viernes, 31 de julio de 2020

Alicia nunca

Alicia nunca estuvo bendecida por la curiosidad. Siempre temerosa solo supo refugiarse bajo las faldas de siempre cuando vio al conejo blanco correr con un reloj en la mano.

Alicia nunca cayó por el agujero donde el tiempo se volvía una paradoja de la realidad que presagiaba las maravillas inimaginables que podría vivir.

Alicia nunca comió el pastel que la haría sentirse aprisionada en una diminuta jaula llorando un río salado de desesperación. Ni el que la haría sentirse en un universo desconocido dentro de la misma habitación exigiendo clemencia ante lo efímero de la vida.

Alicia nunca conoció la sonrisa de un gato invisible, ni la belleza en la locura de un sombrero, ni lo malvado que podría ser un corazón con poder. 

Alicia nunca tuvo la suerte de enriquecer su vida volviéndose más fuerte y valiente ante la adversidad y escarbando dentro de sus anhelos para poder llegar al origen de su miedo y superarlos.

Alicia nunca derritió la monotonía diaria y cada día de su vida fue gemelo del anterior. Nunca una aventura llevó su sonrisa ni coleccionó sueños cumplidos que le hiciesen sentir orgullosa.

Alicia nunca conoció el país de las maravillas porque para Alicia hoy, el miedo es su realidad y la fantasía solo la puede ver a través de un espejo. 

No tengas miedo Alicia, es tu vida la que estás viviendo, no dejes que te impongan las reglas. 

jueves, 30 de julio de 2020

En ti

En un tiempo remoto, el viento susurró al olvido lo solo que se encontraba. Siempre vagaba hasta los confines del mundo buscando algo que no sabía si existía, pero que le producía un profundo vacío. 

En lo que tarda la distancia en echarte menos, un sueño nació y fue llamado deseo. Sus ojos eran copias de tus constelaciones y nunca supo qué fue de la envidia que surcaba el cielo en busca de una mentira.

Con una reverencia perfecta, el tiempo se presentó ante nosotros y nos pidió perdón por llegar siempre tarde. Desgarros a base de caricias, besos traicioneros que saben a poco. Regálame un estadillo de locura, te responderé con el extremo de la lujuria.

Ascenso inmediato del dolor que tu ausencia produce. El cielo se resquebraja pues echa de menos una estrella. La misma que he secuestrado en mis sueños, la dueña de todos mis besos. Te devuelvo mi reflejo en el espejo junto a ti, pues siempre ha sido tuyo. 

miércoles, 29 de julio de 2020

Sobre lo efímero

Mira aquel segundo maravilloso y fugaz como se despide. Ha dejado un muesca preciosa en nosotros y aunque aún lo siento muy presente, nunca volverá. Bienvenida vulgaridad, descansa en tu alcoba que nadie ha desordenado. 

Locura indómita que ha aprendido a volar sin motor. Canta una feliz canción pegadiza que arrebata sonrisas y no sabe pedir perdón. Aprendizaje volátil que sucumbe a la monotonía y estremece cada uno de los valores más rigurosos. 

Aventura que se distrae mirando un cielo apagado. Serpenteando busca su presa más frágil y se alimenta de la distancia entre el aburrimiento y la diversión. No te escondas si la ves venir, porque ya estás envenenado.

Que no te salpique el sudor de lo eterno, porque es una fantasía que decimos demasiadas veces con la boca muy abierta mientras cruzamos los dedos. La eternidad es un bien muy escaso del que solo podrán gozar una pocas personas durante su vida. Afortunado me siento. 

Saluda a la esperanza que acaba de llegar. No tengas miedo de no conocer su rostro pues solo es una apariencia más, pero su luz nunca va a cambiar. Y construye desde lo más profundo sin importar qué hondo estén los cimientos, nunca vacío te vuelvas a quedar, que castillos en el aire hemos derretido todos pero ya es hora de cambiar. 

martes, 28 de julio de 2020

Tu roca

La vida en aquel pequeño pueblo perdido entre las montañas era muy tranquila. La naturaleza se dejaba escuchar sin contaminación y el sol bautizaba a sus habitantes cada mañana sin demora. Todos los ciudadanos habían nacido allí por lo que la relación entre ellos era muy estrecha. 

Todos menos un hombre que llegó una lejana noche de primavera con una pesada piedra entre sus brazos con la que apenas podía cargar. La buena gente de aquel pueblo le preguntaban por qué cargaba con esa pesada piedra a lo que él respondía: "de joven fui alocado y no tomé buenas decisiones en mi vida. Un día, la justicia se fijó en mí y como castigo me encadenó a esta roca. Conseguí escapar, pero no me puedo soltar de ella y siempre tengo que llevarla a cuestas".

Enternecidos por lo cruel de la situación, cada habitante ayudaba al pobre hombre con lo que podían. Uno le daba de comer, otro le regalaba zapatos resistentes, otro lo afeitaba... Y mientras él cargaba con la pesada roca día y noche. 

Un día de crudo invierno, empezó a llover de una forma inimaginable. Pronto los habitantes del pueblo se tuvieron que refugiar a toda prisa pues el agua de las montañas había formado un torrente que, sin piedad, arrastraba todo a su paso.  Horas interminables encerrados en sus hogares viendo como el agua arrancaba mobiliario urbano que parecía hecho de papel. 

El sol volvió a salir y todos salieron a la calle evaluando los daños de aquella temible tormenta. No tardaron en echar de menos al pobre hombre que cargaba con la enorme piedra. Nadie lo había visto, por lo que la conclusión más lógica era que había sido arrastrado por la riada al no poder correr. 

Un grupo de vecinos se juntaron para iniciar la búsqueda y no tardaron en encontrar el cuerpo sin vida del pobre hombre. Abrazado a la enorme roca, entendieron que ésta lo había arrastrado provocando su muerte.

Cuál fue su sorpresa cuando al rescatar su cuerpo, se dieron cuenta que no existía cadena alguna. Durante todo este tiempo había estado cargando con la pesada piedra, limitando su vida y su libertad, por propia voluntad. Había preferido perder la vida antes de soltar su condena. 

Y mi pregunta es ¿Cuál es tu pesada piedra que te ata sin cadenas?

lunes, 27 de julio de 2020

Injusticia

El joven escritor seducía a su pluma que conseguía ponerle letras a toda una avalancha de sentimientos de todos los géneros, tamaños y profundidad. Lágrimas acompañadas de sonrisas y emoción al leer lo que sus ojos bautizaban como una obra de arte. Orgullo de saber que había vaciado todo lo que poseía en su interior. 

