jueves, 13 de febrero de 2020

Imaginé

Imaginé que llegabas a mi vida curando mi ceguera y cuestionando mis certezas.  Convirtiéndote en la realidad de un adolescente romántico.   
Imaginé que tu pelo color fuego servía de telón al mayor espectáculo que jamás había presenciado, tu cuerpo.
Imaginé que tus ojos guardaban un universo infinito de bondad y empatía.  Donde la verdad más cruel reinaba sobre la tiranía de la dulce mentira.
Imaginé que eras el lugar más seguro del mundo.  Donde tus abrazos no dejarían que pasase ningún tipo de dolor. 
Imaginé que te admiraba por luchar sin armaduras una guerra que nadie gana y tu ibas venciendo.  Todo un referente que se debía enseñar en las escuelas.
Imaginé que éramos asesinos del silencio apuñalándolo con nuestros besos sin piedad.
Imaginé que tu cuerpo y el mio bailaban al son de nuestras caderas, alimentados de nuestro sudor y cantando la salvaje canción de los gemidos.
Imaginé que sin ti mi camino se borraba y no tendría sendero bajo mis pies.  Perdido en el mundo,  solo tu ojos me harían seguir.
Imaginé que tu piel  lloraba porque se congelada sin el abrigo de mis caricias.
Imaginé que te odiaba con todas mis fuerzas porque nunca he necesitado tanto a nadie en mi vida.
Imaginé que no sabía que era un puzzle de dos piezas y que me faltabas tu, solo tu.
Imaginé que nos inventábamos un lenguaje que sólo nosotros entenderíamos,  aunque sin palabras nos entendemos mejor.
Imaginé que imaginaba una vida contigo y solo pude brindar con lágrimas de felicidad.
Imaginé que mi cuerpo entraba en tu cuerpo y nos volvíamos un solo ser incapaz de separamos, pero capaces de mover planetas.
Imaginé que no puedo vivir sin ti....
Hoy, dejo de imaginar para hacerte realidad.

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