lunes, 19 de julio de 2021

Atracción

 No era solo una mirada, ni un olor, ni un tacto, ni un cuerpo. Era algo más que conectaba los sentidos como si de un interruptor se tratase. 

Sentir que el alma se quiere adelantar al cuerpo. Que el fuego comenzó a avanzar desde muy dentro y solo puede acabar de una manera. 

Saliendo por la puerta de la locura, escondidos a la luz de otras miradas, cantamos las canciones que retumban en el infierno. Seguidos por el ritmo de golpes secos mojados con sudor. 

Por fin todo tiene el sentido perdido. Al fin hicimos lo que los dos quisimos. Cansados por una buena causa, solo un cruce de miradas nos separan de regresar al éxtasis. Que bello es saber que todo acabará para comenzar de nuevo. 



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