domingo, 31 de octubre de 2021

Ensoñación

 Hubo una vez un corazón acorazado, un beso improvisado, un latido que resucitó.

En las marismas acolchadas de un letargo olvidado un gusano escapó. Sin rumbo ni sospecha en una armadura oxidada se coló. Rompiendo rutinas y conciencias. Destrozando pilares y creencias. Nunca se convirtió en quizás, y éste en excepción lógica. 

Manantiales de besos y sonrisas abrumadas por esquejes de miradas. Caricias que sanan heridas delicadas que convierten en real un pasado en letargo. Un olvido inconsciente. Un futuro que perdió el tren. 

Pupilas como agujeros negros. Abandonados en una partida sin guión, en la que desechas la conciencia, la religión y te quedas solo con lo peor de ti. Abrazado a la fe y la suerte, así te encontraron. 

Respiras el vacío que acaricia tu piel. No hay nada más vacío que tú propia sombra. Abandonas el naufragio de tu corazón y comienzas a sonreír pues el círculo se ha roto. Ahora solo queda construir una vida.



viernes, 29 de octubre de 2021

La estatua y sus metas

Sentado en la sombra más oscura, al lado del único rayo de sol, intentaba refugiarse de profundos lamentos. 

Una enmarañada capa de ideas untadas con pensamientos aliviadores sirvieron para tapar heridas pasadas, algunas presentes y motivándolo para el futuro. 

Dijo basta tan fuerte y tan alto que solo él lo escuchó. Se puso en marcha tan rápido y con tanta intensidad que ni siquiera se movió. Todo estaba en su mente, ese mundo paralelo que dibuja rastros de un ser al que le gustaría llegar, pero que siempre se escurre entre las rendijas de la realidad. 

Dio un paso muy corto, muy leve. Y sonrió profundamente. Vio que era posible, comprobó que él también podía. Dejó de ser una estatua inmóbil pero con vida. 

Comenzó su viaje, ese que su alma había emprendido hacia lustros. Y siguió indefinidamente moviéndose cada día más y más. Dejó de ser la estatua que paralizaba sus sueños para convertirse en la persona que los hacía realidad. 


Te quiero

 Hay te quiero que nublan.

Hay te quiero que disipan.

Hay te quiero que apuñalan.

Hay te quiero que enmarañan. 

Hay te quiero que despejan. 

Hay te quiero que saltan las lágrimas.

Hay te quiero que curan heridas.

Hay te quiero que rescatan.

Hay te quiero que dan luz.

Hay te quiero que la apagan. 

Hay te quiero que destrozan.

Hay te quiero que se olvidan. 

Hay te quiero que duelen.

Hay te quiero necesarios.

Hay te quiero ordinarios. 

Hay te quiero ensangrentados. 


Y por todo esto, yo te grito TE QUIERO. 








lunes, 25 de octubre de 2021

El marinero

Cuenta la leyenda que un pescador comenzó a remar en su diminuto bote en mitad de un inmenso océano. Remaba y remaba, pero apenas avanzaba. 

Cuenta la leyenda que ardían sus brazos del esfuerzo. La respiración se entrecortaba. Su visión, del esfuerzo se nublaba. Pero las olas y la corriente eran demasiado fuertes. 

Cuenta la leyenda que quiso rendirse y soltar los remos. Las manos le dolían. Con el agua salada, las heridas escocían. Y ya no podía hacer más. 

Cuenta la leyenda que tumbado recibió a la noche y pudo ver cómo las estrellas se reían. Enojado y furibundo, volvió a coger los remos con ainco y determinación. Quiso remar como el primer segundo, pero el dolor lo frenó. 

Cuenta la leyenda que la luna sintió pena, y con dulzura le habló. Le dijo que no luchase, que se parase y pensase en qué dirección estaba remando y se entregase a la corriente que era su objetivo. Esa que lo llevaba a su hogar, a su lecho, a los brazos de ella que era su destino. 



domingo, 24 de octubre de 2021

Ella

 Escondida tras su mirada, oculta su esencia tras una sonrisa angelical. No descartes que sea una ladrona que se apodera de corazones ajenos, aunque nunca nadie ha osado denunciarla. 

Ella es cautiva de su belleza, prisionera de su locura, heroína de los que beben sus movimientos al pasar envuelta en genuina elegancia. 

No existe un "para siempre" en su vocabulario, pues ella cree que el futuro es un ogro que debora la esencia del presente devolviendo a cada segundo atroz vulgaridad.

Ella te ha conquistado pero aún no lo sabes. No intentes huir, pues se ha colado en tu memoria. No luches contra la evidencia, pues solo servirá para hacerte más pequeño cuando te des cuenta de su grandeza. Solo relájate y disfruta porque no todos los días se conoce a un ángel.



miércoles, 20 de octubre de 2021

Tú mirada

 Hay miradas que inundan el cielo de oleadas de estrellas con luz infinita, lejos de lo mundano, reinando sobre lo cotidiano. 

Hay miradas que escapan de la rutina, acechan a la cordura y saltan al vacío de la locura. 

Hay miradas que secuestran deseos, someten anhelos y no las puedes dejar de amar. 

Hay miradas que se convierten en luciérnagas en la máxima oscuridad, que entonan canciones sin letra ni música, que marcan un camino jamás imaginado. 

Hay miradas que salvan rutinas, destruyen calvarios, incendian la tempestad. 

Hay miradas por las que merece la pena dejarse morir para resucitar.



lunes, 18 de octubre de 2021

Nació un deseo

 Entre el sueño y la locura. Entre lo mundano y lo cotidiano, se escondió un deseo que nació inerte. Tan lejos del sentimiento atroz que a veces quema el pecho, que nunca pensó que pudiese llegar a ser tan intenso, tan presente. 

Poco a poco fue creciendo y creciendo y jamás quiso detenerlo. Lo alimentó con pequeñas dosis de posibilidades y pensó en darle algunas oportunidades. Y jamás defraudó. 

Sintiendo su calor y el vacío adictivo que genera la adrenalina, alineó sus astros para que fuese real, para que pudiese volar. Y así lo hizo. Voló tan alto y fue tan bonito que ocupó un lugar de privilegio en su caja de recuerdos mágicos. 




jueves, 14 de octubre de 2021

Vejez. Divino tesoro

La anciana miró sus manos temblorosas y el recuerdo le dibujó en su memoria aquellos años en las que se veían jóvenes, sin manchas y firmes. 

La anciana se dio un corto paseo por el pasillo de su casa sintiendo punzadas de dolor en las rodillas, en la cadera, en la espalda. Legado de toda una vida de duro trabajo. Se miró en el espejo y recordó la primera vez que se miró en él. Era una joven llena de vitalidad, con una espalda recta y una postura envidiable. 

La anciana quiso leer un libro que para que su imaginación viajase a confines donde ella ya no podía. Enseguida se dio cuenta de que su vista nublada no le permitiría iniciar la lectura. Recordó los años en los que su mirada podía compararse con la del lince y como lentamente la fue perdiendo. 

La anciana se sentó al lado de la ventana que daba al bullicio de la calle. En una mesa pudo observar las fotos de toda una vida. Pudo ver a su difunto marido de nuevo. A todos sus hijos con sus indomables nietos. A sus hermanos y padres. Y fue entonces cuando agradeció tener la edad que tenía ya que había conseguido vivir una vida completamente plena, con una familia maravillosa y podía vivir para disfrutarla. 


miércoles, 13 de octubre de 2021

Acogida

No quería imaginar la inmensidad y profundidad de aquel dolor. Su corazón se oprimía en un latido rodeado de espinas, imposible no sangrar. 

Después de varios años de enorme felicidad, bañando cada rincón con sonrisas y juegos. Con avances y retrocesos. Sintiendo cada noche que han aprendido el uno del otro volviéndose cada vez mejores personas. Pero llega el final más injusto, más inesperado. 

¿Qué le dices la última vez que las miras a los ojos cargados de inocencia? ¿Un solo adiós puede bastar? ¿Existen palabras que puedan definir tantos sentimientos de unas almas que se han amado incondicionalmente durante tanto tiempo? Un abrazo que dejará un imborrable poso en su alma. Unas lágrimas que nunca serán borradas. 

El silencio de aquella casa se vuelve el peor enemigo de su cordura. Aquellas niñas se volvieron el centro de un mundo que hoy se queda huérfano de alegría. Aceptaron las reglas del juego, pero es imposible que no duela. Hasta siempre queridas niñas, siempre formareis parte de su vida. Aquí estará vuestro hogar. 



martes, 12 de octubre de 2021

Mirada sincera

 Miró al cielo en busca de un alivio, una sincera respuesta, una profunda señal. Solo encontró un momento de paz tan corto que pronto se diluyó como un azucarillo en el torrente indómito que era su pensamiento. 

Las horas en vela colgaban de las paredes de su dormitorio sin nada en el universo que lo pudiese evitar. Lento es el paso del tiempo en la noche sin retorno. 

