Me diste la vida con un sacrificio y dedicación nunca reconocido ni valorado. Fuiste mi sujeción cuando no podía andar y mi bote salvavidas cuando el mundo bailaba a mi alrededor.
Nunca me faltó tu mano cuando me hice explorador del nuevo mundo y tu hombro siempre estaba preparado para descargar mis malos momentos.
Trabajadora como nadie, luchaste contra todo y todos para que no me faltase de nada cuando no había de nada.
Y ahora veo como los años van venciendo año tras año a tu cuerpo. Tiemblo cuando imagino tu ausencia ya que eres el único pilar fijo e inamovible que me ha acompañado desde mi primer día. El primer rostro que vi, a la primera persona que sonreí.
Maldigo al tiempo por pasar tan rápido. Mi deseo al genio de la lámpara sería tenerte toda la vida a mi lado. Qué injustos somos los hijos, que egoístas ante tanta devoción, cuanto dolor tragado y cuanta sonrisa incondicional.
Te doy las gracias por ser como eres y por como me has enseñado ser. Te quiero mamá.
Te doy las gracias por ser como eres y por como me has enseñado ser. Te quiero mamá.
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