domingo, 31 de mayo de 2020

Óxido en la armadura

El viejo caballero no recordaba la primera vez que se colocó su impresionante armadura. Sólo sabía que confiaba en ella ciegamente, tantas veces le había salvado la vida, tantas batallas ganadas.

Pero los años pasaban rápido, quizás demasiado, y el viejo caballero se sentía cansado. La armadura empezaba a pesar cada vez más, sentía mucho calor con ella puesta y algunas heridas surgían por el roce en las articulaciones.

Escuchando el relajante fluir de un río a sus pies, se le presentó la oportunidad de un nuevo combate. En otra ocasión no lo hubiese dudado y ya estaría concentrado en la lucha... Pero en aquella ocasión no le apetecía y se quedó centrado en su relajación. Desde la distancia pudo ver como un joven caballero sí aceptó el combate. El brillo de esa nueva armadura le impresionó.

El viejo caballero miraba su armadura. ¿Cuando había perdido su brillo? ¿Y de dónde había salido el óxido? Una lágrima se escondió debajo de su casco. Una loca idea empezó a retumbar en su cabeza "¿Y si te quitas la armadura?". La negación más absoluta fue su primera contestación. Pero cada día aguantaba menos ese peso.

Una mañana, mientras dormía, una sensación de ahogo lo despertó. El aire no entraba en sus pulmones y la desesperación se adueñó de sus manos. Sin dudarlo, se quitó el casco, se quitó el peto, las hombreras, el espaldar... Una sensación de libertad inundó su alma. El aire puro y limpio llenaba sus pulmones y por primera vez en años se sintió vivo y en paz consigo mismo.

El viejo caballero se dio cuenta que ya no quería seguir siendo lo único que había sido toda su vida, un caballero. Ya no quería seguir luchando ni escondiendo sentimientos. Sintió en su interior todo el amor que había guardado y que necesitaba compartir. Aquella noche, un caballero se durmió y se despertó un hombre nuevo, sin nada que ocultase su corazón y con todo el amor del universo por compartir. Empezó una nueva vida con la felicidad como única armadura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario