miércoles, 4 de marzo de 2020

Mi hijo

Echo de menos la tiranía de tu cuerpo menudo que sólo me pide que te abrace más y más.

Echo de menos la saliva que cae en cascada de tu boca dejando el rastro de un caracol en mi cara y mi ropa.  Malditos dientes.

Echo de menos tus ojos de sorpresa, abiertos como lunas,  cuando aparezco sin previo aviso.

Echo de menos tu sonrisa inocente pero aliñada con picardía que me muestra tu felicidad y yo me quiero morir.

Echo de menos tu dialecto desconocido que es una bella sinfonía para mis oídos. Nunca tan pocas palabras me habían enternecido tanto.

Echo de menos tus andares borrachos y tus movimientos torpes.  Me destrozan y agotan, pero ya no puedo estar sin ellos.

Echo de menos aspirar tu olor a bebé, la suavidad de tu piel y los bocados que tus mofletes me exigen.

Echo de menos ver como me aprisionas con tu sueño entre mis brazos y se que durante unas pocas horas voy a ser el hombre más feliz.

Te echo de menos hijo mio.





No hay comentarios:

Publicar un comentario