jueves, 27 de febrero de 2020

Deseo

Una llama empezó a quemarme por dentro.  Esas curvas infernales que dibujaban tu cuerpo, acompañadas de tu mirada declarándome la guerra hicieron que el deseo tomara las riendas de mi cuerpo.

Con el nerviosismo típico del instinto más primario, arranqué tu camiseta y desnudé tu pecho perfecto, notando como una poderosa erección se abría paso entre mis piernas. Los besé y mordí mientras tu respiración se aceleraba. 

Desnudé tu cuerpo y no pude controlar mi pasión.  Me abrí paso entre tus piernas y empecé a explorar tu monte de Venus mientras tus manos acariciaban mi nuca. Mi lengua apuñaló tu clitoris y tu cuerpo no paraba de convulsionar. Me cambiaste el nombre por los primeros insultos.

Te besé con la intensidad del que siente que es el último beso.  Mientras mi miembro se abrió paso en tu cuerpo y empujé con toda el alma.  Una sensación cálida y apretada me envolvió y nuestros gemidos se hicieron uno.  Explosiones de placer arañaban mi espalda provocando que mi cadera quisiera destrozar tu cuerpo. 

Tus labios rozan mi Sexo con el vicio dibujado en tus ojos. Me rindo a tus encantos y mi explosión agarrota mis dedos, destroza mis sentidos y me deja sin fuerzas. Te abrazo y me duermo con la sensación de no necesitar más. 


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