domingo, 31 de mayo de 2020

Oleada de amor sin ti

Fue una sensación extraña. El poder y no querer se presentó como la única opción y ahora siento una avalancha de sentimientos que aplasta mis neuronas cansadas de litigar contra tu recuerdo.

Manos gobernadas por implacables temblores estructuran una oleada de nuevos amaneceres sin ti. Cuerdas que cortan circulaciones, títeres sin nadie que los gobierne. Qué será de mí ahora que elijo mi destino.

Vuelvo a amasar soledades con la forma de tu cuerpo, con tu rostro sin tristeza. Labios que ya no dicen te quiero, brazos que no se alimentan de abrazos eternos. Mira mis ritmos, son los de mis latidos huérfanos.

Mira aquella roca, es en la que te sentabas a cantar los acordes de un llanto que te susurra al pasar los miles de sentimientos que se quedaron vacíos si tú ya no estás. Y no me hables de grandeza y eternidad si contigo he sido tan grande y sin ti soy una molécula.

Cierra esos labios para siempre, que no me vuelvan a nombrar. Mis manos tapan la vergüenza de mis rostro, que vacíos deben estar. Adiós rosa del desierto, en mi alma te encontrarás. No abandones tu buena estrella pues de ella nunca te debiste separar.

Óxido en la armadura

El viejo caballero no recordaba la primera vez que se colocó su impresionante armadura. Sólo sabía que confiaba en ella ciegamente, tantas veces le había salvado la vida, tantas batallas ganadas.

Pero los años pasaban rápido, quizás demasiado, y el viejo caballero se sentía cansado. La armadura empezaba a pesar cada vez más, sentía mucho calor con ella puesta y algunas heridas surgían por el roce en las articulaciones.

Escuchando el relajante fluir de un río a sus pies, se le presentó la oportunidad de un nuevo combate. En otra ocasión no lo hubiese dudado y ya estaría concentrado en la lucha... Pero en aquella ocasión no le apetecía y se quedó centrado en su relajación. Desde la distancia pudo ver como un joven caballero sí aceptó el combate. El brillo de esa nueva armadura le impresionó.

El viejo caballero miraba su armadura. ¿Cuando había perdido su brillo? ¿Y de dónde había salido el óxido? Una lágrima se escondió debajo de su casco. Una loca idea empezó a retumbar en su cabeza "¿Y si te quitas la armadura?". La negación más absoluta fue su primera contestación. Pero cada día aguantaba menos ese peso.

Una mañana, mientras dormía, una sensación de ahogo lo despertó. El aire no entraba en sus pulmones y la desesperación se adueñó de sus manos. Sin dudarlo, se quitó el casco, se quitó el peto, las hombreras, el espaldar... Una sensación de libertad inundó su alma. El aire puro y limpio llenaba sus pulmones y por primera vez en años se sintió vivo y en paz consigo mismo.

El viejo caballero se dio cuenta que ya no quería seguir siendo lo único que había sido toda su vida, un caballero. Ya no quería seguir luchando ni escondiendo sentimientos. Sintió en su interior todo el amor que había guardado y que necesitaba compartir. Aquella noche, un caballero se durmió y se despertó un hombre nuevo, sin nada que ocultase su corazón y con todo el amor del universo por compartir. Empezó una nueva vida con la felicidad como única armadura.

sábado, 30 de mayo de 2020

Batallas que están por venir

Sin duda nadie iba a hacer nada y sin embargo diste un paso adelante. Te pesan los brazos, te asusta la derrota pero, poco a poco sigues avanzando. Ganas de salir corriendo, de huir sin volver la mirada.

Escuchas miles de buitres volar en círculo encima de tu cabeza. Malditos carroñeros. Susurros sin boca, miradas sin ojos. Los segundos se vuelven gordos y apenas se mueven. Un suspiro con sabor al último.

Ante mí Goliath me encuentro, pero yo no soy David. La lucha se anuncia fácil o difícil dependiendo del bando. Un torre de Babel imposible de tumbar, nunca tuve tanto miedo.

Todo ha pasado, la lucha ha terminado. Me he enfrentado a un enemigo poderoso y fuerte llamado destino. Soberanos golpes me ha asestado, en mis puntos débiles se ha divertido pero con mucho dolor he resistido.

Miro atrás y Goliath no parece tan grande. He ganado al destino y puedo seguir con mi camino. Más fuerte y más sabio me encuentro. Otro enemigo más temible y grande aparecerá, pero sin duda, estoy listo para el combate.

viernes, 29 de mayo de 2020

Sacrificio sin valor

Incontables fueron las horas dedicadas a una pasión, a algo que se siente muy dentro. Formando cuerpo y mente los nervios siempre  rompían mi sueño justo antes de un examen. Muchas fueron las decepciones que aumentaron el valor de la alegría el día que fui "apto". Sin duda mereció la pena.

Primeros pasos en una academia que será un punto de inflexión en mi vida. Vivencias duras, pero el dinero no es lo que nos mueve, es un sentimiento de ayuda y apoyo, de intentar ser mejor y luchar por todo aquello que contamina una sociedad.

Un uniforme que representa todo por lo que he luchado, todo en lo que me he convertido. La última esperanza del desesperado, el miedo del que sabe que ha infringido la ley. Siempre alerta hice un juramento que pienso cumplir.

Cada día que salgo, no sé si volveré. Un instante lo puede cambiar todo, mirada atrás gritando una despedida. Días con sabor al deber bien hecho ensancha mi orgullo y me siento mejor persona. Aporto mi grano de arena de cordura a la locura diaria de quién quiere delinquir. He visto cosas que no podré olvidar, pero eso no hará que retroceda.

Un día los problemas se hicieron gigantes. Molinos de viento nos golpeaban y la traición vino desde lo más alto. Jugando nuestras vidas por los inocentes nos dejaron huérfanos. De qué sirve tanta lucha si los mismos que representamos nos apuñalan.