Nervios al exponer al mundo una parte tan íntima de él. Sensación de sentirse desnudo y con un pensamiento fugaz de indefensión al imaginar que la gente lo veía a través de una burbuja de cristal. 

Ignorancia altiva del que se siente sabedor de la nada. Críticas que olvidan la integridad hacia algo que fue bañado por la pureza. Lenguas que envidian lo que algún día fue su sueño. El joven escritor sentía la fría mano de la injusticia posada sobre su obra. 

Censura de varios días lo ataron de pies y manos. De nada le sirvió quejarse pues por arte de magia se inventaron una acusación sin nombre. Y así, vaciando en un solo click toda una vida relatada, exiliaron al olvido la esencia que el cariño había depositado en un microrrelato.



domingo, 26 de julio de 2020

Y aún así

Salgo del terremoto traicionero que genera tus labios en mi cordura tras un beso. Asidua locura que entona la más dulce canción suicida, siento como mis pupilas se vuelven a dilatar y aún así quiero más. 

Arrebato de mis sentidos que vuelven a tenerte como foco principal del espectáculo que es tu cuerpo. Soledad desterrada voluntariamente que jura no volver mientras dure tu tiranía y aún así quiero más.

Envuelvo tu piel con la constelación de mi mirada oculta tras el velo de mi cordura mientras bailas una soberana danza al andar y aún así quiero más.

A la derecha mi ángel y a la izquierda mi demonio ordenan que sucumba al serpenteo de tu cuerpo que derrumba mis prioridades para convertirse en la única y aún así quiero más.

viernes, 24 de julio de 2020

Sin complejos

Encerrado en el silencio, ahogo la luz de una vela con una representación involuntaria del extremo de la tristeza. Sorprendo a la lealtad bebiendo un sorbo tiránico de mentiras calculadas y es en ese mismo suspiro cuando descubro que siempre he estado andado del revés.

Miro a los ojos del sí, pero perdono al no. Sin una estocada en la que vaciar el sobrante de rencor, empiezo a visualizar el humo que precede a la explosión. Imploro antiguas oraciones de lenguas muertas y mi comprensión no llega a ver con tus sinceros ojos. 

La fina arena de lo que un día fue un vasto sentimiento, se escurre entre mis dedos apuñalando preguntas que no cosen las heridas de una realidad hiriente. ¿Acaso nunca llegué a creer? Negación de cabeza, confirmación de la desesperación.

Y sin embargo la alegría reprime un salto que no debe dar. Sabe que todo tiene su momento y el reloj le marcará que no todo ha sido un sueño. Encerrado el tirano que no ha descansado ni en sueños, es hora de sembrar lo que el sol convertirá en un frondoso bosque. Pétalos que dibujan sombras sobre las cenizas de una catástrofe. Que bella es la vida, que cruel su ironía.

Lo has conseguido. Mis palabras entregan sus armas y me zambullo en el delirio. Con la sinceridad en los labios, supe que llegaría lejos pero nunca imaginé que fuese eterno. Y aquí me tienes, coge lo que necesites, porque para ti no hay límites.


jueves, 23 de julio de 2020

Preguntas cómo caricias

¿Qué sentirá tu reflejo en el espejo cuando ve tu mirada de decepción por romper con tantas expectativas? ¿Tendrá el privilegio de poder llorar cuando no lo miras? Quizás la justicia es traviesa al otro lado del espejo. 

¿Sentirá miedo la divinidad que puso una estrella fugaz en tu camino de no poder cumplir con el más  ansiado de tus deseos? Fracción de segundo que sacará todo el vacío que hay en ti.

¿Sentirá vértigo el espacio que separa tu cuerpo del mío cuando ve como poco a poco va desapareciendo hasta convertirse en testigo directo del más sincero deseo? ¿Sentirá tristeza cuando vuelva su grandeza pero ya no sea testigo del amor?

¿Que sentirá el cielo al verse reflejado en lo más profundo de tus ojos y saber que formas parte de ellos? ¿Tendrá celos por querer olvidar qué son para convertirse en lo que tú eres?

¿Qué sentirá mi corazón al haber sacrificado un lenguaje primitivo y solo poder recitar tu nombre a cada segundo? ¿Querrá volver a encontrar el camino el sentido que se ha perdido? 

miércoles, 22 de julio de 2020

El viejo herrero

El viejo herrero aún recordaba el día en el que su joven hijo le dijo que quería ser militar, convertirse en caballero con brillante armadura y luchar por honor. Miles de discusiones vacías, miles de consejos y prohibiciones tiradas a la basura. Su hijo se fue hecho un muchacho para convertirse en un hombre. Ni un abrazo, ni un gesto de despedida. El viejo herrero no dejó de golpear el yunque mientras su hijo galopaba y ninguno miró hacia atrás. 

Todas las mañanas, el viejo herrero miraba un trozo de madera grande que su hijo había tallado con una escena de un hombre forjando una espada. Cada año que pasaba con su hijo lejos, ese trozo de madera cobraba más importancia, ya que era lo único que le quedaba de él. 

Una ventosa tarde, el herrero estaba terminando de amolar cuando escuchó varios caballos acercarse al galope. Un mal presentimiento de instaló en su columna. Escuchó unos pasos acercarse y un grupo de soldados abrieron la puerta sin compasión. "Viejo herrero, tenemos que hablar con usted". Dijo una voz firme mientras el herrero no dejaba de dar golpes. "Se trata de su hijo" añadió intentando conseguir una respuesta del viejo herrero sin conseguirlo. "Venimos por orden real para comunicarle que su hijo ha muerto estóicamente en combate. Se enfrentó sin miedo a un adversario temible llamado sangre negra y falleció en sus manos, no sin antes herirlo de gravedad". El herrero prosiguió dando martillazos impasible. "Que tenga una buena tarde y sentimos su pérdida", los soldados se marcharon. 

Una vez solo, el viejo herrero tiró su martillo contra la pared y expulsó su dolor en un grito desgarrador. Sin meditarlo, cogió la mejor espada que había fabricado nunca, montó en su viejo asno y cabalgó en busca de "sangre negra". Varios meses sin descanso de viaje, pero tenía un objetivo claro. 

