Grabo tu imagen en lo más profundo de mis recuerdos. Tu sonrisa y caricias me acompañan en cada metro. No concibo una vida sin adorarte. No sabes lo que duele necesitarte y no poder acariciarte.
Le exijo al olvido un trabajo que no puede. Miro mi mano y no entiendo que la tuya esté ausente. Unas lágrimas inmaduras aceleran mi corazón. Pensé que el tiempo era una sabia medicina pero me cuenta que no.
Un minuto tras otro y solo miro el reloj. Quiero escuchar tu sonrisa y tu llanto y sentirme de nuevo yo. He depositado mis anhelos y fantasías en tu diminuto cuerpo. Solo si es contigo soy capaz de cantar a la felicidad.
A veces no puedo, nunca quiero. Pero seré un fiel retrato de lo que te mereces. Vuelvo a guardar mis caricias, te están esperando, juntos con mis besos que se están deseperando.
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