que te vuelvas una tirana nocturna de ojos grises. Para robar mis sueños y mejorarlos porque sin ti no existen. 


jueves, 4 de febrero de 2021

Adela, no mueras

 Adela, siempre risueña, con pelo dibujando trenzas, no paraba de jugar y jugar. Sus labios, siempre entonando una alegre carcajada y su cuerpo inquieto siempre imaginando que volaba.

Adela, siempre prestando ayuda a todo aquel que creía necesitado. Entregando su alma y sus manos con un corazón desinteresado. Haciendo honor al sinónimo "ángel".

Un día oscuro y desarmado, Adela dejó de ser Adela. Corría bajo la lluvia con la ropa desgarrada y su alma hecha jirones. Se escondió entre el miedo y el cabreo, entre lo incierto y lo oscuro. Sembró preocupación en corazones cercanos. 

No tardaron en descubrir que un ser vacío de alma y exento de corazón, le había arrebatado su infancia, su cordura y su bondad abusando cruelmente de su cuerpo. 

Adela ya no sonríe con el alma en los labios. Adela se ha olvidado de propios y extraños. Adela encerró sus juegos en el cajón de sus olvidos. A Adela se le escapó el alma entre lágrimas de sangre que se abrían paso entre sus piernas. Adela no volverá a ser Adela y su agresor sólo cumplirá una pequeña condena. 



miércoles, 3 de febrero de 2021

Nació una chispa

 Con el cortejo en la mirada, se acercó entre un mar de nervios, mientras la seguridad lo abandonaba y miraba desde la distancia sus torpes movimientos. 

Lo recibió la inmensidad de su mirada. Se fijó en el mar de perlas que adornaban su sonrisa y se derritió al imaginar su dulce piel abrigar sus sentimientos. Sólo hubo amor. 

Palabras vacías que son incapaces de recoger la magia tan entrañable de aquél momento. Sabían que ese instante lo recordarían para siempre. La belleza convertida en segundos. 

Y desde entonces, pasaron a formar parte de la vida del otro. Preciosas danzas con los ojos cerrados. Profundos abrazos que vacían oscuridad. Risas y llantos que anuncian momentos que no olvidarán. Solo son dos almas que decidieron compartir su vida juntos compartiendo el mismo sexo.



martes, 2 de febrero de 2021

Mar de niebla

 En las aguas de la conciencia una mirada al pasado encumbró un recuerdo que creía curado. 

El viento que todo lo barre devolvió una esencia inigualable que plantó su bandera volviéndose visible, muy visible. 

La niebla ocultó un sentimiento que dolía. Pero no dejó de existir. No dejo de vivir. 

Movimientos torpes ante la nueva pelea, mira sus manos nacidas para acariciar. No quieren aprender a golpear. 

Vacío sentimiento de cobardía que busca una cueva donde ocultarse en mitad de un desierto que lo juzga sin piedad. 

Cada destino es único, y solo uno es tuyo. No conquistes metas ajenas pues no llenarán el vacío que sigue creciendo en tu interior y duele más que la derrota.



Fuera de lugar

 Quizás una eternidad no fue suficiente. Las líneas de las manos le gritaron un futuro en el que nunca creyó, pero que siempre llega. Quizás quiso rectificar los designios del destino. Ahora que no puede respirar, ahora que se ha ido. 

La luna lo convenció en una osada estrategia, de que su luz nunca de apagó y descubre su grandeza. Las estrellas aplaudieron su entrega sin descendencia. Uno a uno y todo terminó como la llama que nunca fue eterna. 

No te derrames por mí, lágrima de tristeza. Que el camino siempre ha sido para mí la libertad que inunda mis pulmones. Sueña en un mundo ideal, con grandes conquistas; que yo intentaré hacerlas realidad en esta o en otra vida.



lunes, 1 de febrero de 2021

Tesoro

Paco era un viejo agricultor que cada mañana, antes de que saliese el sol, empezaba a labrar la tierra hasta que el día agonizaba y regresaba a casa totalmente agotado. 

Un día de sol abrasador, Paco decidió parar debido al intenso calor que sentía. Mientras iba buscando la sombra de un limonero, tropezó con una piedra y cayó al suelo. Se levantó para quitarla de la zona labrada y fue cuando vio su inusual brillo. 

El instinto de Paco se puso en alerta y corriendo se quitó la camisa. Tapó aquella piedra brillante y se resguardó bajo un árbol. Después de mirar mil veces que no había nadie, abrió la camisa y comprobó que era una enorme piedra de oro. La emoción recorrió el cuerpo de Paco. Pensó que todos sus problemas habían acabado y ya nunca más tendría que labrar el campo. 

Pero era demasiado pesada para llevarla hasta su casa, y no tenía ninguna bestia para transportarla. Pensó en enterrarla y volver al día siguiente con algún carro, pero ¿Y si alguien lo estaba espiando y se la robaba? Pensó en arrastrarla hasta su casa pero ¿Y si por el camino alguien pregunta qué lleva y lo descubren? 

No encontraba solución, así que decidió quedarse esa noche allí, con la piedra, a ver si se le ocurría algo. Pero la solución no llegaba y sus párpados empezaron a pesar y a pesar y... Nunca despertó. El frío congeló su cuerpo y al día siguiente lo encontraron abrazado a la piedra de oro, que fue a parar a las arcas del rey. 

Moraleja: la vida es un duro camino en el que debes apreciar lo que realmente es valioso. Hay riesgos que merecen la pena correr, pero no hay que perder de vista los verdaderos  tesoros de la vida.