Entrego mi alma en cada esquina en la que nos cruzamos en este enorme castillo, y siento el descortés rechazo de tu mirada que me hiere como mil espadas. Y por mi condición de Rey de la corte debo esconder tu nombre y llamarte simplemente "mangas verdes".
Te observo y desgrano cada uno de mis latidos y todos llevan tu nombre que debo ocultar por seguir guardando la imagen de una corona que no me representa. ¿No ves que rechazaría mis tierras por tener tu corazón? ¿Tan poco me aprecias que a pesar de estar envuelto en el lodo del deseo que me provocas aún así no consigo tu calor?
El amor solo tiene un lenguaje y nosotros hablamos idiomas distintos. Compuse una canción para ti y le pondré de título el nombre por el que debo ocultar tu identidad: "mangas verdes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario