miércoles, 7 de abril de 2021

El bosque sin bruja

 En lo más profundo del bosque, allí donde la luz del sol apenas podía llegar, vivía una bruja con terribles poderes mágicos. Todos eran conocedores de su existencia y nadie osaba pasar por las inmediaciones de aquel bosque. 

Una mañana de primavera que invitaba a pasear, una niña de un pueblo cercano cogió a su perro y decidió darse un paseo para disfrutar del paisaje tan increíble que la naturaleza le regalaba. 

Con los sentidos excitados por tanta belleza, la niña perdió de vista a su perro durante un minuto. No se dio cuenta de que se estaba acercando peligrosamente al bosque prohibido y, cuando quiso reaccionar, el perro salió corriendo hacia su interior. La niña solo supo gritar su nombre y llorar. 

Desesperada y sin saber qué hacer, decidió ir en busca de su perro y, con apenas un hilo de voz, comenzó a llamarlo. Sentía como si cada paso la adentrase más en el infierno. Se imaginaba oscuridad, árboles secos, terribles monstruos... Pero el bosque era cada vez más hermoso y lleno de vida.  No podía dejar de temblar de miedo y siguió buscando. 

De pronto, vio una casa al fondo. Quedó fascinada por su belleza. En la entrada de la puerta, una anciana acariciaba su perro que se había tumbado para que le acariciasen la barriga. La niña se acercó con sigilo y saludó temerosa. 

- Buenos días linda niña. ¿Es tuyo el perro? - dijo la anciana con voz dulce. Tenía el pelo totalmente blanco y sus ojos presentaban una vitalidad que su cuerpo parecía haber perdido. 

- Sí señora, se me ha escapado antes y he venido por él. Disculpe las molestias.

- No es molestia guapa - la niña se empezó a preguntar si ella sería la bruja y habría adoptado esa apariencia de debilidad para que se confiase. Temía que no la dejase salir del bosque con algún conjuro mágico. Comenzó a temblar. - ¿Qué te pasa chiquilla? Estás pálida.

- ¿Es usted la bruja del bosque? - preguntó la niña sorprendida por su propia franqueza. La bruja comenzó a reírse a carcajadas.

- Sí mi pobre niña, yo soy la bruja del bosque. Pero mi único poder es la imaginación. No te preocupes linda, no te voy a hacer daño.

Y la anciana le contó que hace muchos años se quedó sola en el mundo. No tenía familia ni amigos y la gente del pueblo era mala con ella. Así que decidió hacer una casa en el bosque y vivir allí, apartada. Pero la gente curiosa del pueblo no hacía nada más que ir a molestarla así que cada tarde iba al pueblo a decirle a los niños que en el bosque vivía una bruja terrible con poderes increíbles y que jamás debían ir por allí. De pronto, la gente dejó de aparecer y ella pudo vivir en paz y armonía. 

La niña volvió a su casa feliz por tener un secreto y contenta por haber encontrado una amistad que duraría años. 

Moraleja: No seas víctima de los prejuicios ni esclavo de las mentiras. La verdadera libertad está en crear tus propias ideas y opiniones a raíz de tus vivencias. No adoptes miedos infundados que solo encadenarán tus opiniones. 



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