Aplausos lejanos y miradas de apoyo. Contengo mis lágrimas para no mostrar toda la tensión que suplica salir. No os dejaremos solos, aquí estamos por y para vosotros. Soy un agente de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y no os fallaré.

jueves, 28 de mayo de 2020

Hada de la naturaleza

La pequeña María era una niña solitaria en aquel orfanato. Apenas hablaba con nadie y se sentía fuera de lugar con otros niños. Nunca la vieron sonreír y parecía que solo era feliz con los bichos y animales que había en el enorme jardín trasero. No hacía caso de las burlas e insultos de los demás niños, así que pronto se cansaban y la dejaban en paz.

Un día, mientras veía como unas hormigas cargaban con unas pesadas pipas, escucho a un pájaro piar de forma desesperada y enseguida supo que algo no iba bien. Fue corriendo y pudo ver como unos niños daban patadas y se reían de forma simplona. Fue hacia ellos soltando puñetazos y patadas hasta que consiguió ahuyentarlos, pero ya era demasiado tarde. Un pobre pájaro yacía en el suelo en un pequeño charco de su sangre. María sintió como el coraje inundaba sus venas y cogió una piedra. Estaba dispuesta a darle su merecido a esos estúpidos... Pero un sonido a su espalda la sacó de su estado de enajenación. Se giró y pudo ver un nido del que provenía el piar de las crías del ave muerta. Se prometió que nada malo les iba a pasar.

Día tras día, ocupaba su tiempo libre en cuidar y alimentar a esas crías. Les daba de comer, los calentaba, los cubría en los días de lluvia, les daba sombra los días de sol... Sentía orgullo al ver cómo iban creciendo poco a poco. Empezaban a lucir un plumaje precioso y ella se sentía muy satisfecha con aquellos pequeños.

Una tarde se acercó corriendo al nido cargada de insectos que había cazado para darles de comer. Cuál fue su sorpresa cuando vio el nido vacío. Miró por todos lados sin suerte de encontrarlos. Sintió una profunda tristeza, un vacío muy profundo que le dejó el alma en los pies. Entendió que se habían ido y no se había podido despedir. Empezó a llorar.

- ¿Qué te pasa pequeña María?- escuchó que le preguntaba una voz a su espalda. Una mujer que vestía canas, con una túnica verde oscura que llegaba hasta el suelo y una rama larga que le hacía las veces de bastón, la miraba con dulzura.

- No es nada.- Contestó María arrepentida de que alguien la hubiese visto débil.

- ¿Quieres volver a ver a tus pájaros? - María no pudo ocultar la sorpresa en su mirada y asintió con la cabeza. Aquella mujer dibujó unos círculos en el aire con su bastón y raudos acudieron las jóvenes aves que había estado criando. - Soy un hada de la naturaleza y he visto todo lo que significan estos pajarillos para ti. Ya saben volar pero aún son muy jóvenes y seguramente mueran en la naturaleza. ¿Quieres seguir cuidándolos?

María enseguida entendió lo que quería decir. Miró hacia el patio donde los demás niños jugaban y supo que su futuro sería sentirse eternamente fuera de lugar. Miro al hada de la naturaleza y asintió. El hada se acercó a ella, posó su mano en la frente y una luz cegó los ojos de María... Cuando volvió a ver se había convertido en un ave. De esa forma podría seguir cuidando a esas jóvenes aves. Supo que iba a ser feliz el resto de su vida.



miércoles, 27 de mayo de 2020

Tu isla

Soy tu isla en mitad de un desierto de agua. Escucho tus heridas, llantos del alma que sangran y me hablan de dolor. Yo no voy a curarte porque eso lo debes hacer tú, pero sí te puedo prestar un refugio en el que descansar.

Ya te dije que la vida puede ser dura. Pero rendirse no es una opción y debes continuar. Que nada te borre una sonrisa. No eches de menos un abrazo olvidado y sueña con el que vendrá. Que de raíces está sembrado el suelo y es muy fácil tropezar.

Dibuja en el aire las palabras que te hacen daño, y deja que el viento se las lleve lejos, donde no puedan alcanzarte. Eres más de lo que sientes, nunca lo dudes. Así que olvida cuentos que te hicieron pequeña y saborea la grandeza de tu corazón.

Mira arriba, ahí está la salida del pozo en el que respiras. El cielo te echa de menos, pues es tu sonrisa la que nos ilumina. Tus lágrimas me duelen y no sé cómo hacerte ver qué eres única y sin ti todo será peor. 

Cuando regreses de tus miserias, será como si no te hubieses ido. Sabes que de cristal estás hecha y no puedes esconder tus latidos. Y vuelve a llorar si lo necesitas que no haré  preguntas ya que tus ojos me dicen lo que echas de menos la felicidad.









Sin duda

En mitad del bosque me encontré respirando la paz que tanto necesitaba. El alegre sonido de las hojas se convirtió en mi banda sonora favorita y le di permiso a mi alma para abandonar mi cuerpo.

Cortado todo vínculo con la realidad me empeñé en volar más allá de la imaginación sin red de seguridad. Esquivé la realidad que siempre dispara a traición y sobrevolé las nubes de mi esencia. 

Volver a encontrar aquello que tanto me divertía, que tan feliz me hacía. Encontrar el orgullo en un espejo y  sentir que me  reconozco en su reflejo. Sentir tristeza al escuchar rara mi sonrisa, tanto hacía que no la oía.

Repaso mi lista de deseos cumplidos y sigue en blanco. Miro las cadenas de la realidad, que yo me puse, oprimiendo mis venas. Se han convertido en una segunda piel que debo romper. 

