sábado, 12 de junio de 2021

Enemigos íntimos

 Dos enemigos se encontraron frente a frente. Sin perdón ni tregua comenzaron a odiarse, a martirizarse. Escondidos entre capas de armaduras se acercaron, se estudiaron, apenas hablaron. 

Dos enemigos sacuden el polvo de la incoherencia y atacan sin piedad ni compasión. Intentan herir en lo más profundo, donde no haya vuelta atrás. 

Dos enemigos hincan las rodillas en el suelo agotados, no pueden respirar. Duro ha sido el combate y las fuerzas han desistido. Se miran a los ojos intentando ver más allá del odio. Y allí se encuentran con su mitad, con su deseo, con su amor. Son dos enemigos íntimos que se conocen a la perfección. Dos amantes que piden perdón y se  despojan de su armadura para volver al principio del amor, al inicio de la pasión. 

Qué difícil es aceptar las heridas que provocamos. Qué fácil es pintar nuestro rostro con pintura de guerra. Qué calor tan agradable cuando se habla con el corazón y las únicas heridas son las que se producen de amarse tanto. 



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