jueves, 25 de febrero de 2021

Encontrando la lucha

 No te lamentes por mí, ángel entrañable, que mi destino tatué en la piel y sin entresijos de color a miel, guardo el amargo sabor a sangre que la lucha me ha regalado.

Estoy vencido y sigo siendo golpeado. Pero mientras siga escuchando unos latidos en la caja de resonancia que es mi pecho, seguiré intentando avanzar. Un pequeño paso más, pero siempre hacia delante. Siempre constante. 

Me entretengo mirando flores que me hablan de su lucha contra los elementos. Yo las comprendo y me empapo de su ejemplo. Ya no miro lo dura que será la caída, solo pienso en volver a plantar mis pies en el suelo lo más rápido posible. 

Atento al universo, vuelve a decir algo. La triste balada que se agolpaba en mi cabeza ha cambiado. Ritmo de tambor y energía positiva. Quizás haya perdido el norte, quizás estoy donde debería.



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