domingo, 17 de mayo de 2020

Confianza herida

Escucho un susurro lejano, casi imperceptible. Como un cruel asesino del silencio que lo hace agonizar. Siento una suave presencia, oculta a mis ojos se abraza a la oscuridad observando sin ser observada.

El miedo se presenta como un incómodo compañero. Se acomoda en mis sentidos y es un mal consejero. Acelero mi corazón con mis nervios en alerta. Eterno instinto de protección que pliega mis banderas.

Acomodado en la silueta, preparo mis músculos para la explosión. Rápido como una fría despedida, un solo chasquido iniciará la tormenta. 

Pero nada ocurre, nada sucede. Curiosidad que avanza entre mis costumbres. Mis ojos aceptan la ausencia de luz y claro como un cielo despejado, pude ver su contorno. 

Aletea como aturdida, sin saber dónde está. Instinto de protección que aumenta su tamaño. Con precaución me acerco y lo cojo entre mis brazos. Por fin veo su cara, bañada de insolentes lágrimas. Es la confianza en mí mismo que herida no podía volar. No te preocupes vieja amiga, yo te voy a curar. Quiero que vueles alto y olvides este momento que nunca debió pasar.

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