martes, 6 de abril de 2021

Locura sin maestro

Abrazado a la locura lo encontraron. Sin un lenguaje conocido y con un aroma distinto, intentaron calmarlo. Pero poco se pudo hacer. 

Encerrado en la alcoba de sus deseos lo dejaron durante horas. Pensaron que cambiaría, quizás que se relajaría, pero solo se quedó en fantasía. 

Desesperados y con las manos en sus cabezas, pidieron ayuda al médico, al cura y hasta al alcalde. Ninguno supo contestar, decidieron juntos rezar y ningún Dios contestó. 

Desesperados y angustiados no podían dejar de mirarlo. Un salto tras otro, una risa con armonía, una libertad casi nunca consentida. La palabra enfermedad surcó la mente de los que allí moraban. Y lo quisieron encerrar. 

Poco tiempo duró el eterno debate. La más anciana del lugar lo visitó junto con su mirada coherente. Nada extraño le ocurría, según su criterio, solo que el amor gobernaba su cautiverio. Lo llevaron junto a su amada y la locura desapareció. Abrazados infinito los dejaron y allí mismo se encerraron en lo que hoy llaman "amor"


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