sábado, 31 de julio de 2021

Y por fin vi una luz

 Encierra la revolución, deja que se duerma bajo el dulce canto de la reflexión.

Enturbia al silencio que yace bajo los flujos salados de un amor incombustible, de un sendero marcado por lo inevitable. 

Sacude la memoria negativa de un deseo que renace. De unas cenizas que vuelan empujadas por la brisa de un sueño. 

Está vez sí puede ser, debe ser. Las luz que baña tus anhelos parece que es sincera. No caigas en la noción del atormentado, de lo ruín y lo malvado.

Besa la estrella que alumbra tu rostro y deja atrás tu oscuridad. Agradece sus palabras claras, sus caricias marcadas en tus heridas, su tiempo para escuchar tus rotas plegarias. 


 

jueves, 29 de julio de 2021

El universo en una gota de agua

 Paseando por la playa una noche cualquiera, miraba las estrellas ausentes de contaminación lumínica. Qué belleza tan sobrecogedora. 

En ese momento me tropecé y me fijé en el increíble mar de arena por el que iba caminando y me pregunté ¿Habrá más estrellas en el universo o más granos de arena en nuestro planeta?

Después de mucho indagar, descubrí que hay muchas más estrellas en el universo que granos de arena en la tierra. 

Continué con mi investigación y lo que realmente me dejó impresionado es que en una gota de agua hay más moléculas de vida que estrellas en todo el universo. ¿Cuántas moléculas de vida habrá en todos los océanos de nuestro planeta?

Se podría decir que un universo cabe en una gota de agua. 



martes, 27 de julio de 2021

Contra el muro arcoiris

Lo supo desde el principio, pero lo ocultó tan profundo como pudo, incluso para sus ojos. 

Cualquier indicio que demostrase que no  era normal lo sesgaba de su mente añadiendo la palabra locura a su vocabulario. 

Se disfrazó de alguien que no conocía, pero que caía bien. Usó frases y gestos que creyó eran los mejores, y funcionó. Pero la felicidad no residía en su mirada.

Un día en el que el alcohol y las risas debilitaron sus defensas, abrió su corazón a su mejor amigo. Le contó lo que sentía por él y usó la palabra amor. No lo pensó dos veces y besó sus labios, acarició su pelo. Pero un empujón respondió sus gestos cariñosos, fueron la respuesta a su sinceridad. 

La voz corrió como el veneno y pronto todos supieron de su secreto. La risa y la burla aumentaron tanto como su vergüenza. No duró mucho más y huyó tan lejos como pudo, donde nadie lo conocía. Y comenzó a gestar un corazón de hierro y hielo. Donde nadie le haría daño, donde los pocos que llegasen serían para quedarse. Dejó de ocultar quien era, una de las mejores personas que jamás conocerán.


lunes, 26 de julio de 2021

Enamorado de la velocidad

 Volver a sentir esa potencia vibrando bajo mi cuerpo. Cogí el manillar y aceleré suavemente. Ese sonido a bestia encendía mi adrenalina, dilataba mis pupilas. 

El viento golpea fuerte mi cuerpo. El paisaje cada vez pasa más rápido hasta que ya apenas importa. Solo soy consciente de la velocidad cuando adelanto a otro enlatado de cuatro ruedas. Mirando a través de una ventana que envuelve mi cabeza y siento que salva mi vida. 

Velocidad, cada vez más. Peligro, cada vez menos consciente. Por fin llegan las deseadas curvas que se enlazan entre sí y empiezo a sentirme que vivo en el extremo. Adoro mi vida, que no acabe ese momento. 

La última vez que miré el velocímetro marcaba cifras de más de tres dígitos en zona de dos, pero no podía parar ahora. El asfalto rozando mi rodilla, el olor gasolina que aún perdura... Y todo se volvió negro. 

Apenas pude abrir los ojos. No sé qué había pasado, solo vi sangre, lágrimas y caras desencajadas. Lo último que oí fue un pitido continuo. Lo último que sentí, un golpeó rítmico y profundo en mi pecho. Un muro de duro acero frenó mi éxtasis, acabó con mi vida y fabricó una pesadilla eterna para los que se quedan. Y tan solo tenía que  dejar de acelerar. 




sábado, 24 de julio de 2021

Simbiosis

 El barco era nuevo, joven e inexperto. Le gustaba sentir el viento empujar sus velas y surcar las olas tan rápidamente como podía.

 Pero no todo era perfecto. El joven barco odiaba el ancla que llevaba siempre a bordo. Le impedía seguir navegando cuando no estaba cansado. No podia decidir cuándo salir o parar. Y cada día lo aguantaba menos.  