Soy consciente de mi potencial. Siento el fuego arder en mi interior. Conquisto cada centímetro de mi piel y no dejo lugar a la duda. Este es el final, vuelvo a ser yo. Con rabia pero siendo justo encierro al títere que fui y, con la luna como testigo, juro que voy a volver a vivir.

domingo, 24 de mayo de 2020

Re evolución

Sientes la tormenta muy dentro, formas parte de ella. Miles de gotas rompen contra tu piel y a ti solo de apetece gritar desde lo más profundo de tu alma, desde ese rincón apenas explorado. Comienza la calma.

Sientes que el terremoto lo ha cambiado todo a mejor. El sol por fin baña tus espinas y relaja tus músculos tensos después de tanto luchar. Caricias sin manos, lenguas que ya no apuñalan. Bienvenido será el descanso. 

Sientes que la explosión rompió el dique donde guardabas los restos más tóxicos de toda una vida. El primer vacío que te hace sentir tan lleno. Olvidaste las preciosas vistas que había desde aquella colina. Será un buen sitio donde volver a construir. 

Sientes el olvido inundar tu tranquilidad. Respirar profundo y expulsar humo. Has rejuvenecido tantos años que tienes ganas de volver a empezar. Te sientes distinto porque eres distinto. 

Y ahora abre los ojos, que el nuevo mundo te inunde. Tus pasos serán sentencias que harán olvidar el disfraz que un día te obligaste a llevar. Preciosa tu esencia, clara y pura. No la vuelvas a ocultar.

sábado, 23 de mayo de 2020

Viviendo en mis sueños

Gota a gota fui desangrando aquel sentimiento. Lejos quedaba el pasado y ya no era tan oscuro como parecía. Un gigante de piedra convertido en un puñado de arena. Parece que algo llamado madurez ha llamado a mi puerta.

La memoria está ocupada con cosas más importantes. El dolor está preso en una oscura mazmorra con vistas al mar. La soledad está acompañada de su sombra y yo no tengo nada en lo que pensar.

Paseos por las nubes, descansos en lágrimas, batallas con los sueños... Un día cualquiera en un lugar inventado. Delicias con sabor chocolate endulzan mis sentidos y acostumbran mi presente.

Caricias que adormecen, no tengo ninguna necesidad. Silencios que me duermen, algún día volveré a cantar. Músculos que se rinden, descanso del guerrero antes de luchar.

Remo sobre las nubes, me encuentro con mis ángeles favoritos. Transformo mi cuerpo a mi antojo, hoy no me apetece volar. Sin duda todo es perfecto y no quiero que nada cambie. Un segundo de miedo y vuelvo a empezar. Siempre el mismo camino con todo por descubrir.

Sonidos bastardos que me asustan. Todo ha desaparecido, maldito presente que me secuestra, pronto volveré contigo.

viernes, 22 de mayo de 2020

Entre mis recuerdos

Nunca supe perder, pero no evitaba el enfrentamiento. Nunca supe mentir, pero nunca dejé de decir lo que sentía. Nunca supe perdonar, pero siempre me rodeé de gente querida.

Subo al ático donde guardo los recuerdos. Peldaño a peldaño siento la tragedia de encontrar las cosas olvidabas que fueron importantes algún día. Reconozco todo lo que he cambiado, pero siempre ha habido un poso continuado de esencia que me ha acompañado.

Repaso el mapa de mi vida. Orgullo y melancolía se abrazan. En cuántos momentos me equivoqué, cuánta sabiduría en algunos años. Desde la distancia intento descubrir en mi pasado lo que el futuro me esconde. Suspiros profundos entonan una canción triste.

Orgulloso de mi camino, ahora sé que lo volvería a andar. Sarcasmo del destino que me impide saborear las victorias conseguidas. Miro al cielo estrellado y sonrío a mi estrella favorita. Nunca me siento solo si ella me ilumina.

Los párpados me pesan, mi cuerpo se relaja. Un día importante ha quedado atrás. Siempre recordaré el momento que decidí registrar mis experiencias. Con mi cuaderno de bitácora bien sujeto en mi pecho, pongo nuevo rumbo. 



miércoles, 20 de mayo de 2020

Por encima de mis sentimientos

¿Como explicarle a un ciego un color, a un sordo lo que se siente con una canción, a un incrédulo lo que es el amor?

Cruces de caminos en los que la soledad agoniza, en la que temo vivir en un sueño, en la que mi canción favorita no para de sonar. 

Alargo mis dedos con los ojos cerrados, no necesito ver. Miro más allá del infinito, no necesito muros de piel. Rezo a la locura de tus labios, solo creo en un dios. 

Planto mis defensas más allá de tus ataques. Señalo mi punto débil que conviertes en tu fortaleza. No voy a pelear en esta guerra pues ya he perdido. 

El cielo me pregunta por tu ausencia, yo te escondo entre mis sábanas. No es el egoísmo que me envenena, es supervivencia de no poder estar un segundo sin ti. 

Cansado de oir mis llantos escapé. Cantos de sirena erizan mi piel. Una tras otra fui abriendo las cadenas para ventilar lo más tóxico de mi corazón. 

Voz rajada que apunta siempre a la maldita verdad. Negación de reflexiones que acabarán teniendo un único sentido que hacen que me convierta en maestro de algo que nunca he comprendido. Dudas de mis dudas con una única certeza, te necesito.

martes, 19 de mayo de 2020

Madurando sentimientos

Sin ninguna explicación eché a andar. Uno tras otros los recuerdos iban saludando cada paso que daba.  Tormentas en mi mente marcaban el ritmo de mi paseo.

Sin nada que decir abrí mis labios. Sin nada que hacer moví mis brazos. Lejanos sentimientos que parecen presentes. Manos a la cara para borrar las vergüenzas de mi rostro.

Y en un rincón apartado del pensamiento te encontré, por fin, ¿Dónde te habías metido? Años de abrazos que no me has dado. Miles de besos que me adeudas. No me hagas sufrir más que no puedo con tanta tiranía, y ven a consolar los sentidos que sin ti no respiran.

Pero pocas veces me repetí no volver a pasar por ese cruce. Pocas veces me arrepentí de tropezar en tu piel de seda. Seguro que volveré a andar, pero todos los caminos me llevarán a tu corazón.

lunes, 18 de mayo de 2020

Sin explicación

No sabes en qué pensar, pero sin duda lo necesitas. En un instante de silencio, todo explotó. Mira al cielo, te grita la respuesta. Y en una grieta  profunda de tu corazón escondes lo más valiosos de tus sentimientos. No eres ajeno al dolor.

Sacúdete el polvo del silencio que la derrota te enmudeció. Estrena una soledad elegante contra la que tendrás que luchar. Y que no te de vergüenza sentir miedo, pues es instinto primario que salva vidas, incluida la tuya.

Salta sobre los charcos que la costumbre te quema. Duro hay que trabajar para saborear la diversión. Estudia la arquitectura de una locura, nada tiene sentido si el resultado no es una sonrisa.

Abraza recuerdos añejos que marquen los pasos de tu destino. Pues del pasado se alimenta el futuro y con estrofas sueña el escritor.

Que triste la soledad sin ti. Que amarga la sonrisa abandonada que empaña mi corazón. Obligado a respirar silencios, aprendo a escuchar la dulce melodía de mi vida.

Abrazada a la luna

Una dulce sonrisa bañaba su joven rostro. La luna presenció su nacimiento y le regaló la magia de la imaginación. Nunca nadie supo su nombre, pero todos la recordaban.

Quiso llegar a lo más alto, por encima de las estrellas. Siempre conseguía lo que quería, nunca tuvo bastante. Muchas veces tropezó pero siempre se levantaba agradecida por haber caído, más fuerte se hacía.

Su mano siempre extendida para compartir su buena suerte. Sabía que la vida no era justa, y ella había nacido en la hora de las brujas. Lejano queda el recuerdo de los mejores años de su vida. Pero siempre soñaba que su mejor baile estaba por llegar.

Fuerte como un roble, siempre necesitaba un abrazo. Para sacar el veneno más oscuro que nace de las derrotas más crueles. Acaricia el manto dorado que adorna su cabeza, la paz entrará en tu vida ahuyentando negativos sentimientos.

En el día más bonito, en la hora más fea, dijo adiós a su mundo, su destino perseguía. Tantas lágrimas abandonadas con su nombre, tanta tristeza contenida. Siempre hubo vencedores y vencidos, nunca los dos bandos se unirían.

Adiós dulce amiga. No mires hacia atrás, sigue aquella estrella que te guía y busca tu felicidad.

domingo, 17 de mayo de 2020

Confianza herida

Escucho un susurro lejano, casi imperceptible. Como un cruel asesino del silencio que lo hace agonizar. Siento una suave presencia, oculta a mis ojos se abraza a la oscuridad observando sin ser observada.

El miedo se presenta como un incómodo compañero. Se acomoda en mis sentidos y es un mal consejero. Acelero mi corazón con mis nervios en alerta. Eterno instinto de protección que pliega mis banderas.

Acomodado en la silueta, preparo mis músculos para la explosión. Rápido como una fría despedida, un solo chasquido iniciará la tormenta. 

Pero nada ocurre, nada sucede. Curiosidad que avanza entre mis costumbres. Mis ojos aceptan la ausencia de luz y claro como un cielo despejado, pude ver su contorno. 

Aletea como aturdida, sin saber dónde está. Instinto de protección que aumenta su tamaño. Con precaución me acerco y lo cojo entre mis brazos. Por fin veo su cara, bañada de insolentes lágrimas. Es la confianza en mí mismo que herida no podía volar. No te preocupes vieja amiga, yo te voy a curar. Quiero que vueles alto y olvides este momento que nunca debió pasar.

Ya no tiemblo

Un minuto viviendo con miedo es demasiado, y yo llevo años. De nuevo mi boca sabe a sangre, mis ojos están hinchados y ni siquiera sé porqué.

Retorno al pasado y veo su telaraña tejida a mi alrededor. Que torpe fui. Ahora sé que era muy inocente ante tanto mal. Me hacen preguntas para las que no tengo respuestas. 

Encuentro un cofre con mis virtudes en mi interior. Es lo único que no ha podido destruir ese malnacido. Empiezo a descubrir y a recordar. Entiendo que es él el que está vacío por dentro. Que no sabe lo que es el amor y ha utilizado el mío para dominarme. Oigo un crujido, son mis cadenas rompiéndose.

Me planto frente a él con mirada de fuego. Primer golpe certero que ya me esperaba como saludo. Pero no me muevo del sitio: "es lo único que tienes para hacerme daño, pero tus golpes ya no me duelen" le digo mientras avanzo hacia él. Otro golpe mucho más poderoso aturde mis sentidos, pero sigo pétrea: "mírame, ya no tiemblo ante ti, ya no tengo miedo". Él empieza a recular y noto como el miedo habita en él; es un viejo inquilino al que reconozco a distancia. Un último golpe a la desesperada hinca mi rodilla en el suelo. Noto la sangre en mi boca y en mi piel, pero saco fuerzas de donde no las hay y me vuelvo a poner en pie. Lo veo arrodillado en una esquina sin saber muy bien qué hacer, sintiéndose indefenso. Ahora es él el que siente el miedo y la humillación. "Te dejo" le dije antes de dar un portazo que escuchará toda su vida.

Antes era un ave enjaulada con la puerta abierta que no se atrevía a volar. Ahora soy una preciosa ave con alas majestuosas. Voy a curar mis heridas y voy a disfrutar la vida. He vuelto a nacer.


sábado, 16 de mayo de 2020

Por encima de todo

Ángel era un niño de la calle. Se pasaba todo el día de un lado para otro sin ir a su casa y sólo iba a clase los días que hacía frío. Sus padres eran drogadictos y cuando no estaban cabreados, estaban colocados. Pasaban las semanas y Ángel no veía a sus padres, tampoco le importaba porque cuando los veía no eran ellos.

Ángel era un chico duro. Todos le respetaban y conseguía lo que quería. Lo que no sabía nadie es que Ángel no odiaba a la gente como todos creían, lo que pasaba es que los envidiaba. Tener una casa donde te recibían con los brazos abiertos y la mesa puesta. Donde te preguntaban dónde habías estado y si te habías hecho daño. Lo que daría por tener un día así.

Ángel odiaba el día de su cumpleaños. Siempre había soñado con entrar en su casa y ver a sus padres duchados y bien vestidos con una enorme tarta de nata y todos sus compañeros de clase gritando "¡SORPRESA!". Las ganas de llorar le inundaban, así que corriendo iba a la fuente del barrio a beber agua, para que así sus lágrimas saladas se perdiesen entre el agua dulce.

Un día, Ángel se encontró un maletín tirado en la cuneta de la carretera. Sin nada que hacer en aquel día de primavera decidió  curiosierar. Se escondió detrás de unos matorrales y lo abrió. Miles de billetes de todos los colores le saludaron al abrirlo. La sorpresa lo inundó y empezó a temblar. No sabía qué hacer ni dónde ir. Pensó en ir a su casa y contárselo a sus padres, pero enseguida desechó la idea. Decidió respirar profundo, coger el maletín e irse a un sitio apartado para pensar.

Se sentía más calmado pero aún le duraba el temblor de manos. Pensó en esconder el dinero y poco a poco ir comprando las cosas que más le gustaban, Ángel era pequeño pero no tonto y sabía que el dinero duraría poco y al final no tendría nada. Pensó en coger el dinero, viajar a otro país y comprarse una enorme casa y empezar de cero, dejar atrás toda esta vida que tan mal le había tratado, pero no podría salir del país sin pasaporte y sus padres se acabarían enterando. Pensó en guardarlo en el banco, pero qué iba a responder cuando le preguntasen de donde había salido todo ese dinero...

Después de varios días sin poder dormir ya lo tenía decidido, iba a invertir en su futuro. Así que se fue a una clínica de desintoxicación y decidió ingresar a sus padres fingiendo una donación anónima. De esa forma podría ser un niño normal y poder conseguir todo lo que había soñado. Ser feliz junto a sus padres, junto a su familia.

viernes, 15 de mayo de 2020

Algún día

Algún día, con tu sonrisa como testigo, plantaré defensas gigantes que ahuyenten tus pesadillas. Los temblores de tus manos serán solo un recuerdo y por fin podrás darle descanso a tus párpados.

Algún día, acunaré tus recuerdos felices para que maduren y puedan convertirse en realidad. Trabajaré incansable en tu camino para que no tengas con qué tropezar y puedas ver tu estrella favorita, la que te sonríe sin descanso.

Algún día, el dolor sólo será el recuerdo de un mal compañero de viaje. Tu frente no mirará al suelo y se bañará con las gotas de lluvia de aquellas nubes que te saludan al pasar.

Algún día, tus pasos servirán como referencia indudable de lo correcto. Tus gestos serán admirados y tus palabras bebidas por aquellos que busquen tu grandeza.

Pero algún día está por llegar. Obra faraónica que debes empezar. Mucho sudor tendrás que sacrificar y alguna lágrima te aconsejará que ese es el camino correcto. Escúchala.

jueves, 14 de mayo de 2020

Amanecer

Sabía que dolería, y aún así salté. Instinto de supervivencia perdido entre las costuras de tu piel. Necesito tu corazón para que el mío recuerde cómo latir.

Compilación de sentimientos entregados en una gota salada. Cae al vacío dejando un poso triste en una cara abandonada. Arrastro pesados recuerdos, surcos en mi alma.

Que raros se sienten mis ojos, la nueva luz los ciega. Músculos atropellados que apenas recuerdan. Sonrisas con sorpresa que dibujan  colores sobre el negro. Parece que me muevo.

El sol ya no se esconde, mi piel se seca. Mira mis alas, que larga su sombra. El horizonte ya no está tan lejos y el miedo es un enemigo muy pequeño.

Heridas escondidas que se convierten en orgullosas cicatrices. Hoy se que no cualquiera podrá conmigo porque solo a ti te entregaré mis armas.

martes, 12 de mayo de 2020

Sueños

Enmarcado en un sueño, avancé. El infinito me invitaba a mirarlo y sin duda volé tan alto como pude. Sensación de libertad que cruza mis sentidos. Ausencia de miedo a caer que justifica el camino. Vuelvo a encontrarme con mi desconocido preferido.

Despierto del noble arte de soñar. Energía renovada que silencia las nubes que me perseguían. Sol radiante que me llena de energía. 

Ya no tengo nada más que perder. Todo lo he ganado y perdido. Comienzo la reconquista de lo  que un día fue mío. Reverencia a mi sacrificio, nunca supe de donde ha salido tanto. Quizás no te merezco, quizás nunca tuve demasiado. 

Y sin más sensatez que aquél loco nocturno, mis pasos descalzos saludan al futuro. Ese que tanto temía de lejos, ese al que sonrío de cerca. No me arrepiento de mis actos, pues son solo míos. Ante mí rinden cuentas, yo soy su juez y verdugo. 

Hola luna nueva, arráncame del tedio y vuelve a llevarme lejos, donde nunca ha llegado nadie. Ese rincón en mi alma que aún no he explorado, lleva tu nombre tatuado pues es el sentido de mis sueños. 

