martes, 12 de octubre de 2021

Mirada sincera

 Miró al cielo en busca de un alivio, una sincera respuesta, una profunda señal. Solo encontró un momento de paz tan corto que pronto se diluyó como un azucarillo en el torrente indómito que era su pensamiento. 

Las horas en vela colgaban de las paredes de su dormitorio sin nada en el universo que lo pudiese evitar. Lento es el paso del tiempo en la noche sin retorno. 

Arañó pensamientos baldíos de realidad, ausentes de sentimientos alegres, tristes sin consolación aparente. Una vez más pasó un calvario. Un día menos en su vida en el que vivió en las antípodas de la felicidad. 

Decidió resolver aquella situación. Se sentó alejado del mundo y se sinceró consigo mismo. Olvidando ambages indolentes, caminos largos sin salida, excusas de bazar y vomitó realidades que dolían desde hacía mucho tiempo. Era hora de cambiar. Llegó el momento de avanzar y asumir que, a veces, el dolor purifica, la risa esconde y las lágrimas curan. 



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