Cierto día, cuando menos lo esperaba, el barco se dió cuenta que el ancla no estaba sujeta a su armazón porque la estaban limpiando. Sin pensarlo dos veces, aceleró y navegó tan lejos como pudo. Durante horas estuvo disfrutando de su libertad sin parangón. Hasta que se hizo de noche y decidió descansar en una pequeña cala oculta y tranquila. 

Cuando se despertó no sabía dónde estaba. Mientras dormía había seguido flotando sin nada que lo retuviese y ahora estaba irremediablemente perdido. ¡Qué demonios iba a hacer ahora?

Pasaron los días, las semanas, los meses... La desesperación se había apoderado de su espíritu pues no podía estar parado en un solo sitio. Tenía miedo de dormir ya que no sabía dónde se iba a despertar y la locura empezó a llamar a su cordura. 

Un día, sin saber cómo, apareció en el muelle donde había abandonado a su ancla. La miró y le dijo.

- Siento haberte abandonado. Te necesito para poder estar quieto en este mar incesante - dijo el barco.

- Yo también te necesito. Sin ti solo soy un trozo de hierro. Contigo soy un ancla que recorre el mundo y descansa en zonas que nunca nadie ha visitado. 

Así que juntos retomaron una profunda amistad en la que ambos se necesitaban. 






miércoles, 21 de julio de 2021

Alma

 Cómo no enamorarme de esos gigantes ojos adornados con montañas de inocencia. Descubriendo cada segundo por primera vez. Cosechando corazones con cada pataleo. 

Cómo no enamorarme de esa sonrisa sin significado. Con esa burla inconsciente goteando sobre mi coherencia. Con tu cuerpo diminuto que se convierte en lo más importante de mi universo. 

Cómo no enamorarme de tus gestos involuntarios. De tu egoísmo provocando mi atención. De tu nombre que secuestra mi alma. 



lunes, 19 de julio de 2021

El cuadro

 Miré aquella roca imponente y me imaginé sentado en ella. Allí podría ver el lejano horizonte donde el sol juega al escondite con la tímida luna, que pocas veces se deja ver en su plenitud. Vería el inmenso valle verde, bañado por un zigzagueante río que bañaba de vida aquellas tierras. Me imaginaría poder volar y acariciar el suave manto de aquellas copas de árboles que parecen bailar al unísono mecidos por el viento. 

Cerraría los ojos y sentiría la brisa acariciar mi rostro, jugar con mi pelo, abrazar mi cuerpo. Disfrutaría del aroma lejano que devolvería la memoria a mis sentidos y me perdería en las vidas más diminutas con su incansable supervivencia. 

Transportado más allá de la imaginación, me dolió tener que regresar a la realidad de un pasillo perfectamente iluminado. Había viajado al interior de aquel cuadro y me había perdido en un mundo inventado. Quise regresar a mi punto preferido, aquella roca, así que compre el cuadro para perderme siempre que lo necesitase.



Atracción

 No era solo una mirada, ni un olor, ni un tacto, ni un cuerpo. Era algo más que conectaba los sentidos como si de un interruptor se tratase. 

Sentir que el alma se quiere adelantar al cuerpo. Que el fuego comenzó a avanzar desde muy dentro y solo puede acabar de una manera. 

Saliendo por la puerta de la locura, escondidos a la luz de otras miradas, cantamos las canciones que retumban en el infierno. Seguidos por el ritmo de golpes secos mojados con sudor. 

Por fin todo tiene el sentido perdido. Al fin hicimos lo que los dos quisimos. Cansados por una buena causa, solo un cruce de miradas nos separan de regresar al éxtasis. Que bello es saber que todo acabará para comenzar de nuevo. 



viernes, 16 de julio de 2021

La mayor crueldad de Dios

 Cada mañana se levantaba antes que el sol. Recogía sus doloridos huesos del colchón y anhelaba los años que habían dejado unos terribles surcos en su piel. 

Cogía a su inseparable compañero de madera y salía a dar el paseo de siempre que cada día costaba más y más. 

Sentado en una esquina detestaba el superpoder de ser invisible que la edad le había regalado. Una palabra amable, un gesto cariñoso. Pequeños detalles que significaban tanto y que ya apenas recibía. 

Se despidió del día con una mueca de tristeza sabiendo que mañana sería igual que hoy. Sabiendo que el futuro nunca más volvería a ser incierto. Sabiendo que su final a pocos le iba a importar. La mayor crueldad de Dios fue inventar la vejez.



