El color blanco inunda mis ojos y anula mi imaginación. Una idea que no se plasma. Un lenguaje mudo que debe fluir.
Le pongo nombre a las palabras que vuelan por mi mente. Una tras otra le voy dando forma a un sentimiento que ha nacido en mi interior. No pienso, solo siento. Mi mano se mueve sin dueño.
Todo ha terminado y surge el miedo. He desangrado mis sentimientos en ese papel blanco. Me siento desnudo a los ojos de los que me leen.
Leo y releo. Conozco nuevos sentimientos que se ocultaban en algún rincón de mí. Frases que golpean mi realidad y apuñalan mis ojos para que los abra. Me sigo conociendo a mi mismo.
Palabras que bañan mis oídos de dulzura. Indiferencia que no hiere. El miedo al ridículo desaparece y me abrigo con el alivio. Gracias a todos por ser parte de mi mundo. Gracias especialmente a ti por ser parte de mis sentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario