miércoles, 26 de febrero de 2020

Incondicionalmente

A ti, que te mostré cada uno de los rincones del trastero de mi alma, que te entrego mi corazón en un cofre de lágrimas infinitas, que rindo mis defensas a la voluntad de tus deseos... A ti te digo que te amo.

Tiemblo cada vez que otros labios usurpan mi trono.  Cada vez que otros dedos envenenan tu piel, cada vez que tu aliento agitado no envuelve mis oídos con su olor a canela. 

La locura se sincera con mis sentidos y desfigura mi memoria.  Y ahora solo me quiero sentar y llorar.

Pero nada puedo hacer ante la razón de tus palabras y solo me queda esperar que me ames como yo lo hago.  Aguardo obediente a que descubras en mi lo que yo ya vi en ti. 

Sigue escarbando, porque no me vas a acabar con mi vida, porque mi vida eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario