martes, 31 de agosto de 2021

Algo que había perdido

Se escuchó un llanto atronador en mitad de la noche, de procedencia desconocida. Al principio intentó ignorarlo, pero pronto se hizo más y más fuerte. Desesperado, comenzó a buscar por todos los rincones. 

Era desesperante ya que daba igual si buscaba más lejos o más cerca, la intensidad siempre era la misma. Entonces una idea golpeó su mente y pensó "¿Y si el llanto procede de mí?"

Se sentó tranquilamente y cerró los ojos. Allí, en el rincón más oscuro, encontró un diminuto cuerpo tembloroso y temeroso llorando a pleno pulmón. Se acercó suavemente y preguntó:

- ¿Qué te ocurre, por qué lloras así?
- Porque hace tiempo que has muerto y aún no te has dado cuenta. 
- ¡¿Cómo, que he muerto?!
- Sí, has dejado de sonreír, has dejado de bailar sin motivo, has dejado de contar chistes con los que nadie se ríe... Has dejado de ser tú para ser otra persona que nadie conoce, ni siquiera tú, pero ahí sigues, como si nada hubiese pasado. 
- Pero... ¿Y qué puedo hacer?
- Buscarte. Encuentra todo aquello que te hacía único y vuelve a ser el que nunca debiste dejar de ser. 

Abrió lentamente los ojos, suspiró profundo y supo que tenía una difícil tarea por delante. Sabía que tendría que luchar contra todas esas realidades que le habían robado su esencia, pero también sabía que podría hacerlo, debía hacerlo... Y una sonrisa dibujó su rostro después de tanto tiempo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario