martes, 23 de febrero de 2021

La venganza de la guerra

Había una vez una guerra sin sentido entre dos egos primitivos que se arrojaban vidas inocentes. Mientras, el hambre y la desesperación se instalaba en cada uno de los hogares robando las almas de los más débiles.

La guerra acabó, y como en todas, no hubo vencedores. Solo profundas heridas que el tiempo no curará y creará ancianos con labios sellados sobre un oscuro pasado que jamás olvidarán. 

Nuevas generaciones reconstruyen lo que nunca vivieron. Sobreprotegidos ante el infierno crearon banderas interesadas sobre una idea equivocada y su discurso se inundó de odio. Rastreros insultos vacíos de algo tan infame que perdió su significado cuando  humanizaron el infierno. 

Viejos errores de rostro olvidado regresan para continuar por donde lo dejaron. Jóvenes sin conocimientos no temen al miedo y la rueda sigue girando. Cambian abrazos por insultos, ayuda por desprecio, el diálogo por silencio. 

Volvemos a un punto de partida, a la historia repetida, a un error que nos define como el ser vivo más infame. Como a un títere sin memoria, a unos estúpidos que creen en la mentira a pesar de conocer el principio y el final de un cuento que entre muertos se enterrará. 

Volvemos a la guerra construyendo el infierno que nuestros abuelos quisieron olvidar. 


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