Arañó pensamientos baldíos de realidad, ausentes de sentimientos alegres, tristes sin consolación aparente. Una vez más pasó un calvario. Un día menos en su vida en el que vivió en las antípodas de la felicidad. 

Decidió resolver aquella situación. Se sentó alejado del mundo y se sinceró consigo mismo. Olvidando ambages indolentes, caminos largos sin salida, excusas de bazar y vomitó realidades que dolían desde hacía mucho tiempo. Era hora de cambiar. Llegó el momento de avanzar y asumir que, a veces, el dolor purifica, la risa esconde y las lágrimas curan. 



sábado, 9 de octubre de 2021

Sin piedad

 Uno, dos... Las horas gotean por ese rincón oscuro y húmedo al que te han relegado. La locura adornó mentiras con imaginación absurda, con delirios de una fantasía... Y fue llevada al poder. Hay tanto que decir, hay tanto absurdo que señalar que decides callar porque no merece la pena. 

Tres, cuatro... Silencio que es demostrativo de aceptación, de rendición, confesión sin lugar a dudas. Pero ya todo da igual. Quizás sea mejor no combatir, total, te han relegado a ese rincón donde solo yacen los culpables. Sin la menor duda. 

Cinco, seis... Dudas de tus dudas, de tus actos, de tus palabras. Pero es que la verdad sólo es una y no la puedes evitar. No la quieres evitar. Esperas que pase la tormenta y la brisa apague el fuego que crece en ti. 

Siete, ocho... Ese fuego que emerge fuerte y constante. Te podrán humillar y acusar, pero jamás una mentira acabó reinando por encima de la verdad. Prefieres morir de la forma más incomprensible a reconocer lo que nadie puede ver. Mantén la calma. 

Nueve y diez... Eternos segundos en los que has debido respirar profundo. Ya no quieres mantener la calma, apartar la necesaria explosión de tu mente y renacer nuevamente con tu cielo aún más claro. Aguanta tus ganas de llorar por tanta injusticia e intenta ser consecuente con tus actos. No dudes, sin piedad, arroja la verdad sin adornar y que revienten de vergüenza la más oscura de las mentiras. 



viernes, 8 de octubre de 2021

Por qué estás tan lejos

 Sentados a kilómetros de distancia, en el mismo sofá, siento el frío que recorre mis sentimientos. Sigo sin comprender por qué estás tan lejos. 

Miradas jugando al escondite, señales mudas de socorro. El abismo que me separa de ti es inundado con océanos de lágrimas saladas. Sigo sin comprender por qué estás tan lejos. 

Una y otra vez mis gritos de auxilio mueren en mi garganta. Paralizo toda reconquista de sentimientos cálidos y un muro sin puerta ni ventana adorna un corazón cautivo. Sigo sin comprender por qué estás tan lejos. 

Altero mi rutina cogiendo tu mano a plena luz del día. Tú ni te inmutas. Siento tu tacto indiferente, tu piel esquiva, tu mirada ausente. El mundo no se para, el universo guarda silencio, tus mariposas no eclosionan. Sigo sin comprender por qué estás tan lejos. 

Muere la última flor de lo que un día fue una dulce primavera. Caen los pétalos ausentes de colores. Pronto se convierte en cenizas y solo queda la pena de romper el espejo de la rutina que cada día subyace. Ahora comprendo que nunca has estado. 



Mirada de odio

 Cada mañana realizaba el mismo camino por aquella calle de baldosas pulidas. Le gustaba oír sus pasos rítmicos y su respiración profunda mientras le iba comiendo metros a su destino. 

Un día le llamó la atención las enormes puertas abiertas de par en par de un casa centenaria. Pasó lentamente sin llegar a detenerse y solo pudo ver la oscuridad más absoluta. Pero de pronto una figura apareció en lo más profundo de aquella vivienda. Un escalofrío recorrió su cuerpo y puso en alerta sus sentidos. Sus ojos desprendían un odio infinito. Su rostro furibundo y su postura amenazadora hicieron que no aguantase más y salió corriendo con miedo a mirar atrás. 

Los días que vinieron intentó hacer como si no hubiese ocurrido aquel incidente y como si el miedo no llevase la bandera blanca en su mirada. Cada mañana pasaba corriendo por la puerta de aquella casa que seguía permanentemente abierta. Nunca miraba. Buscó otros itinerarios, pero su camino estaba indudablemente marcado por delante de esa casa. La locura comenzó a teñirse de desesperación.