El viejo herrero se coló en la posada donde "sangre negra" se curaba de sus heridas. Entró en la habitación sin pedir permiso y cerró la puerta tras de sí. 

- Si buscas que te mate ahora mismo, adelante viejo - dijo "sangre negra" mientras se incorporaba de su cama con una voz que parecía salir de una caverna. Era un hombre enorme, desprendía odio y violencia. Tenía el cuerpo parcialmente vendado a causa de las heridas del combate 

- No puedes matarme "sangre negra" porque morí el mismo día que asesinaste a mi hijo - dijo el viejo mientras se sentaba en una vieja silla de madera y soltaba su espada encima de una mesa.

- ¿Vienes a matarme? - preguntó "sangre negra" entre carcajadas - podría matarte con una sola mano viejo insolente.

- No podría matarte aunque quisiera. Quiero hacerte unas preguntas - el viejo herrero tragó saliva y con un hilo de voz quebrado preguntó- ¿Luchó mi hijo con honor?

- Con mucho honor. Fue un rival digno - contestó "sangre negra" agachando la mirada y transformando su adrenalina en melancolía.

- ¿Fue valiente?

- Sin duda. Ha sido el rival más valiente al que me he enfrentado. No tuvo miedo en ningún momento y ha sido el combate en el que más cerca he estado de morir. Lo recordaré toda la vida.

- ¿Sufrió?

- Tranquilo anciano, tuvo una muerte rápida y digna. Yo también tengo honor y su hijo no se merecía sufrir.

- Quiero hacer un trato contigo - dijo el anciano herrero mientras desenvainaba su preciosa espada - quiero cambiar la espada con la que mataste a mi hijo por ésta espada. Está hecha por mí, no encontrarás ninguna igual - y se acercó para ofrecérsela a "sangre negra". Éste cogió la espada sin dejar de mirar a los ojos del viejo herrero. 

- Veo que usted también es valiente. No me imagino lo que debe estar sufriendo. Aquí tiene la espada que acabó con la vida de su hijo. 

El viejo herrero volvió a su casa y encendió la fragua. Metió la espada de "sangre negra" y la derritió. Con sumo cuidado, vertió el metal fundido sobre la madera tallada que su hijo había dejado cuando era tan solo un crío. No pudo evitar llorar mientras esperaba que el acero se enfriase. De esta forma, la sangre y las lágrimas pasarían a formar parte de una triste obra de arte. Volviendo a juntar a un padre y un hijo para siempre




martes, 21 de julio de 2020

Pasión

Cada mañana el despertador iniciaba mi tediosa rutina diaria totalmente ausente de momentos dignos de enmarcar. Un frío beso de despedida por parte de mi marido, que era todo el contacto que íbamos a tener en todo la semana, y un sinfín de trastos de niños que le ganaban la batalla al orden de mi casa, era mi forma de iniciar el día.

Habiendo pasado los cuarenta, me gustaba sentirme guapa y agusto con mi cuerpo. Así que cada mañana me iba al gimnasio, aunque cada año que pasaba notaba que atraía menos miradas que eran ocupadas por chicas más jóvenes de incalculable belleza. 

Una mañana cualquiera, estaba sudando encima de una elíptica cuando del vestuario de chicos salió un joven. Su cuerpo perfecto, su sonrisa eterna y su energía alegre hipnotizaron mi raciocinio y sin poder evitarlo, lo seguí con la mirada mientras notaba cómo la humedad se apoderaba de mi cuerpo. Pronto se dio cuenta de mi descaro y el rubor conquistó mis mejillas. Sin un agujero profundo en el que esconderme solo supe desterrar mis ojos. 

Sin saber qué demonios me pasaba, a cada momento lo buscaba con la mirada. Su cuerpo encima de un banco de gimnasio me trasportaba al deseo más desconocido para mi. Y de nuevo se encontraba con mi mirada. Pronto terminé el ejercicio y me fui al vestuario intentando controlar el temblor de piernas que no solo el ejercicio me había producido. 

Me quité la ropa intentando centrarme en todas las tareas ineludibles. Entré en la ducha y me enjaboné el pecho. Mis pezones estaban tan sensibles que una descarga de placer recorrió mi cuerpo y se alojó en mi sexo. Bajé mi mano y empecé a acariciar mi clítoris con la imagen de aquel joven haciendo ejercicio en mi mente. El primer orgasmo llegó sin avisar y me tuve que agarrar de la ducha. En ese momento, abrí los ojos y allí estaba él, sentado en un banco del vestuario mirando como me masturbaba. Había olvidado cerrar la puerta de la ducha.

Con un rápido movimiento reflejo tapé mi cuerpo con las manos y desee desaparecer. Sin decir nada, él se puso de pie y se quitó la camiseta. Su tremendo torso golpeó mis sentidos. Prosiguió bajándose los pantalones, mostrando unas piernas musculosas y, por último, se bajó los bóxer dejando al aire la dotación más grande que jamás había visto. Se acercó a mí con una mirada desafiante y entró en mi ducha cerrando la puerta tras de sí.

Me apartó las manos de forma brusca apoyándolas sobre la pared y dejando mi cuerpo desnudo. Estaba totalmente escandalizada y quise gritar para que me ayudasen... Pero sin embargo lo besé con una desesperación que nunca había conocido. Se acercó a mí con su pene totalmente erecto y abrí las piernas deseando recibirlo. Empecé a notar su grosor cuando la introdujo lentamente, tuve que ahogar mis gemidos en su cuello. Pero pronto empezó a embestir como si fuese un animal. Me agarré a su cuerpo y su dureza me excitó aún más. Cada vez más rápido, cada vez más fuerte y yo sentía que mi cuerpo no estaba preparado para tanto placer. Incontables orgasmos me arrebataron la vergüenza y miles de gemidos le susurraba que me encantaba. 

No sabía que podía llegar a lubricar tanto. Se separó de mi y vio cómo mis piernas chorreaban, la vergüenza hizo que me tapase la boca con las dos manos. ¿De dónde había salido eso? Él me miró  con una sonrisa picante, me dio la vuelta y me embistió mientras me cogía del pelo y me mordía en el cuello. Mi cuerpo no podía más y se venció hacia delante. El placer era tan intenso que estaba totalmente rendida a su voluntad. Cuando menos lo esperaba, sacó su miembro rápidamente y me sorprendí arrodillándome para recibir su eyaculación. Sentí su flujo caliente recorrer mi cara y mi pecho, algo que nunca había hecho, pero que me encantó. 

Terminé de ducharme y él ya se había ido. No sabía si lo volvería a ver pero me daba igual. El tedio había escapado de aquella  mañana, me sentía deseada y segura de mí misma, y aunque mi cuerpo estaba al límite de su energía, una sonrisa llena de adrenalina hizo que aquel día mereciese la pena.


lunes, 20 de julio de 2020

Retoma el camino

Siéntate y deja que mire en tu interior, en ese enorme universo que se apaga y me dice que algo en ti no puede más, que algo debe cambiar. No tengas miedo de lo gigante que es tu dolor, pues es algo que aún no ha pasado y solo el humo no te deja ver más allá de tu decisión.

Deja de temblar y busca mi armonía. Cierto que te has apostado la felicidad pero son tus decisiones las que la guían. Olvida conjugar el verbo amar y enséñame tu sabiduría, aquella que siempre me susurraba al andar, aquella que ahora te necesita.

Aquí tienes mi hombro para que llores, aquí tienes mi mano que te agarrará siempre, pero es tu camino el que te echa de menos y es tu destino el que reza porque llegues. 

Batalla a muerte entre el quiero y no puedo. Estocada al corazón que sucumbió a la mente. Que harías si yo fuera el que viste tu piel. De qué hablarían tus palabras si mis lágrimas brotasen de tus ojos.

Y deja de buscar entre los escombros que el dolor te dejó una respuesta que ya sabes. Que fuiste bendecido por la inteligencia y nunca te podrás engañar. Mira más allá de la tormenta, allí donde las estrellas te llaman. Aquel es tu lugar y lo has olvidado, aquel que sonríe es tu destino abandonado.



domingo, 19 de julio de 2020

Por tu felicidad

Salió de muy adentro y me sorprendió. Esquivé el veneno de serpiente, antepuse todo lo que de verdad importa y aguanté. Claro que dolió, no imaginas cuánto, pero solo puedo dar lo mejor de mi, espero que sea suficiente.

Y ahora yo, jugando con miles de recuerdos, no dejo de escuchar tu voz. Y ahora tú, con la belleza radiante de tu alma, cumples con cada nota de tu destino. 

Orgullo que mi pecho retiene al verte feliz. Solo pido que nunca te bajes del altar al que te subí. Ceno con el dolor tocando las cuerdas de mis sentidos. Visita concertada a la que acude sin demora.

Yo he sido, soy y seré el único responsable. Me tocaba mover en una partida de ajedrez y en ambos lados había precipicio. Con el aroma celestial aún en el recuerdo, ahora sé a lo que sabe un error. 

Olvida el remordimiento que aquí solo he fallado yo. Encuentro el sendero que me devuelve a tu cuerpo y esta vez jamás diré adiós. 


viernes, 17 de julio de 2020

Diseñando sueños

Me encantó verte sonreír. Un aura especial cubre tu esencia y la agonía de un triste momento se esfuma como el último aliento de una leve brisa. 

Devuelve tus anhelos al cajón de los motivos sin prisa que endulzan de esperanza lo auténticos momentos. 

Secretos sin pasión que aumenta la curva de un segundo único. Saliva seleccionada para expresar la grandeza de este momento. Quizás no sabes distinguir lo que acaba de ocurrir, pero te demuestro que es eterno. 

Saca a relucir la bandera de la felicidad que es allí arriba donde tienes tú lugar y sin ti todo está tan vacío. Sin ti todo es un sinsentido. Sin ti... No quiero estar sin ti. 

Polvo a las cenizas que quemaron tus miserias. Deja de mirar el pasado sin armonía y sucumbe al encanto de un futuro que no puede ser más radiante. Eleva tu alma al nuevo universo y conserva la humildad digna de un gran heredero. 

Caricias con cada sonrisa que viertes en mis defensas. Sueños divinos que rompen los cristales de la madurez corren por tus venas y te conviertes en el ave que nunca llegaré a ser. Portando un ligero equipaje de lo esencial, de lo único. 

Regresa a la soledad de los Reyes, a la incomprensión de los dioses, a la rutina de lo más bello. No necesitas excavar para entender que eres un tesoro, que eres un anhelo, que eres mi sueño sincero. 


jueves, 16 de julio de 2020

Te hablo bajo el agua

Dulce música que endulza mis sentidos. Sueño sin alterar que por fin puedo tocar y la euforia me marca los pasos que voy a seguir. Aplaudo al joven que por primera vez esparció sentimientos sobre un folio virgen y que se ha convertido en mí después de tantos amaneceres.

Acuné entre mis brazos ese sentimiento tan calentito y lo enseñé como lo que era para mí, un gran tesoro intangible. El más absurdo de los desprecios me recibió sintiendo como una cúpula de sucio cristal se interponía entre mi sueño y yo. 

Aferrado a mi barranco lancé mis sentimientos para intentar salvarme. Pero no había nadie al otro lado. Vagando por el desierto de la ignorancia paseo lo que para mí fue un día inolvidable. Orgullo de lo que empecé, vergüenza de lo que vendrá. Como voy a caminar si la muleta que nunca me debe faltar ha huido.

Hablo a través de un cristal. Grito debajo del agua. Tus oídos hace tiempo que olvidaron mi lenguaje y tus ojos solo miran hacia donde el dolor está ausente.

Debería acostumbrarme a una ignorancia insoportable. Debería dejar de esperar que suceda un milagro. Pero siempre creí en las hadas y a veces deseo copiar la vida de aquellos a los que quiero.



miércoles, 15 de julio de 2020

Corro hacia la tormenta

Corro hacia la tormenta sin nada más que decir.  Grotesco aroma a desastre que nunca es bien recibido. Alargo la zancada y nada tiene mucho sentido, pero no tengo miedo y continúo sin levantar la mirada.

Rayos que iluminan la antesala del estruendo. Nunca supe cómo actuar cuando me persigue el desierto. Pero metro a metro mi camino se va acortando y aquellas nubes negras no preguntan hasta cuándo. 

Sufrimiento angosto por el que tengo que pasar. Camino solo hay uno y hace tiempo que dejé de elegir la novela sobre mi vida que algún día volveré a escribir. Caricias húmedas que limpian mi piel. Comienza con alivio pero pronto todo tendrá un poso cruel. 