Marioneta sin elección

Promesa de polvo que pronto el viento arrastró. Palabras huecas prendidas por la lumbre de la realidad. Miles de veces se prometió no volver y, de nuevo, aquella puerta lo saludaba.

Y mientras, un escudo cae al suelo e, indefenso, sigue avanzando sabiendo que tendrá que entregar tesoros. Hay drogas que con miradas  roban el sueño y se adueñan de almas.

Serpenteando entre unas sábanas de seda el pecado alarga la mano. Excita al aire con sus palabras caídas de sus labios color fuego. Eriza sentidos y dilata pupilas.

Viaje a un universo donde el lenguaje es el gemido. Explorador y explorado, solo hay que dejarse llevar. Lengua de diamante que acaricia la piel y atraviesa sentidos. Arañazos en la espalda, bocados en el cuello, explosiones no controladas.

Recoje el orgullo tirado en el suelo. Vuelve a sentir los hilos que ella maneja atados en sus muñecas. Marioneta guardada en el baúl hasta que vuelva a ser utilizada.

Portazo el salir, patadas al viento. Conciencia de estar en el mismo círculo vicioso, algún día lo romperá.  Dientes apretados y ojos color coraje. Nuevas promesas de polvo que sabe que el viento arrastrará.



domingo, 10 de mayo de 2020

Entre todos los mundos

Miro al horizonte y un nuevo amanecer se acurruca en mi mirada. Una suave brisa hace que el momento sea perfecto. Mi imaginación empieza a volar.

Vuela a un mundo imaginario donde el tiempo es solo una quimera. Donde todos envejecen o rejuvenecen a su antojo y nunca hay prisas por vivir. En ese mundo, cada día puedes vivir con una generación distinta, ser eternamente viejo o joven. Volver a pasar por experiencias y volver a cometer los mismos errores para reírte de ellos.

Vuela mi imaginación a otro mundo donde sin el  contacto con otra persona, te marchitas lentamente y desapareces convertido en polvo. Por eso, todo el mundo se abraza, todo el mundo se coge de la mano y todo el mundo se demuestra cariño. No existe la soledad y las penas duran lo que dura un abrazo.

Vuela a otro mundo donde solo existe la verdad y la mentira es una eterna desconocida. Nadie se siente culpable por decir lo que siente y nadie lo juzga. Existe la confianza plena y no hay que jugar al tedioso juego de apartar las palabras para ver si los ojos dicen la verdad.

Vuela un mundo donde no existe la pobreza. Hay comida y agua para todos y no mueren muchos por el egoísmo de unos pocos. Cada esquina huele a felicidad y nadie se siente excluido.

Después de un rato imaginando, elijo quedarme en este mundo que, aunque no es perfecto, es en el que estás tú. Y para mí, este mundo ya es perfecto.

Sin ti me pierdo

Se hizo el silencio y aún así no dejaba de oír tu voz. Un muro hostil nos separó pero podía escuchar tu corazón latiendo rápido, nervioso, solo.

Qué hubo de verdad en una mentira. Qué hubo de bueno en una maldad. Aquí sentado en la bruma solo te pedí sinceridad. Movimientos estudiados desde la oscura tempestad, ahora que vuelve la calma nada nos puede tranquilizar.

Siento la arena de todo lo que se ha roto resbalar entre mis dedos. Siento la lluvia de tus lágrimas resbalar por mi espalda. Siento tanto de fuera que por dentro me encuentro muerto.

El camino se ilumina y reconozco letreros. Esos que decían que nada sería eterno. Vuelvo a caminar desde la casilla cero pero esta vez sin energía, que sentido tiene perderlo.

Llantos al viento desde la otra estancia. Llantos que no perdonan un dolor ajeno. Llantos que comprimen corazones solitarios. Llantos que nublan el cielo despejado.

Rodilla al suelo y mirada ensuciada de remordimiento. Palabras vomitadas de verdad clavada en las ruinas del alma. Gracias por tu abrazo, por seguir en mi vida, por querer perdonarme y ser mi guía.

sábado, 9 de mayo de 2020

Despedida

Siéntate a mi lado y háblame de sentimientos. Esos a los que no les pones nombre, de los que repudias y miras a otro lado. Susurra tu alma los latidos de un momento en el que sin ti nada sería, en el que contigo todo tengo.

Enturbia la imagen de apellidos eternos, que manos manchadas tenemos todos de oscuros sentimientos. Y en las lagunas de tu alma un chasquido hace eco, de tus labios aún besando lo que un día parecía eterno.

No llores dulce alma, que de extremos estamos compuestos. Aletea sin vergüenza que se quede corto el cielo. Que la ausencia de sonrisas no rompa el momento. Y suspira tu esencia que con posos nos movemos.

Y en el atardecer de tu vida, no olvides estos momentos. Que sublimes fueron tus bailes y de lejos vieron tu fuego. Duerme sin miedo, que todos recuerdan las muecas en su alma que mejoraron sus recuerdos. Despídete viejo amigo, con un adiós no basta. Despierta en otro mundo que mi bandera ondea a media hasta.

viernes, 8 de mayo de 2020

El viejo cocinero

"lechuga, tomate, zanahoria..."el viejo cocinero repasaba la receta en su cabeza mientras sus manos se movían rápidamente entre todos aquellos ingredientes. Era una receta que había hecho mil veces, pero hoy era un día especial y nada podía salir mal.

El viejo cocinero era una persona muy seria pero simpática. Aunque cuando cocinaba se volvía irritante y con malos modos. Tenía un jovencísimo pinche al que le gruñía órdenes. El pobre muchacho apenas cobraba unas pocas monedas cada vez que cocinaba. Pero la comida que sobraba se la podía llevar a su casa donde el hambre se había instalado.