Después de varios momentos de pánico y varias pesadillas, decidió que no podía seguir así. Su vida no debía estar condicionada por un incidente puntual. Así que esa mañana se plantó delante de la casa. La misma oscuridad absoluta lo recibió. Miró hacia lo más profundo y pudo ver la misma silueta amenazante, los mismos ojos que atravesaban su miedo. Preguntó en voz alta y con mucha educación si podía entrar y hablar con él, pero no obtuvo respuesta. Sin saber de donde había sacado el valor, comenzó a entrar lentamente. Esos ojos lo seguían con la mirada y temía alguna reacción en cualquier momento. Abrazado por la oscuridad se fue acercando y hablando sin parar obteniendo el silencio por respuesta.

Parado frente a la silueta, no aguantaba más aquella mirada que parecía devorarlo. Sacó su móvil sin poder controlar sus temblores y encendió la linterna. Fue entonces cuando pudo comprobar que estaba frente a un espejo colocado al final de un largo pasillo. La silueta de ojos amenazantes era su propio reflejo. Una losa de realidad aplastó su conciencia. ¿Esa mirada de odio, frustración, agonía... Era suya? ¿Realmente esa era la cara que mostraba al mundo? ¿Ese era el tipo de hombre que quería ser? Volvió a mirar su reflejo y comenzó a sonreír, le gustó lo que veía.  Así que decidió no abandonar esa sonrisa. 

Desde aquel día, todo comenzó a ir mejor.  Notó a la gente mucho más cercana y miles de puertas antes cerradas comenzaron a abrirse. Ahora sí estaba más cerca de llegar a ser quién creía que era. 




lunes, 4 de octubre de 2021

Aprendiendo a ser mejor

 Se encontró con la montaña en mitad de su camino. Enseguida entendió que había estado viviendo muy bien, muy tranquilo, sin complicaciones. Pero todo eso había cambiado y debía enfrentarse a ese nuevo reto. 

Pensó en bordearla, pero enseguida descartó esa idea al ver su magnitud. Pensó en volver, pero ya conocía de dónde venía y no quería regresar. Pensó en no hacer nada, pero después de un rato entendió que después de tanto camino recorrido, no podía quedarse allí. Así que comenzó el ascenso a la montaña. 

Parado a los pies de aquel gigante monstruo de piedra, sintió miedo, mucho miedo. Comenzó titubeante, quizás demasiado. Lentamente sus manos empezaron a subir y el dolor no tardó en aparecer en sus dedos, sus manos, sus brazos, su espalda, sus piernas... Era insoportable. 

Parado en mitad del ascenso, cambió el miedo por el odio. Sentía que no podía más pero no podía parar allí. Respiró hondo, y se preparó para seguir sufriendo. 

Literalmente no podía más. Vomitó sus últimas fuerzas en salvar aquella roca y se tumbó en lo alto sin fuerzas para llorar, pero era lo que más quería. Miró las nubes volar rápido y esconder fugazmente un sol débil. Miró las aves volar y perseguir al viento que siempre vuela más rápido. Miró al infinito y sintió que éste le devolvía la mirada. Después de un momento en el que no sabía si se había dormido o perdido el conocimiento, quiso saber cuánto le quedaba por llegar a la cima y sin poder llegar a creerselo, vio que ya estaba en ella. No supo qué hacer ni como sentirse. Miró hacia abajo y comprobó cuán alto había llegado. Se agachó y besó a la montaña y le susurró "gracias". Por todo lo aprendido ya que sabía que ahora era mejor que cuando comenzó a escalar. Siguió su camino guardando aquella montaña en su corazón a la que había empezado temiendo, luego odiando y acabó amándola para siempre. 



domingo, 3 de octubre de 2021

Algo tan chico

 Es tal el vacío, incomprensible, que tu ausencia produce. Frente con frente, consigo dormir en el más profundo nirvana. Dónde está ahora tu aroma. Dónde tus ojos del color de la esperanza. 

Cascabeles que suenan dándole ritmo a tu felicidad. Palmas que entonan un alegre sentimiento y esbozan sonrisas inocentes. Y yo solo te puedo besar. 

Cómo demonios puede ser que algo tan chico llene tanto vacío. Cómo puedo explicar lo que es querer tanto y tan profundo. Sin ti mi cama se convierte en el más triste de los desiertos. Sin ti mi alma busca la felicidad que te has llevado. 

Miro el calendario, con tristeza. Solo veo los números donde volveré a verte. Donde mis brazos serán tus brazos y tu alma volverá a descansar en mi pecho.