Pensamientos vacíos, música sorda. Mi mente agota las gamas de colores y mi cuerpo es el que toma las decisiones. Al otro lado de la tormenta, una sonrisa perfecta me espera. Ahora escucho al sufrimiento y no concibo todo lo aguantado. 

Por fin el sol se cuela entre tanto paisaje negro. Seco mis sentidos y vuelvo a encontrarme satisfecho. Prosigo mi camino con un abrazo imaginado, no vuelvo por lo andado aunque por aquí antes he pasado. Todo es nuevo, nada se ha perdido, solo es el tiempo que me hizo hacer un largo recorrido.

Y ahora solo necesito descansar ...

martes, 14 de julio de 2020

Radiografía

Cubres tus complejos con ancha armadura. Tus ventanas al mundo muestran una seguridad difícilmente cuestionable y tus movimientos acompañan la fuerza que en tu interior arde. 

Barbilla mirando al frente, pasos retumbando tu suelo y una bella poesía que habla de lo mucho que vales, acompaña tu paseo. 

Atraes miradas pues sin duda eres de acero y la alfombra que es tu valentía no deja que bajes del cielo. 

Pero debajo de todo ese diseño nadie a visto tu vacío. Ese al que apenas miras, ese que solo te aporta frío. Frágil como el último rayo de sol de una tarde de invierno, así es como eres aunque no quieres saberlo. 

Suplicas un abrazo lejos del cuerpo. Necesitas cariño más allá del deseo. Con el cansancio de tener que capotear a cada momento, a veces te rindes y piensas que no puedes más, pero nunca mostrarás tus desvelos.

Afrontas los susurros con tu piel desnuda. Has aprendido a ser inmune y ya no te daña la mentira. De lágrimas y desconsuelo también se viste tu recuerdo, que no son pocos los sufrimientos que ha sentido tu cuerpo. 

Labios pincelados con aroma a laurel, ojos eternizados que te erizan la piel. Pero más allá de la locura del placer hay un paraíso y siempre quiero perderme en él.



lunes, 13 de julio de 2020

Inquietud

- Hola anciano, estoy buscando lo que fui para saber lo que seré. 

- Lo siento chico. Mis recuerdos bailan difuminados y es fácil divagar. Sólo te puedo decir que hace tanto que te vi pasar.

- Hola pequeña, estaba buscando la esperanza que acaba de nacer. 

- Lo siento señor, ha nacido llena de energía y su juego favorito es el escondite. No la puedo encontrar. Pero no desespere, al final solo es un juego. 

- Hola caballero. Necesitaba un almacén donde acumular todos estos viejos sentimientos con defecto pero a los que les tengo cariño. 

- Lo siento muchacho, pero ya tienes varios almacenes completos y el espacio es limitado. Si quieres tener nuevos sentimiento, antes debes vaciar los que ya no te aporten.

- Buenos días señora. Quería alimentar mi corazón. 

- Lo siento joven. Pero no puedes alimentar lo que no quiere comer. El corazón es delicado y no hay que forzarlo. Si ha probado unos besos y unas caricias no querrá probar más.

- Hola mamá, quiero encontrar cobijo debajo de tus alas. 

- Lo siento hijo. Hace tiempo que son las tuyas las que me cubren y es tu escudo el que me defiende. 

- Hola papá, te necesito hablar pero hace tiempo que no te escucho. Y he olvidado tu olor. 

- Lo siento hijo, pero te has perdido y ya no escuchas mi voz. Tan lejos has partido y los años se han convertido en anchos continentes. Pero no tengas prisa en verme, a veces solo tienes que sentirme y recordar... Pero deja de llorar.


Comiendo barro

"Mírate de nuevo tumbado sobre tus propios defectos. Te dije que volverías a caer, te dije que no lo intentases, que eres un cobarde y ahí donde estás es tu sitio"

Frases martilleante de un alma rendida que disfruta de la compañía de otros que también han caído. Capaces de sentir satisfacción al ver comer el mismo lodo que es su alimento. 

Pero mi piel está acostumbrada a la lucha y de muy abajo viene mi camino. No me asustan las consecuencias del destino pues solo son heridas las que visten de cicatrices mis recuerdos. 

Encontrando fuerzas que no sabía que tenía siento ensangrentadas mis encías. Me duelen los dedos, las manos no responden, los calambres me rodean... Pero la rendición no es una opción y voy a continuar. 

No siempre las estrellas dan la cara y hay que labrarse el destino. No acostumbré mi silueta a pararse en el camino y no olvido que cuanto más alto escale, más duras serán las traiciones. 

Quizás nunca encuentre el motivo del porqué sigo adelante. Quizás escuche susurros de que pare y por fin me plante. Pero no es mi estilo el rodearme de conformidad y la apatía es un mal vecino al que siempre destierro. Así que aparta si te piensas parar porque voy a seguir mi camino. Nunca una sonrisa me va a faltar y en aquella cima está mi destino.




domingo, 12 de julio de 2020

Y de nuevo, la soledad

Con todo por decir, tus labios no se movieron. Las lágrimas se volvieron un bien muy preciado y no las quisiste regalar, pero lo necesitabas. La verdad te miró directamente a los ojos, pero la vergüenza agachó tu mirada. tremendo error que siempre se repite. 

Laureles de victoria que ocultan el dolor, sonrisas al viento que fingen lo que no tiene sentido. Has herido a quien no se ha defendido y nunca lo debiste celebrar. Demasiado ruido para poder hablar a solas contigo. 

Un sueño que se repite y un miedo que te despierta. ¿Qué pasará con tu mundo imaginario cuando no estás? Sujetos sin vida que te aconsejan sobre tu verdad.

Y el molino sigue rodando y tu no puedes más. Necesitas sentarte en esa roca y recapacitar. Sácate el dolor de la cabeza y retrocede hacia los abrazos que sabes que te estarán esperando. El vacío que sientes no deja de devolverte la mirada. 

Imaginas un nuevo amanecer y cumplir una grata sorpresa. Felicidad extrema que cambia vidas y sutura heridas. Sobre brasas caminarás y con el corazón tu cerebro luchará, pero dejarás de soñar con la necesidad para poder sentirla en tus venas.


sábado, 11 de julio de 2020

No tenemos el mismo corazón

Siento miradas oscuras atravesar mi piel y yo solo quiero sonreír. Sentimiento culpable que pregunta, nervios que arrebatan mi coherencia y mis demonios vuelven a aparecer. 

