jueves, 4 de febrero de 2021

Adela, no mueras

 Adela, siempre risueña, con pelo dibujando trenzas, no paraba de jugar y jugar. Sus labios, siempre entonando una alegre carcajada y su cuerpo inquieto siempre imaginando que volaba.

Adela, siempre prestando ayuda a todo aquel que creía necesitado. Entregando su alma y sus manos con un corazón desinteresado. Haciendo honor al sinónimo "ángel".

Un día oscuro y desarmado, Adela dejó de ser Adela. Corría bajo la lluvia con la ropa desgarrada y su alma hecha jirones. Se escondió entre el miedo y el cabreo, entre lo incierto y lo oscuro. Sembró preocupación en corazones cercanos. 

No tardaron en descubrir que un ser vacío de alma y exento de corazón, le había arrebatado su infancia, su cordura y su bondad abusando cruelmente de su cuerpo. 

Adela ya no sonríe con el alma en los labios. Adela se ha olvidado de propios y extraños. Adela encerró sus juegos en el cajón de sus olvidos. A Adela se le escapó el alma entre lágrimas de sangre que se abrían paso entre sus piernas. Adela no volverá a ser Adela y su agresor sólo cumplirá una pequeña condena. 



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