martes, 10 de agosto de 2021

Lágrimas en el patio del colegio

Lucas empezó a ver actitudes distintas en el patio del colegio. Los mayores estaban nerviosos y sus compañeros se fueron apartando hasta que lo dejaron solo. Pero le daba igual, seguía jugando con su coche favorito, pocos eran de metal como el suyo. 

El tiránico director se acercó a él y con un tono dulce le dijo.

- Lucas, tenemos que hablar, pequeño. Tengo algo que decirte - Lucas no quiso levantar la mirada, ese hombre le daba miedo. 

Lucas comenzó a escuchar palabras acompañados de gestos y caricias que no terminaba de entender. El director comenzó a hablar de la muerte a un niño que apenas llega a comprender que significa eso. Escuchando palabras medidas con delicadeza que recordaría toda su vida. Frases entrecortadas que escondían una emoción que nunca había imaginado. Solo una frase hizo que levantase la mirada.

- ... Nunca volverás a ver a tus padres...

Lucas frenó en seco su juego, miró al director a los ojos y vio que estaba emocionado. No dijo nada y siguió jugando como si nada hubiese pasado. El director acarició su espalda y en ese momento Lucas explotó como nunca más volvería a hacerlo. 

- ¡Déjeme en paz! Usted no tiene ni idea de tratar con niños. Es cruel y malvado y le odio con todas mis fuerzas. Le odio a usted y a mis padres por dejarme solo... - y comenzó a llorar antes de terminar la frase mientras se abrazaba al director que lo acompañó en su llanto. 

Y allí estuvieron hasta que Lucas necesitó. Ese día dejó de ser un niño normal y comenzó a luchar contra su peor enemigo, la soledad. Ese día que Lucas nunca olvidaría. Ese día nada volvería a ser lo mismo. 



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