La memoria de las heridas

 A través del reflejo, observo dos siluetas. Una tiembla de miedo, la otra intenta que no se vea. 

Esperamos a que el tiempo recorra el sendero que nos lleve a una respuesta, más áspera que dulce, pero una respuesta al fin y al cabo. 

A través del espejo unas lágrimas conquistan sentimientos. Sentados en silencio, solo escuchamos nuestros pensamientos. 

Las imágenes que nunca veremos se agolpan en nuestra imaginación. Siniestra faceta que recuerda un pasado que nunca se fue. Maldigo la memoria de las heridas. 

A través del espejo un alivio con forma de respiración empaña mis miedos. Todo sigue como siempre, todo queda en un mal momento. Me despido del reflejo de lo que pudo haber sido, y gracias al destino, puedo seguir atesorando momentos.



martes, 13 de julio de 2021

Amor real

 La bella princesa fue educada en las rígidas creencias que durante tantos siglos fueron inalterables. Convencida desde su más tierna infancia que debía casarse, tener hijos y que sólo así alcanzaría la felicidad. De esta forma comenzó a andar el camino que le habían impuesto. 

Pasaron los años y las normas no escritas dictaron que ya tenía edad para contraer matrimonio, los sentimientos vendrían después. Con la ilusión de estar haciendo lo debido comenzó a conocer pretendientes. 

Las semanas, los meses y los años se iban cayendo del calendario y ninguno parecía ser del agrado de la joven princesa. Siempre había una boca, unos ojos o un cuerpo que la disgustaba y rechazaba al pretendiente con un gesto de profundo asco. Sus padres se comenzaron a preocupar ya que no comprendían que no escogiese a un pretendiente cualquiera, total, solo era un matrimonio. 

La princesa decidió ser ella la que saliese en busca de un marido y fue a visitar los reinos cercanos dando igual su tamaño o importancia. A veces sentía que iba mendigando que alguien aceptase su corazón. Su ideal de matrimonio perfecto comenzó a tambalearse, pero ella lo seguiría intentando.

La princesa comenzó a cuestionarse lo más básico de sus creencias y sin darse cuenta, comenzó a mirar a su alrededor. Vio que sus sirvientes se casaban entre ellos siguiendo otras costumbres distintas. Se casaban porque se gustaban, después de conocerse durante un tiempo. Veía que después de algunos años de matrimonio, hacían vida juntos e incluso parecían felices. La princesa suspiró dejando escapar la inmadurez que durante años la había cegado. 

Un día, le dijo a sus padres que dejaba de buscar un marido. El matrimonio había dejado se ser una prioridad. Fue difícil pero comenzó a vivir arrancando las profundas raíces de unas creencias plantadas desde la infancia. Y así comenzó a reinar, siendo la primera reina soltera. 

Los años pasaron y pasaron y el amor había anidado en las antípodas de sus anhelos. Tenía la creencia de que nunca se casaría, pero ya no le importaba. Hasta que un día, un comerciante pidió reunirse con la reina soltera para poder ofrecerle un producto que jamás había imaginado, otro más pensó ella. Pero cuando lo vio entrar, sintió como su corazón se le salía del pecho y su respiración se helaba. A él le ocurrió lo mismo. Después de unas palabras vacías y sin sentido, decidieron hablar sin palabras y se miraron fijamente a los ojos. El amor había nacido y poco después se casaron. 

Viendo su vida con la perspectiva que da el tiempo. La princesa se dio cuenta que el amor solo llega cuando no se necesita, cuando no se busca. Aprendió a vivir con su soledad y se aceptó tal cual era, comprendió que fue en ese momento cuando comenzó a estar preparada para el amor. Fue la reina más feliz que jamás había habitado en ese reino. 



viernes, 9 de julio de 2021

Adiós Samuel

Era tan sencillo como parar, respirar profundo y hablar. Era tan sencillo como ser consciente de que no hay nada que demostrar, que un acierto o un error lo tiene cualquiera. Era tan sencillo como admitir que tu enemigo espontáneo tiene una familia que lo quiere y no querrá que nada le pase, lo mismo que a tu familia. 

Has acabado con la vida de la alegría, con una tierna sonrisa, con la fantasía en la mirada. Has arruinado tu vida en un segundo donde espero que cuatro paredes sean tu futuro lejano y así poder arrepentirte eternamente de la vida que has arrebatado por querer ser más hombre que nadie.

Solo espero que el pobre Samuel pueda descansar eternamente con tantas lágrimas goteando encima de él. 




jueves, 8 de julio de 2021

La mejor de las tormentas

 Con la mirada cargada de ilusión y felicidad no disimulada, miras lo que debe ser una enorme piscina a tus ojos. Los nervios te invitan a danzar sin ritmo. Una sonrisa nerviosa sale de lo más profundo de tu diminuto cuerpo mientras te quito la ropa a duras penas. 

Por fin pisas aquella agua que a duras penas roza tus rodillas y con mucha cautela empiezas a elegir el juguete con el que disfrutar del baño. Lo levantas, lo tiras y lo vuelves a levantar. Una forma inconsciente pero efectiva de mojar tu piel con olor a canela. 

Pero pronto la paz se convierte en tormenta. Tormenta sin truenos ni rayos, pero que me va empapando de forma inevitable. No calculo tus movimientos, apenas veo tus brazos moverse cuando ya siento el agua recorrer mi espalda. Decido descubrir mi torso, pero ya es tarde. No consigo frenarte y cada vez estoy más empapado. Intento regañarte pero tu risa apaga mi fuego. Río contigo y me da igual romper la eterna norma del "no eches agua fuera".

Los dos reímos y jugamos sin darnos cuenta que el tiempo ha acelerado su ritmo. El cansancio hace mella en ti y prefieres seguir jugando fuera. Siento mi ropa empapada y empiezo a ser consciente de la magnitud del desastre. Mi cerebro elabora un plan para exculparme... Lógicamente infructuoso. 

Abrazados en un rincón del enorme sofá sentimos cómo la energía se evapora, dejando cerrados nuestros ojos y así viajar a la eternidad de un sueño junto a ti. ¿Puede haber algo más maravilloso?



miércoles, 7 de julio de 2021

El muro de mi verdad

No olvides las huellas que tus pies dejaron al pasar por el dolor. Son la prueba más fehaciente de que una victoria se consigue incluso perdiendo. 

No te encierres tras una frase bonita que destruya defensas. Muéstrate sin complejos ni discusiones. No temas a sufrir, es algo que te hará sentir más vivo. Mira a la tormenta sabiendo que acabarás empapado. Pero justo detrás, estará el sol esperando. 

Aprender a leer momentos. No todos son iguales, no siempre son perfectos. Siente, reflexiona y cambia. No huyas de la novedad con cáscara distorsionada. Quizás encuentres más de lo que necesitas en la cabeza de un alfiler que en un universo vacío. 

Entrena tu oído y que se comunique con tu corazón. De ahí saldrán las palabras más bonitas que jamás puedas regalar. Y no solo ayudarán a los ángeles que te piden consejo, también servirán para que agrandes el aprendizaje sobre ti mismo. 

Sacude el polvo de las ruines palabras que definen tu esencia. No eres el que eras y pronto llegarás a ser quien soñaste. No guardes en cajas fuertes tu descripción y conviértela en humo que puedas moldear y cambiar. Serás aprendiz del destino, sendero para el caminante, el último recuerdo del que se va. 


lunes, 5 de julio de 2021

Te dejo ir

 Cada día recibo el duro golpe de tu recuerdo. Año tras año, incesante, vuelve el desazón de lo incomprendido. De un segundo que giró la vida de muchos y el rumbo de todos. 

Claro que te he llorado, claro que me he desangrado en recuerdos y algún que otro reproche. Claro que lo daría todo porque estuvieras aquí.

 Pero la vida ha seguido y aún siento el peso de tu ataúd sobre mi hombro. He intentado correr una carrera con la enorme piedra de mi dolor atada al tobillo. Tenía el mundo entero para comérmelo y al final he sido comido por el mundo entero. 

Sentía que algo moría en mí si intentaba superar que nunca volverás. Eterno castigo impuesto por mí mismo. Un río incesante que sala mis mejillas y adorna mis escritos con un tinte melancólico que a veces hasta olvido. 

Papá, te dejo ir, te tengo que dejar ir. No puedo seguir viviendo mi vida a través de tu recuerdo. A través de mi dolor. Me he ganado el derecho de ser feliz después de soportar tanta tristeza en mis venas. Prometo dar lo mejor de mí aprendiendo lo mejor de ti. 



El curso de un río

 Acepto mis incongruencias

Acepta tus oídos tapiados ante una verdad que conoces

Acepto el miedo que vive en mi 

Acepta el daño que provocas 

Acepto que hay varias verdades y todas con diferentes rostros 

Acepta que no puedes prohibir que el río siga su curso

Acepto el uso irresponsable de mis juegos

Acepta que la felicidad solo tiene una sonrisa con dientes separados 

Acepto mis errores 

Acepta los tuyos