jueves, 4 de marzo de 2021

Cuando menos lo buscas

 Había una vez un sentimiento único que vagaba en busca de una hondura donde poder anidar y fabricarse un hogar. 

Encontró una en la que se acopló sin problemas, quizás sin demasiados problemas. Sentía mucho espacio a su alrededor y le provocaba  una enorme sensación de inseguridad. Sin un rincón en el que acurrucarse salió para volver a buscar deseando encontrar.

Encontró otra hondura mucho más pequeña que la anterior. Sin pensar ni medir, intentó entrar con la firme intención de convertirla en su hogar. Pero apenas había metido la mitad de su ser cuando ya estaba todo lleno. Entristecido por tener que desechar otro deseo, salió de allí triste pero sin intención de rendirse.

Cansado tanto física como mentalmente de un día tan infructuoso, se sentó en una roca decidido a abandonar para otro día más afortunado su búsqueda. Pero no midió bien su equilibrio y se cayó hacia atrás entrando en una hendidura totalmente oculta a la vista. Después de superar el sobresalto inicial, se dió cuenta que estaba muy agusto allí. Encajaba perfectamente, sentía la libertad suficiente como para poder moverse y estaba resguardado lo justo como para no sentir inseguridad. Decidió convertir aquella hondura en su hogar y crió unas raíces tan profundas que jamás se secaron. 

Moraleja: no por mucho buscar, vas a encontrar. Hay veces en que la vida te regala tu sitio en la vida, cuando menos lo buscas. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario