Abrió las ventanas, la luz del sol le quema. Aire limpio que renueva como un huracán lo que un día pareció inamovible, indestructible. En la adolescencia del perdón, supo perdonarse a sí mismo. En la tortura de un amor, siempre se olvidan los propios errores.
Siente que puede respirar. La presión del pecho cesa. Antiguo sufrimiento que se va, gracias por tus profundas enseñanzas.
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