jueves, 30 de septiembre de 2021

Vivir

 ¿Conoces esa sensación de tormenta antes de la calma. De calidez cuando el frío es más intenso. De no creerte merecedor de tanto y tan bueno?

¿Nunca has sentido que el suelo tira de tu alma. Que la fortuna se esfumó sin avisar. Que más cosas ya no te pueden pasar?

¿Has encontrado motivos sin explicación lógica para querer hacer locuras. Para cambiar el tedio titánico que parece que nunca podrás superar. Para girar tu vida tantos grados como necesites, y todo sin motivo aparente?

No te asustes ni desesperes. No es locura ni arrepentimiento. No es extraño ni estás enfermo. Es tu vida que cambia y se moldea y acaba dándole un sentido a la preciosa experiencia que realmente tiene valor... Vivir.



miércoles, 29 de septiembre de 2021

Mis defectos. ¿Y qué?

 Un hombre cargaba con una pesada caja por un camino bastante incómodo. Iba muy despacio y siempre había gente que lo adelantaba sin esfuerzo. 

Un día, un joven se fijó en él y en su pesada carga. Y sin poder ni querer contener la curiosidad le preguntó

- Buenos días buen hombre. ¿Qué lleva usted en esa caja que la hace tan pesada y le impide andar con normalidad?

- Joven muchacho, en esta caja llevo mis defectos. Todos y cada uno de ellos. Son muchos y algunos son muy pesados. 

- ¿Y por qué no se deshace de ellos? Todos tenemos defectos pero los podemos desechar para poder avanzar mejor en nuestra vida. 

- Amigo mío, agradezco mucho tu consejo, pero me parece una mala solución. Esta carga es una parte de mí. Y para algunos serán defectos incompatibles con la más mínima amistad y para otros serán virtudes dignas de alabar. Deshacerme de ellos por la opinión de unos pocos sería dejar de ser yo para ser lo que unos pocos quieren que sea. Hay que aprender a tener una vista objetiva de uno mismo más allá de los ojos de los que nos rodean. 

El joven sintió una punzada de realidad atravesando la burbuja de fantasía que eran sus creencias y comenzó a guardar sus defectos junto con sus virtudes. Pues total, también formaban parte de él



martes, 28 de septiembre de 2021

Súplica

 ¿No ves cómo desgarro mi voz pidiendo una ayuda estéril? 

¿No ves que no puedo dejar de llorar y cómo me ahogo en mis propias lágrimas?

¿No ves que me he roto y no me puedo reconstruir?

¿No ves que estoy al otro lado de luz y no veo claridad?

¿No ves que necesito algo más que no tiene nombre, ni cuerpo?

¿No ves que apenas puedo respirar estando rodeado de aire?

¿No ves que sin ti no puedo más, que te necesito?



lunes, 27 de septiembre de 2021

Una noche cada 28 días

 Cuenta la leyenda que una sirena se enamoró de la luna. Noche tras noche hacía guardia bajo la superficie irregular de su cielo para poder verla en todo su esplendor. Pero solo ocurría una vez cada 28 días.

Su corazón se alteraba cuando, a las pocas horas de apagarse el sol, la luna hacía su aparición en el horizonte opuesto. Asomaba su cabeza por encima de la superficie y, sin darse cuenta, contenía la respiración. Pupilas dilatadas que absorbían como único cada segundo de aquella maravillosa noche pura y clara. 

La sirena estaba tan absorta y agitada que nunca se atrevió a decir nada. Le encantaría poder decir, hablar, dialogar... Pero sus músculos estaban agarrotados y al final solo podía verla aparecer y esconderse mientras dejaba que su piel se bañase con el reflejo de la luna. Una noche, la luna le dijo:

- Hola bella sirena. Cada noche veo cómo me miras fijamente sin decir nada. ¿Por qué? - la sirena se puso nerviosa como nunca y respondió.

- Porque me pierdo en tu belleza, disfruto con tu inmensidad y es tal la admiración que tengo al verte volar que soy incapaz de hablar cuando te veo - la luna se echó a reír y añadió.

- Cada noche que te veo, siento miedo. En la oscuridad más absoluta que ese oceano en el que flotas, solo te veo a ti mirarme con esos enormes ojos y tenía la certeza de que lo hacías para mofarte de mí. Yo soy una viajera perpetua que nunca podrá parar. Desearía ser como tú, en un sitio que fijo al que poder llamar hogar.

Desde ese día, sirena y luna se hicieron inseparables. La sirena sentía que podía volar al escuchar cómo eran otras partes del mundo por los que pasaba la luna. Y ella sentía que estaba en su hogar cada vez que miraba los ojos de su gran amiga la sirena. 



jueves, 23 de septiembre de 2021

Lo siento La Palma

 Qué te puedo decir maldito monstruo, que con tu lengua de fuego me has destrozado la vida, has arrancado mis sueños, has acabado con mi futuro.

Qué te puedo decir a ti, belleza destructora, que lentamente avanzas por mis tragedias y quemas los recuerdos de una vida. 

Qué te puedo decir a ti, naturaleza indómita, que desangras mi vida convirtiéndola en humo y lava. Ya no me queda nada. Dependo de la caridad de otros corazones para seguir viviendo.

Qué te puedo decir a ti, pesadilla real, que has eyaculado destrucción. Mi única arma para detenerte han sido mis lágrimas, mis gritos desesperados, mi súplicas a un cielo sordo. Y no sirven para nada.

Qué te puedo decir maldito volcán que nunca me devolverás lo que me has robado, mi vida. 



miércoles, 22 de septiembre de 2021

Por siempre jamás

 Cuenta la leyenda que un ángel despreocupado de enormes alas blancas, se topó con aquellos ojos ladrones que le robó la sensatez y sesgó la coherencia de su cordura. 

Cuenta la leyenda que su mente soñaba con el monólogo de aquella silueta. Que derramó lágrimas ambigüas de sentimientos y vació su pecho envolviendo su corazón en un manto de fuertes deseos y se lo regaló por siempre jamás. 

Cuenta la leyenda que un ángel cruzó solitario el umbral del dolor que la ausencia de su tacto le provocaba. Su imaginación bailaba alegres danzas recordando sus besos, pero la realidad destrozaba sus anhelos, sintiéndose ahogado por debajo del barro al querer deshacerse de esos segundos sin su presencia. 

Cuenta la leyenda que un ángel se enamoró de unos ojos y nunca voló tan alto. 


martes, 21 de septiembre de 2021

Perro abandonado

Aún recuerdo el día que me separaron de mi madre. La llamé noches enteras, pero nunca apareció. Y ahora me veo tras un cristal por dónde veo pasar cientos de humanos y muchos niños que me alegran el día. Pero me siento muy solo. 

Un día inesperado, una familia con dos niños me llevaron a su casa para vivir con ellos. Era un piso pequeño, pero sería mi nuevo hogar, mi nueva familia. 

Cada mañana me levantaba con ganas de jugar y los despertaba a todos. No podía ser más feliz, pues tenía comida y bebida; además podía jugar con todo y no tenía límites a la hora de hacer mis necesidades. A veces estaban raros conmigo, pero enseguida volvíamos a jugar como siempre.

El tiempo ha pasado y todo sigue igual. Cada día disfruto sin limitación ninguna. Creo que ellos están contentos conmigo pues nunca me han hecho regañado o castigado.  Mis juguetes favoritos son los zapatos que siempre encuentro tirados por el suelo. Con mi tamaño actual enseguida los rompo, pero nunca faltan un par que morder.

Un día, me engancharon la correa al cuello y eso solo podía significar un largo paseo. Nos montamos en el coche y me llevaron a un lugar lejano en el que nunca había estado. Soltaron la correa, abrieron la puerta y salí corriendo deseando saltar y divertirme... Pero el tiempo se paró cuando vi arrancar el coche sin mí. Corrí todo lo que pude detrás, pero fue imposible alcanzarlos. Se habían ido sin mí, y no lo comprendía. Todo era perfecto y no había problemas. Me había abandonado mi familia, por la que hubiese dado la vida y sin saber el porqué... Me convertí en un perro abandonado. 


lunes, 20 de septiembre de 2021

En el camino

Izó banderas empujadas por la ilusión de volver a ver sus ojos. Mantuvo la serenidad pero la imaginación ya volaba alto. Muy alto. 

El presente clavaba su realidad al suelo, pero él prefería elevarse  con las alas que el futuro le regalaba. Sedujo con una sonrisa su lado oscuro cargado de temor indeciso. 

Tenía  miedo de llegar pero lo estaba deseando. Sentía la imperiosa necesidad de posar sus labios en el nido de su piel. Quería parar el tiempo en ese primer abrazo, que no acabase la adrenalina que por su piel rebosaba. Un trocito de amor envuelto  con el lazo que serían sus brazos y que entregó sin condición, solo para ti. 


sábado, 18 de septiembre de 2021

La peor versión de mí

 Buscando más allá de la osadía. Entre la locura y la desesperación, cabalgo hacia un horizonte quebrado con la peor versión de mí a mi siniestra. 

Disléxico de sentimientos, fuente de palabras deformadas, testigo de la agonía de la tranquilidad. Busco un segundo para encontrar mi reflejo en el espejo, con la peor versión de mí a mi siniestra.

He rezado a mil dioses con idéntico resultado. He llorado y reído sin encontrar la tranquilidad prometida. He sacado del pozo de los recuerdos el lodo en el que se convertían. Ya no puedo más con esta losa tan pesada pues no me ayuda con su peso la peor versión de mí a mi siniestra.

Me vuelvo a perder el amanecer, estaba distraído. Me convierto en anochecer, las luciérnagas guían mi camino. Me despierto cada noche entre vino y lágrimas. Me he cansado de tu presencia y hoy de aquí te largas, la peor versión de mí a mi siniestra.



jueves, 16 de septiembre de 2021

Aprendiendo a vivir de nuevo

 Había una vez un anciano que cada mañana se levantaba muy temprano, aunque no tuviese donde ir. Se daba un paseo por el barrio antes de que los primeros rayos del sol calentasen las calles, desayunaba en el mismo bar de siempre y se sentaba en el mismo banco a ver pasar la vida ante sus ojos a un ritmo distinto al suyo. 

Para él, la vida empezó a detenerse cuando su mujer se convirtió en un ángel. Y se detuvo del todo cuando sus hijos se fueron al extranjero y solo hablaban por teléfono una vez al mes.

El anciano miró sus manos y se preguntó: "¿En qué momento he envejecido?" Siempre tuvo demasiada prisa pensando en hacer cosas para tener un futuro mejor. Pero el futuro ha llegado y ahora se da cuenta de que lo está dejando atrás. De qué está viajando más allá del futuro. 

Se levantó del banco de piedra y pensó que estaba muy cansado de esperar a que sus hijos llamen, a que llegue el día de mañana para volver a hacer lo mismo de siempre, a que llegue el día de su muerte para poder ver a sus hijos juntos otra vez. 

Así que se fue a su casa. Hizo la maleta y se marchó. Quiso ver mundo ahora que tenía las energías intactas. Visitó primero al hijo que más lejos tenía y le robó todos los besos que pudo al nieto que aún no conocía. Encontró culturas nuevas, comidas deliciosas y experiencias inolvidables. Visitó durante varias semanas a todos sus hijos en países distintos. Y decidió regresar.

Volvía con el corazón pleno de vida y experiencias, sintiendo que era una de las mejores cosas que le había pasado nunca. Entró a su casa y, sentado en su viejo sofá, le esperaba una figura imponente. 

- Hola Pablo. Me alegro de verte - Pablo no sabía quién era, pero se sorprendió porque no tenía miedo ni quiso huir.

- Buenos días. ¿Quién es usted?

- Pues soy quien te va a llevar junto a tu esposa.  Tenía que haberte llevado el mismo día que decidiste cambiar e irte de viaje. Pero esa vitalidad te dio una energía positiva que hizo que retrasase mi llegada. Tengo un mensaje para ti. Tu mujer te está esperando y tiene muchas ganas de volver a verte - Pablo se acercó lentamente a la mesa donde estaban las fotos de sus seres queridos. Cogió una de su difunta esposa, la acarició suavemente con la yema de sus dedos y dijo 

- Quiero a mi esposa con locura y hasta hace bien poco estaba deseando reunirme con ella. Pero ahora mismo no puedo. No pienso seguir encerrado entre las cuatro paredes de mi rutina y quiero seguir viajando y conociendo mundo. Dígale a mi mujer que nos volveremos a ver, pero aún no, estoy ocupado aprendiendo a vivir de nuevo. 

Pablo se despertó sobresaltado en la camilla de un hospital, rodeado de cables y aparatos. Un grupo de médicos y enfermeras lo rodeaban y le explicaron que era un milagro que  estuviese  vivo después del infarto que le había dado. Pablo no dijo nada, pero sabía que tenía una segunda oportunidad gracias a su esposa. Y sintió un calor muy agradable en el pecho al saber que tenían una segunda oportunidad para seguir viviendo y que al final de su camino, le esperaba una persona que lo quería tanto. 







 

miércoles, 15 de septiembre de 2021

No más palabras

El pequeño Alex estaba mirando un maravilloso paisaje a través de la ventana. Era la primera vez que veía un arcoiris; no le buscaba una explicación ni un origen como podían hacer los mayores, solo disfrutaba de lo bello que era.

No se percató que a su espaldas una guerra había comenzado. Gritos e insultos eran lanzados en los puntos débiles de su rival más íntimo. Eran sus padres.

Alex se sentó en el suelo y empezó a jugar con su chupete en la boca. Buscaba una nueva distracción mientras llovían palabras agresivas a su alrededor. Ya estaba acostumbrado. 

Su madre cogió a Álex con energía, una mochila y se fue dando un portazo dejando atrás un pasado doloroso y yendo hacia un futuro cercano repleto de rencor. 

Alex no entendía nada, solo veía a su padre en el marco de la puerta mirándolo. Él no comprendía nada, solo sabía que quería estar con él y jugar como siempre. Sin embargo, lo estaban arrancando de su lado. 

Alex fue víctima de una guerra de dos. Alex fue el que más perdió, el que no tuvo elección. Los dos bandos ganaron y perdieron, pero Alex solo pudo observar y ser el recipiente donde cada parte guardaría el rencor y las heridas de una relación condenada. 

Alex no supo lo que era el amor de dos padres. No vivió el cariño de un hogar. Sintió vértigo porque él quería a los dos pero ambos no se respetaban. ¿Qué hacer cuando quieres a dos enemigos que son irreconciliables? ¿Qué será del pobre Alex?


martes, 14 de septiembre de 2021

No me dejes solo

 Amargo fue el sabor que dejó el abandono. Maldijo la memoria de su piel. 

Se sintió como un puzzle incompleto, mirando la puerta que había cerrado tras salir, rozando la esencia que su presencia había dejado hacía tan solo unos segundos.

Desnudo ante sus miedos, abrazado a su recuerdo, con el frío que la soledad tradujo en desesperación. Todas las horas del día eran insuficientes para derramar los besos que goteaban de sus labios. 

Pronto la volverá a ver, pero todo tiempo es poco cuando necesitas beber de su piel. Se durmió acariciando recuerdos, besando a un pasado feliz, no queriendo despertarse en la pesadilla que era vivir sin ella. 

Volvió a rezar al dios en el que no creía. Solo quería que su camino fuese completo, su felicidad máxima y su salud plena. Él sacrificaría la felicidad de no tenerla a cada instante, pues total, solo era tristeza lo que bañaba su alma. 



lunes, 13 de septiembre de 2021

El muro de la felicidad

Cuenta la leyenda, que hace muchos años, había un hombre que era conocido por su sabiduría. Sabía la respuesta para lograr la felicidad y gente de todas partes del mundo iban a visitarlo. 

Un día, un joven decidió recorrer cientos de kilómetros solo para visitarlo. Esperando encontrar lujo y ostentación, se topó con un hombre mayor de piel oscurecida por el sol, muy desaliñado, con la barba y el pelo muy largo, sin apenas ropa y sentado en una roca mientras miraba al vacío abstraído de todo lo que le rodeaba. El joven se acercó, sin estar muy seguro si era una broma, y le preguntó:

- Buenos días señor ¿Es usted aquel que sabe cómo se llega a la felicidad? - el hombre levantó la vista lentamente y asintió con la cabeza. Al joven se le dibujó una sonrisa contenida en el rostro. - ¿Podría indicarme cómo llegar?
- Claro que sí muchacho. Debes escalar el muro que tengo a mis espaldas. Es muy peligroso pues hay zonas sueltas y posiblemente te caigas. También hay serpientes que habitan entre sus huecos que muerden, aunque no te preocupes, su veneno no es mortal para los humanos pero duele mucho. Y para poder subir tendrás que deshacerte de muchas cosas que llevas en esa mochila, las cuales me quedaría yo. En total tardarás menos de un día en conseguirlo. Ya sabes cómo se llega a la felicidad. Pero también te diré que no lo harás, porque casi nadie lo hace. Prefieren buscar otra forma de hacerlo, preguntar a otras personas de la zona y dar más vueltas. Pero la única forma de encontrar lo que buscas es por este muro. 