Pecados inventados. Obsesiones ajenas que me acusan. Si nunca has sentido el miedo de llegar a un mundo nuevo como me hablas de dificultad. 

Añoro mis corazones y cada segundo me recuerda que todo lo hago por ellos. Mundo de contrastes, todo o nada en una misma luna. Y sin embargo no soy libre por un pecado que me persigue desde mi nacimiento. 

Demostrando el doble para obtener nada. Solo cumplo un sueño imposible. Solo quiero dejar de  dormir entre balas. Una vida tranquila en la que no ver cómo mis tesoros mueren de hambre y en la que el agua vale más que el oro. 

Pido perdón por todos los pecados que te has inventado, solo quiero que me dejes existir. Y todo porque el color de mi piel no te agrada. Mente obtusa que te impide ver los abusos que te hace tu raza y yo solo soy para ti una diana de color negro contra la que vomitar todo tu asqueroso veneno. 


viernes, 10 de julio de 2020

Locura

Pasa a mi infierno y ponte cómodo. No olvides la sonrisa que es un preciado bien juzgado aquí y escucha el rítmico sonido del quiero pero no puedo.

Desgrana aquellas lágrimas que nadie escucha y roba la cordura de un momento en el que la soledad evitó una tragedia.

Sé que nunca tuve razón pero jamás quise tenerla. Te adorno una mentira con las cenizas de una verdad y enjaulo tus sentidos con danzas que no dejas de mirar. 

Y ahora que sabes lo que cuesta una gota de sudor ensancha el alma y aterriza en tu universo. Que la vida es un cuento de necesidades que jamás serán cubiertas y el corazón solo es un músculo que se romperá una vez, la única. 

Así que olvida lo que aquí has leído y empieza a organizar sentimientos. Que todos los minutos no son iguales y es tiempo de actuar. 

Quiero

Quiero volver a sentir un aroma que me hable de amor, que me bañe en las lagunas del deseo y que me cuente historias del pasado completo. 

Quiero sentir el tacto de tu corazón y dejar de añorar los desvelos de tu cuerpo. Despertar por el sonido de lo que fue un sueño contra mi piel y verte con mis manos en la más absoluta oscuridad.

Quiero alimentarme de tus anhelos y adueñarme de tu veneno. Convertir cada segundo en eterno y olvidar la palabra finito. Abrir mis ojos y descubrir que no eres un sueño y no tener dudas de que los ángeles existen y habitan en tu piel.

Quiero que mis oídos escuchen el aire que tus labios convierten en arte y poder esconderme en tu mirada de la dura vida que me arranca de tu lado.

Quiero que el tiempo deje de ser un enemigo bastardo. Que tus manos sean mis manos y que nos escondamos en una sola piel. 

Quiero que dejes de temblar por el miedo, que juntos venceremos y quizás entonces no dudes en volver a empezar.

Quiero que armonices tormentas que la vida es un cuento que solo tiene un final. 

Quiero... Quiero... Quiero volverte a ver. 



jueves, 9 de julio de 2020

Dolor incondicional

María usaba su imaginación como base sobre la que construir un enorme imperio de sueños e ilusiones con las que poder acompañar sus dulces momentos de descanso. La noticia de un hermano sacudió los cimientos de su presente y un futuro iluminado con juegos, diversión y confianza se abrió ante sus ojos. Varios días la emoción le arrebató el sueño que cada noche Morfeo le regalaba.

El día glorioso fue una calurosa tarde de verano y María sintió como la invisibilidad envolvía su menuda persona. Una sensación cálida arropó su pecho y sintió como un hilo invisible pero irrompible la unió a su hermano para siempre. Enseguida supo que sería alguien con quien iba a poder contar toda la vida.

El tiempo se escurrió por las ventanas del cuarto de María y el futuro que había imaginado se hizo presente. Pero todo era diferente y la realidad fue una mala copia de una bella obra de arte.  

María sentía como el corazón se le rompía con cada palabra no contestada por parte de su hermano. Cada mirada esquivada, cada caricia rechazada. María escondía lágrimas debajo de su almohada y una sensación oscura le mostraba imágenes en la que se convertía en una mala hermana.

Un día María llegó sin hacer ruido con el baúl donde guardaba sus sentimientos y lo abrió ante su hermano. Con la cara bañada en dolor le explicó que siempre quería ser buena y le imploró que jugase con ella o que al menos le contestase. Un silencio atravesó su pecho y sin poder más corrió y corrió hasta que tropezó y un llanto profundo se derramó.

La madre de María acudió presa del instituto maternal, recogió el alma rota de su hija y la llevó a su dormitorio. María deshizo su herida en palabras que su madre no conocía. Erizó su piel al ver los sentimientos de María esparcidos por toda su habitación y lloró con ella, compartiendo un mismo dolor. 

La madre de María se disculpó por no saber ver la madurez que habitaba en su hija y procedió a contarle que el alma y el cuerpo de su hermano se separaron al nacer. Que su alma está destinada a hacer cosas magnificas que no conseguiríamos entender y por eso se fue, pero nos dejó a cambio su precioso cuerpo para cuando acabe tener donde volver. Y que nuestro deber es cuidarlo cada día con amor y muchísimo cariño.

María se encargó de cuidar de su hermano hasta el último día de su vida. Su alma nunca volvió, pero en su lecho de muerte quiso ver un agradecimiento en el fondo de sus ojos por tantos años de amor y cuidado incondicional.


miércoles, 8 de julio de 2020

Sucede

Sucede que alguien pronunció las palabras prohibidas que tan oscura viste tu mirada. Pero ya no eres el mismo, te has cansado de la predicción y no te apetece seguir esos senderos por los que ya has pasado. 

Sucede que sin duda he vuelto a dudar. Cuando todo parecía eterno olvidé que no soy bueno. La última gota de una estrella nunca supo tan amarga y ahora vuelvo a cavar las tumbas de lo que descubrí eran luciérnagas. 

Sucede que no me arrepiento de haber vivido en una urna sin ventilación. Batalla de sentidos que me alejan de una verdad mentirosa y me acercan a la mentira de un silencio. 

Sucede que a veces una danza alegre solo esconde la furia de una represión. Que el cielo es un cuento donde me gusta olvidar las cadenas que me oprimen y que por muchos que distraigas la atención, sé dónde aprietan los grilletes. 

Sucede que no he vuelto a cambiar. Cuando todo parecía ser un ejemplo, pierdo el sentido de mi universo. Y escondo en el paraíso sonrisas sinceras para que algún día me sirvan de guía en mi regreso del infierno. 

martes, 7 de julio de 2020

Cambio de piel

Lolo había olvidado todo lo que había aprendido. Se dispuso a hablar delante de su reflejo y no tuvo nada que decir. Solo supo agachar la mirada y sentir vergüenza al ver aquellos ojos que lo miraban a través del espejo. Volvió a caminar sin sentido ni rumbo y acabó en el mismo lugar de siempre, la locura. 

Lolo tuvo que sonreír tantos días durante su vida que ya había perdido el significado. Se sacudió la propiedad de la imagen y dejó atrás el disfraz tatuado en la piel. No más mostrar quién debes ser y por fin ser quién eres. 

Lolo sintió el vértigo de lo desconocido controlar sus sentidos y escapó. Pero ya no hay elección y el camino está cortado. La verdad es un misterioso rey que le susurra al oído pero su voz martillea su conciencia y no la deja dormir. 

Lolo se arrepintió de sus sentimientos. Odió lo que más amaba e hirió a quien más lo quería ayudar. Justificación atormentada que no calma y siente como tragedia lo que la naturaleza no le dejó elegir. Piel contra piel, no pudo decir que no, no quiso decir no. 

Lolo se cansó de estar encerrado y tiró la puerta abajo de una patada. Lolo no pudo callar más y sacudió sus cadenas para dejar salir las plumas de sus alas. Lolo por fin aceptó la calma en su corazón y anunció con lágrimas en sus palabras que era gay.

La traición de la venganza

Nunca aprendí la diferencia entre lo eterno y lo cotidiano. Nunca un esfuerzo fue contenido y la sabiduría de un error estuvo presente en mi oración a la diosa Fortuna. 

La articulación entre lo divino y lo abstracto empezó a fallar y en un instante tan pequeño la visión se hizo amplia. Una victoria amarga que me dio una razón que nunca había pedido. Lamento tu derrota, lamento que seas tú.

Vuelta a un pasado que no encuentro. Intento ser yo el que aprenda de un error que no he cometido. Escucha mis palabras cargadas de amargo sentido. No canto tus alabanzas y la verdad taladra tu falsa imagen. No me vas a engañar,  debajo de esa máscara estás rota.

Que mal suena una sonrisa falsa. Que triste la vida sin ti. Has abandonado en mitad de una batalla y todos son malos menos tu verdugo. Mira tus heridas tapadas con recuerdos bonitos. Mira tu rostro envejecido por el dolor. No merece la pena la venganza si vas a sacrificar tanto. No merece la pena seguir bebiendo el veneno que te está matando.

Y tus velas vuelven a desplegarse hacia el vacío del que venías. Tiras la llave de la celda en la que te encuentras lejos, donde no las puedes alcanzar. Suicidio sin nota de despedida. Que vacía debes estar. Tan honda está mi tristeza que no la puedo ni alcanzar.  No me has dado el privilegio de poderme despedir de alguien con quien descubrí la madurez y que siendo grandes, volviste para ser niña otra vez.

lunes, 6 de julio de 2020

Mi vida

 Mira mis manos temblorosas, hablan de una vida dura, sin coherencia. Hablan de una guerra incesante y perdida. Hablan de una injusticia traicionera que no sabe pedir perdón. 

Mira mis ojos, cansados de sentirse inundados, cansados de ver agonías bellas y feas obras de arte. Solo habitan en un corazón y fuera de él se sienten en la caverna de Platón. 

Mira mis sueños, esparcidos por el suelo. Magnifico universo de interpretación efímera reducidos a tristeza. Luz apagada en un consuelo profundo, olvido que barre lo que un día fue un ejemplo. 

Mira mi futuro, cobardía lejana con preciosas alas imposible de alcanzar. De rápidos movimientos, antes se escondía entre las nubes de un cielo radiante. Ahora juega con el fango y se viste con harapos. Linda procesión sin sentimiento a la que siempre llego tarde.

Mira mi espíritu, dulce y adormilado en su juventud. Viaja entre polos con los años y no siembra empatías con las que alimentar al entendimiento. Juez sin razón que no calma los sentidos. Cierre de puertas a lo que un día fue la verdad.

Mira mi alegría, entretenida con los ojos de un ángel sin dientes. Sometida a los abrazos torpes de un dictador que no se oculta. Secuestrada por la enajenación que su piel le produce a sus labios, no puede dejar de sonreír, y así es feliz.

Mira mi burbuja. Refugio donde no me encuentra el miedo y me río de la valentía. Donde el tiempo ha muerto y el riesgo es una fantasía con final oscuro. Donde hay un hueco profundo imposible de ocultar y donde te espera tu asiento que limpio deberá estar.


sábado, 4 de julio de 2020

Explosión necesaria

Y por fin vino la explosión que lo destrozó todo. Sacudida sin control que sin sentido arrasó y solo quedan cenizas. Siniestro baile agresivo que tanto necesitaba y que sin querer evitarlo destroza armonías. Grito al infinito que tanto me juzga, como un león lo espero sin permiso del tiempo.

Y ahora solo quedan escombros de lo que fue un dolor profundo. Con una pincelada de arrepentimiento recojo mis destrozos y sé que nadie tiene culpa. Soy yo el que ha buscado un paraíso donde reventar, soy yo el que no ha podido más y ha encontrado en la cobardía un excusa en la que no poder más. 

Me adueño de lo bueno que por fin encuentro, ojos sin venda que se inundan de emoción, por fin han dejado de sentirse contaminados. Tímida sonrisa que no oculta la virtud de la pureza de ese momento. Soy yo en estado puro, necesitaba ser yo.

Pero la tormenta siempre es una amenaza que en el horizonte acecha, que pone en jaque mis débiles defensas. La felicidad es una droga de efímeros resultados y en mi mano encuentro la llave de mi universo. La decisión no la he tomado, pero no puedo más. Te quiero a mi lado y por fin volverte a abrazar.



viernes, 3 de julio de 2020

Mi muro contra mi pared

Quizás subí demasiado deprisa, quizás solo fui un inconsciente que necesitaba equivocarse. Miro el muro al que me dirijo y la velocidad me alienta. No quiero tus consejos pues necesito que el dolor te dé la razón. Que tus palabras no se conviertan en el colchón que me impida vivir lo malo de mi vida. 

