jueves, 2 de septiembre de 2021

Mi mejor amigo

 La memoria le devolvió a mi mente los recuerdos de nefastas etapas donde estuve más cerca del lodo que del cielo. Sentí arrepentimiento por no haber hecho las cosas distintas con distinto resultado, pero ya no se puede cambiar. 

Lo que sí recuerdo con total claridad es la mano amiga tan firme que me quiso levantar. El hombro fuerte como un pilar donde derramar mis lágrimas. El sabor dulce que deja una tarde de risas tras un maremágnum de sentimientos destrozados.

Qué agradable es recordar a esa persona incondicional que se convierte en tu hermano de distintos padres. Esa a la que consideras una parte de ti porque tú eres una parte de él. Al hablar es como si hablases con la parte más sabia de tu conciencia y sin duda estarás ahí cuando te necesite sin importar hora o día. 

Deposité en ti mi más profundos miedos, mis escondidos anhelos. Te convertí en un cofre de mis sentimientos únicos y sé que nunca me vas a traicionar. Pues somos dos estrellas únicas en un vacío infinito que con solo mirarnos sabemos cómo nos encontrarnos. A veces las palabras estorban en nuestras conversaciones. 

Hecho de menos tus abrazos pues siempre son reparadores y, por mucho tiempo que pase sin vernos, sé que siempre será como si no te hubiese ido.



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