El muchacho miró el enorme muro, vio las serpientes, miró su mochila llena de objetos valiosos para él y contestó "tengo que pensarlo" y se volvió por donde vino. A los pocos metros se encontró otro hombre que le dijo "no le hagas caso al anciano, ya no sabe lo que dice. Hay otras formas de encontrar la felicidad. Yo te consigo un animal que te llevará a muchos kilómetros de aquí por un desierto. Al final encontrarás una aldea donde podrás descansar el tiempo que quieras. Luego cogerás un globo aerostático que te subirá muy alto, te tirarás en un paracaídas y podrás llegar hasta la felicidad. Es un camino más largo pero bastante más fácil y divertido" el muchacho accedió y se fue por el camino más largo. 

Pronto se dio cuenta que no iba a ser todo tan fácil. En el desierto, muchos se habían perdido y no sabían encontrar el camino. La inmensa mayoría, al llegar a la aldea, estaban tan cansados y los trataban tan bien que decidían no seguir y quedarse allí para siempre. Los pocos que continuaban se daban cuenta que no todos los globos podían volar. Y de los que volaban, no todos tenían paracaídas por lo que muchos se quedaban por el aire sin poder bajar. El muchacho pronto se dio cuenta que debía haberle hecho caso al anciano y trepar el muro. Poco después supo que el anciano se llamaba "verdad" y que por muchas veces que te caigas del muro, por mucho que piquen las serpientes y aunque tengas que sacrificar algunos objetos para subirlo, merecerá la pena pues el sacrificio es la única forma de encontrar la felicidad. 



domingo, 12 de septiembre de 2021

Tiempo de consejos

Mira más allá de tus posibilidades, pues es donde guardas tus sueños. Reduce las espectativas por debajo de tus suelas y mastica la arena del duro trabajo, que pronto te sabrá a dulce victoria. Y habrás convertido el sueño en realidad.

Siente el aliento de ese deseo que tanto te persigue. Enfrenta sus dilemas y consejos y domestícalo. Vuelve a ser el que reine en tu mundo de fantasía. 

Escucha a la naturaleza y su sabiduría. Ella nunca te engañará con murales de caminos que no podrás andar.  Pero sé consciente que sus palabras a veces te dolerán, te harán sangrar, pelearán contra tu orgullo que perderá. Pero aprende a simplificar lo que sientes y dejar que el dolor martirice tus sentidos. Te has equivocado, supéralo y sigue. 

Déjate de bobadas, si quieres puedes. Sigue tratándote como un niño y cuéntate cuentos con final triste en el que tu enemigo fue la vida. Pero la realidad es una y te has rendido. No has querido y te has hundido, pasando a imaginar lo que podría haber sido y olvidando que esos sueños son las losas que te entierran en tus frustraciones. 

Escupe la soberbia que nace de tu orgullo. Aprende a pedir perdón. Deja de envolverte con excusas y supera que has cometido un error. La razón es una modelo fea que podrás disfrazar con miles de atuendos pero que solo está guapa con la verdad. 


viernes, 10 de septiembre de 2021

Apostó por él

 Desde su ventana veía cómo la ciudad comenzaba a despertar. Le relajaba sentir el calor de la taza de café en sus manos mientras la mirada se perdía en el infinito. 

Cogió el móvil e intentó hacer una foto de un paisaje conmovedor. El sol saliendo tras una magestuosa montaña que se erguía firme por encima de unas tímidas nubes que dibujaban la silueta del viento al pasar a través de ellas. Pero el móvil era incapaz de captar la belleza del momento, la armonía de una esencia preciosa que entrega paz con un solo vistazo. 

Tras el viaje por los sentimientos, volvió a la vulgaridad de la realidad y se preparó para ir a trabajar. Ese maldito trabajo que tan poco le llenaba pero que pagaba las facturas. Sabía que durante el viaje seguiría soñando con su pasión, con lo que realmente le gustaba, con abrir un negocio que le permitiese trabajar en contacto y la naturaleza. Se consolaba pensando que ya le quedaba menos para jubilarse y podría hacer realidad sus fantasías. Aunque seguro que para entonces tendría muchos achaques, no tendría la vitalidad de ahora y tendría la sensación de haber desperdiciado su vida en trabajar para obtener cosas materiales que no le aportaban nada a su alma y...

Tiró las cosas del trabajo al suelo. Cogió las llaves del coche y salió corriendo. Se dio cuenta de que sus sueños estaban gravemente heridos. Que su alma necesitaba aire. Que su pasión estaba agonizando tristemente. Y todo dependía de ella, de luchar por ser feliz y no solo por ser. 

Comenzó una vida allí donde la felicidad podía abrir los ojos. Dejó de soñar con un futuro y lo hizo realidad. No fue fácil, pero no se arrepintió ni un solo segundo e ingresó en el selecto grupo de personas plenamente felices de este mundo. 



jueves, 9 de septiembre de 2021

Deja que me vaya

 Aquella planta del hospital podía ser el lugar más triste o el más alegre del mundo. En ella vivían, al menos durante un tiempo, niños con una maldita enfermedad que no entendía de edades, ni de dulzura ni de inocencia. 

Siempre les decía de broma que no tenían un pelo de tontos mientras les pasaba la mano por su cabeza calva, y todos reaccionaban con una sonrisa alegre. Por muy mal que se encontrasen, la sonrisa de un niño nunca desaparece. 

Siempre me sorprendió su ausencia de miedo ante la muerte, básicamente porque nunca han aprendido a tenerlo y eso hacía que pudiesen disfrutar aquellos últimos momentos. Los padres que se quedan siempre recuerdan las sonrisas de sus hijos que calientan levemente un corazón roto. 

Nunca me olvidaré de la pequeña Laura. Una niña con una mirada especial, con una luz única. Pero que poco a poco se fue apagando. Me gustaba mirarla en la distancia acompañado del silencio, para disfrutar de su energía. Muchas eran las horas que pasaba hablando con ella y a pesar de su corta edad, su madurez parecía infinita. Quizás había aprendido a valorar la vida por la calidad de los momentos vividos. 

Pero su madre nunca se paró a disfrutar de ella aquellos días que tanto la necesitaba. Siempre estaba hablando con los médicos y buscando lo mejor para su niña, sin darse cuenta que lo mejor para ella era tener a su madre al lado y cogerle la mano para no sentirse sola. Laura cada día dormía más, cada vez le costaba más seguir una conversación y empecé a temerme lo peor. Su madre no dejaba de hablarle y decirle todas las cosas que iban a hacer juntos. Magníficos planes, fiestas increíbles, cruceros asombrosos... Laura levantó su débil mano y la posó sobre la cara de su madre y le dijo suavemente: "mamá, deja que me vaya"

A la mañana siguiente Laura se fue allí donde su madre no podía alcanzarla. Aquel día, aquella planta fue el lugar más triste del mundo. 



El odio, preludio del amor

 Te miro abrumado por la desesperación que me produce tu presencia inalterada. Maldigo la desnudez de tu cuerpo, aunque en el fondo soy consciente de que el problema radica en mí. 

Me descubro buscando una motivación, una chispa que encienda el nacimiento de una preciosa historia capaz de conmover corazones extraños. 

Me vuelvo a enfrentar a ti. Cara a cara nos desafiamos y vuelves a vencer. Derrotado por un folio en blanco, la última puerta a un mundo imaginario con personajes inventados a los que no soy capaz de dar vida. 

De pronto, sentí como si un diminuto grano de azúcar endulzase todo un océano de café. Como si una leve brisa inflase las enormes velas de un grandioso velero pudiendo surcar los indomables mares de la imaginación. Como si el vértigo de la caída se convirtiese en infinita. 

Comencé a vestir la piel de color puro de aquel folio y desangré cada uno de los sentimientos atascados en mi pluma. Por fin me sentí vacío, consciente de la belleza de mi arte. Ya sólo queda relajarme y descansar hasta que no puedo más y volver a enfrentarme a mi peor enemigo, el folio en blanco. 



miércoles, 8 de septiembre de 2021

Corriendo sin moverse

 Se apeó de las viejas normas enraizadas durante tantos años. Se sintió atraído por ideas prohibidas y decidió escuchar a esa voz que desde chico le enseñaron a ahogar, el deseo. 

Siguió las huellas que aquellos gemidos dejaban en el viento y miró tras la prudencia a la pareja semidesnuda dejándose llevar por la pasión. Quería, pero no podía dejar de mirar. Ella no paraba de gemir mientras recibía los embistes de aquel hombre. Sin darse cuenta, se estaba tocando la entrepierna sobre el pantalón sorprendido por una salvaje erección. 

Ella se dio cuenta de que la estaba mirando, y no dijo nada. Comenzó a gemir más fuerte y a tocarse sus pechos desnudos en un claro gesto de provocación. Él se olvidó de su escondite y se colocó donde más visible era. Los nervios se apoderaron de sus manos y sus piernas, pero no se podía mover. 

Ella lo invitó a acercarse con una mirada lasciva  mientras seguía recibiendo fuertes empujones. Él se dejó llevar por el placer que  la calidez que aquellos labios le producía. A veces le costaba seguir pues los gemidos ahogaban sus movimientos. Pero poco duró. 

El hombre que empujaba terminó entre gritos ahogados de placer y se retiró sin mirar atrás. Solo quedaban ellos dos. Ella no se había apagado lo más mínimo y él comenzaba a arder al mismo nivel. Él entró en ella sintiendo su enorme pecho aplastarse sobre sus manos. Cabalgaron sin rumbo, susurraban sin hablar y corrieron sin moverse. 

Se volvieron dos desconocidos cuando todo acabó. Pero él jamás olvidaría la locura de aquel día y que por siempre jamás lo acompañó. 



martes, 7 de septiembre de 2021

Greensleeves

A pesar de ser Rey, a pesar de mi poder, no puedo tenerlo todo, pues tu corazón me es totalmente inalcanzable. Acompañado en la cama por otro cuerpo que no es el tuyo y robando mi mente con cada sueño. Mis suspiros y anhelos duermen acunados por una luna que es testigo de mis desvelos, de mis ruegos, de mis rezos.

Entrego mi alma en cada esquina en la que nos cruzamos en este enorme castillo, y siento el descortés rechazo de tu mirada que me hiere como mil espadas. Y por mi condición de Rey de la corte debo esconder tu nombre y llamarte simplemente "mangas verdes".

Te observo y desgrano cada uno de mis latidos y todos llevan tu nombre que debo ocultar por seguir guardando la imagen de una corona que no me representa. ¿No ves que rechazaría mis tierras por tener tu corazón? ¿Tan poco me aprecias que a pesar de estar envuelto en el lodo del deseo que me provocas aún así no consigo tu calor?

El amor solo tiene un lenguaje y nosotros hablamos idiomas distintos. Compuse una canción para ti y le pondré de título el nombre por el que debo ocultar tu identidad: "mangas verdes".


lunes, 6 de septiembre de 2021

La vida de la música

 Cuenta la leyenda que un piano lloraba en la esquina de un enorme salón salpicado de un glamour que rayaba el esperpento. 

Miles de grandes maestros golpeaban sus teclas intentando entonar las más famosas melodías. Pero siempre sonaba desafinado, quebrando sus notas al viento. 

Los mejores afinadores lo ponían a punto pero el resultado no cambiaba. Una pena que aquel imponente piano fuese a acabar olvidado en un rincón oscuro de un enorme almacén. 

Un día, una niña de mirada dulce se acercó al piano y puso su mano sobre su pulida madera. Le pareció que estaba temblando. Levantó lentamente su tapa dejando al descubierto el precioso marfil. Intentando hacer el menor ruido posible para evitar tener otro castigo más, acarició las teclas con sus diminutos dedos sin llegar a pulsarlos, le encantaba el tacto. Empezó a soñar que era una prestigiosa música que daba conciertos en magníficos teatros llenos de gente. Y en mitad de su inocente sueño puso sus manos sobre el piano que emitió sus notas claras como el agua por primera vez.

Enseguida una voz gritó a la espalda de la niña "¡¿Pero qué haces ahí?!" Ella se sobresaltó y se bajó del banco tan rápido como pudo. La voz provenía del dueño del piano. 

- ¿Cómo has hecho para que el piano suene tan bien? Dijo el dueño

- No hice nada, solo lo acaricié y luego pulsé sus teclas. 

El hombre se acercó al piano y puso sus manos sobre las piezas de marfil y el piano volvió a sonar totalmente desafinado. Luego tocó la niña y las notas que emanaban parecían dibujar un paisaje en el viento. 

El hombre entendió que la música tiene vida. Y que aquel piano no iba a dejar que nadie más lo tocase si no era aquella dulce niña. El hombre la  enseñó a tocar como una profesional y piano y niña se convirtieron en inseparables. Llenando teatros en todo el país y cumpliendo el sueño que ella había tenido cuando era una niña 




sábado, 4 de septiembre de 2021

Ruinas

 Olvidó la esencia dulce que deja un reguero de besos cálidos por la espalda, que dibujan un camino invisible directo al corazón. 

Se acomodó en las ruinas de una nación que antaño fue su valor. No pudo ni compadecerse cuando todo acabó. Ahora sus ojos solo miran al vacío entonando felices recuerdos del pasado donde vivió feliz. 

Salpicado por un deseo inacabado, por una maldición que no muere, por un sentido que no siente, cabalgó por encima de la tristeza y acunó entre sus brazos el nacimiento de un nuevo amanecer donde depositó todas sus esperanzas, pues ya no le quedaba nada. 

Murió abrazado a sí mismo al otro extremo de su zona de confort.  Pudo ser muy grande pero al final acabó compartiendo espacio con la nada. Pero una sonrisa dibujó su mirada justo antes de partir, pues aunque no fue mucho, un poco de esperanza alivió el olvido en el que se abrigaba. En el que habitaba desde hacía ya demasiado tiempo.



jueves, 2 de septiembre de 2021

Mi mejor amigo

 La memoria le devolvió a mi mente los recuerdos de nefastas etapas donde estuve más cerca del lodo que del cielo. Sentí arrepentimiento por no haber hecho las cosas distintas con distinto resultado, pero ya no se puede cambiar. 

Lo que sí recuerdo con total claridad es la mano amiga tan firme que me quiso levantar. El hombro fuerte como un pilar donde derramar mis lágrimas. El sabor dulce que deja una tarde de risas tras un maremágnum de sentimientos destrozados.

Qué agradable es recordar a esa persona incondicional que se convierte en tu hermano de distintos padres. Esa a la que consideras una parte de ti porque tú eres una parte de él. Al hablar es como si hablases con la parte más sabia de tu conciencia y sin duda estarás ahí cuando te necesite sin importar hora o día. 

Deposité en ti mi más profundos miedos, mis escondidos anhelos. Te convertí en un cofre de mis sentimientos únicos y sé que nunca me vas a traicionar. Pues somos dos estrellas únicas en un vacío infinito que con solo mirarnos sabemos cómo nos encontrarnos. A veces las palabras estorban en nuestras conversaciones. 

Hecho de menos tus abrazos pues siempre son reparadores y, por mucho tiempo que pase sin vernos, sé que siempre será como si no te hubiese ido.



miércoles, 1 de septiembre de 2021

Mi querido pasado

 Qué lástima es mirar atrás con cariño y pasión, odio y arrepentimiento y sin embargo no poder ni siquiera rozar lo que se hizo en cada momento. 

El pasado es la última demostración de un dios perverso. Nos deja revivir el momento segundo a segundo. Podemos volver a percibir sabores, olores o incluso fuertes sentimientos. Pero no puedes cambiarlo para mejorarlo. 

El pasado es la muerte precisa del presente y vive en las antípodas del futuro. Cada segundo un nuevo pasado nace y permanecerá ahí, para siempre. 

El pasado tiene tres caras bien diferenciadas. El primero es el bueno, aquel al que acudimos con más frecuencia. Nos produce sentimientos positivos y nos gustaría poder vivir en él. Se compone de recuerdos como el primer beso, el nacimiento de un hijo, nuestros logros más preciados.

El segundo es el indiferente. Suelen morir y desaparecer de nuestro recuerdo casi al instante y rara vez suelen ser tan importantes como para poder permanecer demasiado tiempo. Suelen habitar en nuestro subconsciente aunque hay veces que se vuelven rutina. Cómo abrir o cerrar una puerta diariamente, cambiar de marcha en el coche. 

El tercero es el doloroso. Son recuerdos que están conectados con nuestras lágrimas. A veces nos gusta acudir a ellos por puro masoquismo y pueden condicionar una vida entera ya que pueden llegar a ser parásitos para personalidades débiles o que disfrutan viviendo abrazados por el dolor. En él habitan los recuerdos de una muerte, una agresión, un fuerte accidente. 

Así que valora con justicia el presente y disfruta de este escrito, pues total, acaba de convertirse en pasado.