- Hola, ¿quién eres?
- Soy un mundo nuevo que se abre ante ti.
- ¿Por qué tienes una apariencia tan amenazante? Me das miedo.
- No es mi apariencia lo que te da miedo. Son tus miedos lo que me dan una apariencia que te causa temor.
- ¿Y qué debo hacer si no puedo evitar tener miedo?
- Debes empezar a ver con los ojos del alma. Mirar en tu interior qué es lo que realmente quieres, lo que de verdad necesitas para seguir andando tu camino. Y olvídate de todo lo que te rodea porque solo está ahí para distraerte. Olvídate de los recuerdos, deshazte de las palabras bueno o malo y solo quédate con la esencia del sentimiento. Con la incertidumbre del deseo. Sólo así podrás dar un paso que puede ser erróneo, pero nunca irá acompañado del arrepentimiento.
Y comenzó a caminar.
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