"Enciende el horno pinche" gruñó el cocinero en aquel día tan importante. Pero la mente del chico no estaba allí. "¡Que enciendas el horno maldita sea!" Gritó mientras lo empujaba bruscamente. El joven pareció despertar de un sueño y corrió para encender el horno. Pero pronto su mente volvió a viajar. Varias fueron las órdenes que el joven no atendió a la primera y el viejo cocinero temblaba de cabreo. Hasta que su paciencia rebosó y le dio un golpe en la cara.  Este calló al suelo golpeándose la cabeza y haciéndose sangre. El viejo cocinero se sorprendió por lo que acababa de hacer, se paró un segundo y siguió cocinando sin hablar.

El viejo cocinero había terminado. Le llegaron noticias de que el plato le había encantado al rey y toda su corte, pero no se sentía orgulloso. Cogió al chico del brazo y lo sentó en unas escaleras del patio. Quiso saber qué demonios le había pasado en un día tan importante. Con marcas de sangre aún en la cara, el chico le respondió que su madre estaba muy enferma. Que hoy la iban a operar y que si le pasaba algo ni él ni sus hermanos tendrían con quién quedarse. El viejo cocinero sintió como un golpe en la boca del estómago. Aquel pobre muchacho estaba allí, haciendo todo lo posible para ayudarle mientras su madre estaba tan grave. Lo mandó para su casa con la promesa de que ya hablarían.

La operación había salido bien y el joven cuidaba de su madre y hermanos en casa. Un día, llamaron a la puerta y allí, plantado con miles de bolsas, estaba el viejo cocinero. "No puedo dejar que le cocines a tu madre, la vas a intoxicar. Hoy vais a comer un menú digno de un Rey". El viejo cocinero ayudó cada día con la comida a aquella familia y le enseñó al joven todas sus recetas.

Pocos años pasaron cuando al viejo cocinero le empezó a robar sus recetas la edad. Poco a poco las fue olvidando. Con mucho sigilo y sin que apenas se diese cuenta, el joven cocinero hacía las mejores recetas junto con el viejo cocinero añadiendo los ingredientes que él iba olvidando, intercambiándose el papel de alumno y maestro. Durante años, y hasta que ya no pudo más, hicieron cada día la misma receta como si fuese nueva. De esa forma, alimentaron el cuerpo y el alma.


miércoles, 6 de mayo de 2020

Goteo de lecciones de la vida

Cuando el dolor inicial de la derrota termine, sonríe. Pues has aprendido una valiosa lección que enriquezerá tu vida y destapará esencias de ti que desconocías. Nacerá una persona mejor.

No dejes que la victoria se convierta en una venda que tape tus ojos. Debes ser agradecido y huir de los consejos de la euforia. Guarda la satisfacción y disfruta del momento. Porque hay victorias con sabor amargo y derrotas dulces.

Usa el diccionario de la verdad en cada momento. Endulza las palabras con cariño pero sin dejar de señalar lo que tus ojos ven. Serás querido por pocos, pero lo harán por lo que eres y no por una imagen de lo que quieren que seas. 

Habla contigo mismo. Escucha lo que tienes que decir. No dejes que la frustración sea un velo entre lo que eres y lo que quieres ser. Escribe, pinta, baila, canta... Usa una válvula con la que poder expresarte sin palabras. 

Construye una habitación en la que guardar verdades desagradables y visítala cada día. Todos alaban estas verdades pero nadie las adopta. Por mucho que pinchen, son dichas por labios que te quieren y debes controlar tu impulso de huir de ellas y mirarlas con ojos ajenos. Recuerda que es lo que tú harías.

Vive en el mundo del presente y dibuja tu camino. De nada sirve vivir en el futuro pues nunca llega. Vivir en el pasado no alimenta. El mundo de los sueños hará que te emborraches y acabes herido en el mundo presente. Visita cada uno de estos mundos pero sabiendo en cuál está tu vida.

No dejes que la envidia te envenene y no te conviertas en su marioneta. Es un maldito virus que arrebata felicidades y siembra tempestades. No creas en hologramas que te disfrazarán de lo que no eres. 

No tires el perdón a la basura cuando el daño te visita. Recuerda que hay personas por encima de todo y su querer todo lo cura. Patalea, llora, maldice... Pero cuando la tormenta haya pasado abre la enciclopedia del perdón y olvida esa herida que pronto sanará.

No falles a las promesas que regales pues son un cofre vacío en el que la gente deposita las esperanzas en ti y cierran con el candado de la confianza. A cambio recibirás las llaves para abrirlo que tan difíciles son de encontrar.



martes, 5 de mayo de 2020

Buscando la valentía

Sintió mucho su pérdida. Sentado en una piedra en el camino reflexionó sobre el presente. Le daba miedo plantearse el futuro, una nube negra nublaba sus ojos cuando imaginaba lo que el mundo le podía deparar.

Buscó entre sus bolsillos recuerdos con olor añejo. No le gustó lo que vio, pues era solo la verdad. Pinchada la burbuja que lo había protegido tantos años, quiso llorar.

Supo que ese momento sería importante pues su vida exigía una decisión que había escondido tan profundo que no la encontraba. Volvió a sentir su pérdida.

Empezó a buscar señales en el viento, en el suelo, en el paisaje... Pero todo le escondía una respuesta que solo en él podría encontrar.

Con el suelo como marco para sus pensamientos, recordó el pasado con ella y lo fácil que era todo con su compañía. Aún no sabía en qué momento había perdido la valentía y con tristeza siguió recordando.

Creadora de sueños

Madre de todo lo bueno, viertes tu sonrisa sobre mis penas como una fuente de agua clara. Bendecida por la nostalgia de la eterna belleza, adoro tus cantos de sirena.

Adormeces el odio y sentencia la locura con tu manto de caricias cálidas que abruman mi negatividad. Sonrisa egoísta que nada deja escapar.

Cocinas un sueño por cada palabra que tus labios entonan. Guías al universo en una danza que solo tú comprendes con la facilidad de un suspiro.