Cierro los ojos, sé que está cerca. Siento el frío tacto del dolor que hiela mis venas. Preparado para la condena, no voy a dudar en cumplirla, pues son mis pasos los que he dado y el honor es mi testigo. 

El miedo ha venido para quedarse entre toda esta soledad. Agarra mi mano y es la única compañía que me queda. Preguntas que se clavan como agujas. Respuestas retorcidas en un idioma que no comprendo. Y cada día vuelvo a olvidar que tenía que empezar.

Arrastra mi cuerpo pues mi alma se queda. Ya no me importa la tormenta que vuelve a llegar, ya no hay nada más que me pueda robar. Me quedo con la esencia de lo único y auténtico y en mi poema el poso de lo verdadero.

jueves, 2 de julio de 2020

El frasco de Lola

La pequeña lola tenía un frasco lleno de sueños. Desde muy pequeña, lo fue llenando con mucha paciencia e ilusión. Los que se cumplían los sacaba, enmarcaba y colgaba en su preciosa pared de logros y retos cumplidos. Los demás los dejaba en su frasco a la espera de poder realizarlos algún día.

Los años pasaban y la vida se volvía cada vez más complicada, por lo que los sueños de lola también. Incansable y persistente, no tenía miedo de regalar esfuerzo para cumplirlos. Pero pronto se dio cuenta que algunos sueños solo se cumplen con la ayuda de la persona adecuada. Así que se armó de valor y se despojó de la vergüenza. Cogió su caja llena de sueños y salió decidida a no volver hasta que no los hubiese cumplido todos. 

Pronto se encontró con una persona fuerte y grande capaz de mover pesadas rocas con una sola mano. Lola le entregó un sueño para cumplirlo con él, pero éste se rompió en mil pedazos entre sus enormes manos que el viento se llevó sin esfuerzo. 

Siguió su camino y se encontró con una persona bajita y delgada, con voz suave y el susurro de su alma en los ojos. Lola le entregó un sueño convencida que no sería capaz de romperlo. Pero tan débilmente lo cogió que entre sus dedos resbaló y en mil pedazos se rompió. Lola sintió mucha pena, pues ese era uno de sus sueños favoritos. 

Lola encontró una persona escondida tras un árbol. Con mucho esfuerzo la convenció de que no pasaba nada y que necesitaba su ayuda para cumplir alguno de sus sueños. Abrió el frasco pero el miedo había paralizado las manos de esta persona. Un ave que observaba la escena robó un sueño del frasco de Lola y escapó. Intentó alcanzarlo, pero no era lo bastante rápida.

Lola encontró a una persona de apariencia fuerte, pero que sujetaba una flor delicada sin romperla, al mismo tiempo que cantaba una canción alegre y no parecía tener miedo. Lola le preguntó si le podía ayudar a realizar alguno de sus sueños a lo que ésta persona le contesto con miles de batallas alabando sus cualidades y peripecias. Pero cuando Lola le acercó el frasco, la persona se convirtió en humo y desapareció. 

Cansada de buscar regresó a su casa donde su almohada recogió todas las lágrimas que sus ojos no querían. La madre de Lola entró apenada por ver así a su hija y le preguntó qué le ocurría, a lo que Lola le contestó: "no encuentro a nadie que me ayude con mis sueños. Nunca voy a conseguir hacerlos realidad y voy a tener que cargar con ellos para siempre, y cada año que pasa, pesan más y más. ¿Qué hago mal mamá para no encontrar a nadie que me ayude? La búsqueda de hoy no ha servido para nada". La madre de Lola le recogió el pelo para poder verle sus preciosos ojos verdes y le dijo con toda la sinceridad que solo el alma le puede dar a unas palabras: "hija mía, no digas eso. Hoy ha sido un día muy valioso para ti, pues has aprendido que no hay que agarrar los sueños con demasiada fuerza porque se pueden romper y convertirse en polvo, entonces dejará de ser un sueño y vivirás aferrada al viento. Has aprendido que debes creer en los sueños y no soltarlos porque los sueños mejoran nuestras vidas, pero si se rompen dejan un vacío enorme en nuestro corazón. También has aprendido que hay que ser decidido y actuar, porque los sueños son un bien muy preciado y siempre habrá alguien dispuesto a robarlos. Y por último pero no menos importante, has aprendido que los sueños deben ser reales, y no una ilusión que te dé una falsa sensación de estar completa"

Esa noche, Lola durmió abrazada a su frasco y con la firme intención de seguir buscando quién le ayude a cumplir sus sueños. 

miércoles, 1 de julio de 2020

Preciosa despedida triste

Con los ojos clavados en tu infinito, atesoro aquel momento con un poso amargo. No quiero pestañear para no perderme el universo verde que tus ojos muestran. Solo el viento se interpuso entre los dos.

La piel se hizo ventosa y no quiso desprenderse de la felicidad. Siendo fuerte en el momento más cobarde, volví a abrazar sin guardarme nada y quise no llorar, aunque no lo conseguí.

La distancia se hizo más grande, lo mismo que el dolor. Una despedida de película que nunca imaginas que dolerá tanto. Súplicas sin palabras, peticiones de lucha, palabras tristes de apoyo. Y sigo sin poder soltar tu mano. 

Nunca olvidaré el aroma de tu pureza, de tu bondad. Nunca me desharé del sabor de tu amor incondicional. Mis pies son columnas que me anclan a tu corazón. 

Mis dedos resbalan sobre los tuyos y sé que será la última vez que te vuelva a acariciar. Me despido de una parte de mí sin pronunciar palabras que no saben expresar sentimientos. Me alejo empujado por el deber y me arrastro por la sombra de la desesperación. Una chispa en medio de la más absoluta oscuridad. Un destello de amor en un paraje de conformismo. 

Y sin poder querernos más, nos decimos un adiós sin retorno. Y sin poder sufrir más, empezamos a dejarnos llevar por la corriente sin compasión del destino. Pero hay fuegos que nunca se apagan y caminos que siempre se cruzan. Muere todo menos la esperanza, porque sin ella nunca volveré a ser libre.