Risas despreocupadas que nada hacían presagiar un futuro sin complejos que llegó demasiado pronto. Ahora las atesoro como un manto en el que esconderme de una realidad que necesito olvidar.
¿Cómo se asimila que no vas a estar más cuando siempre has estado? ¿Cómo no participar en un juego que tanto me ha afectado? ¿Cómo has sido capaz de volar allí donde no llegamos?
Una bondad a veces malinterpretada. Tu fina piel ocultaba una sensibilidad tan poco apreciada. Ahora que te recuerdo unas lágrimas visten mi cara.
Mil veces hablaste del pasado que pudo ser, en el que tu padre formaba parte de tu vida. Ahora solo espero que lo que no te pudo ayudar en vida, lo haga tras tu muerte. Descansa en paz buen amigo.
Puff. Sin palabras.
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