A veces la luna te envidia y le devuelves compasión. No albergas esperanza de superioridad y sufres con lo bueno que produce tanto mal.

Cielo sin estrellas cuando tu mirada se nubla. Baile sin música cuando tu sonrisa se oculta. Corazón sin latidos cuando hay lagunas en tu locura.

Hechizo de tus ojos que hipnotiza certezas. Nunca estaré seguro sin el abrigo de tu piel.

lunes, 4 de mayo de 2020

Historia de una batalla

- ¿Qué sientes?

- Dolor. Mucho dolor. Pero está muy profundo, entre aquellas llanuras de las pesadillas y los rincones oscuros de las mentiras.

- ¿Cómo lo has superado todos esto años?

- No lo hice. Mis hombros han cargado con ese peso desde el principio. Era más fácil. 

- ¿Qué cambiarias?

- Me gustaría ser más valiente. Enfrentarme a ese dolor de ojos verdes y herirlo de muerte. Es mi vida, mi templo, y aquí mando yo... Sin embargo habito en una pequeña casa derruida pudiendo vivir en ese precioso castillo. 

- ¿Y quién vive en ese castillo?

- El miedo. Es un tirano que me atormenta. Feroz y poderoso me atenaza y secuestra mis palabras. Desnudo ante él, no puedo hacer nada.

- ¿Te sientes orgulloso? 

- Por supuesto que no. Sueño con espadas y victorias, con miradas al cielo y coraje en mi corazón. Pero ese día nunca llega. Siempre lo guardo para el futuro cada vez más lejano. Por cierto ¿Quién eres?

- Soy la parte valiente de ti, soy tus ganas de vivir sin miedo, soy tus sentimientos cansados de fingir que no existen, soy todo aquello por lo que merece la pena levantarse y luchar, soy la benda que cubría tus ojos y las cadenas que te ataban... Soy quien quieres ser.

- ¿Y qué quieres de mí?

- Quiero que no te sientas solo. Que dejes de vivir en las nubes de lo que te gustaría ser y que por fin seas. Que no arrugues la frente de resignación y sí la cara con una sonrisa. Quiero que sepas que puedes, que es tu vida, tu destino y que por dios luches por ti. Que si alguien se lo ha merecido eres tú y sólo así podrás ser mejor de lo que ya eres...

Comienza la batalla.



domingo, 3 de mayo de 2020

Entre todas las vidas

En aquel árbol plante tu recuerdo. Las raíces llegaron hasta lo más profundo de mi corazón y soplé un sentimiento enquistado que no me dejaba respirar.

Besé aquel momento y sentí como mis labios sufrieron con tu ausencia. Solo supe esperar mientras estabas a mi lado. Y ahora me ahogo si mis pies paran.

Escarbar en vacío. Buscar en la nada. Alegato de la desesperación que busca tu alma. La has escondido a mis ojos pero mi corazón se aprendió tus latidos.

Entre miles de ojos te encontraré y sabré que es tu esencia con distinto envoltorio. El espejo nunca me mintió y allí, en lo más profundo del reflejo, te abrazaré.

Oda a tu alma, sentimiento perdido. Escuchas la música que te canta el olvido. Y en este mismo momento, con los dioses como testigo, te regalo mi alma entera, porque sin ti nada tiene sentido.

sábado, 2 de mayo de 2020

El futuro ya no es lo que era

Las hojas del calendario se derramaron  como una cascada sobre mi piel. Cambié energía por sabiduría sin que nadie me diese elección. Vuelta al pasado cada vez más lejano. Se presenta el miedo a olvidar lo que un día fui.

Dónde he dejado aquellos años salvajes y las experiencias añejas. El espejo miente cada vez que me enfrento a él. Intento huir de las arrugas pero nunca soy tan rápido.

Siempre vivo en el lado más ideal de mi recuerdo. Pero los años se cuentan por decenas y me he convertido en el viejo que criticaba siempre. Moda que no sigo, palabras que no comprendo, tecnología de otra época.

Mi mente y mi cuerpo se dejaron de hablar. Volver al quiero y no debo. Martilleo incesante cada vez más intenso.  Decisiones cuestionadas olvido ponerme en la mirada del momento. Quizás fui tonto o sólo un inmaduro. Quizás en un futuro me arrepienta del ahora.

Encontrando la felicidad en los resquicios de mi futuro. Mucho camino me queda por andar y ahora sé que nunca estaré solo. Sonrisa sincera y mente sensata. Cada década tiene su encanto y pienso disfrutar en cada una de ellas.

viernes, 1 de mayo de 2020

Arrepentido

Sentía bajar la saliva como un trago de amargo veneno. Los sentidos me traicionaron y volé con mi alma a las llanuras de la eterna juventud que aún guardo en mi interior.

Escuché el silencio como la única música que me podía tranquilizar y empecé a soplar odio. Me vuelvo un globo que se pincha y lentamente recupero mi forma cálida y con sentido. Ahora puedes buscar en mi interior, todo tendrá su sitio. 

Adormecida la fiera cierro con la llave que volveré a perder. La realidad me avisa que me volví a equivocar y el suelo hace prisionera a mi mirada. Quizás sea tarde para aprender. Quizás nunca nos llegamos a conocer.

Palabras que me acarician como bendiciones. Me siento como un cachorro arrepentido. La bondad me envuelve herida por mis estocadas. Ojalá pudiera convertir el duro dolor en fina arena y que el viento se la lleve.

Sentimientos con poso de sabiduría, nunca más se deberá repetir. La injusticia sin maldad no debe mover mis hilos. Recojo mis cristales rotos y anuncio una nueva era, ojalá que sea eterna.

Cierro los ojos y vuelvo a empezar. Una sonrisa de paz adorna mi rostro. Quizás no sepa todo lo que he aprendido, pero agradezco haberlo vivido.