sábado, 4 de julio de 2020

Explosión necesaria

Y por fin vino la explosión que lo destrozó todo. Sacudida sin control que sin sentido arrasó y solo quedan cenizas. Siniestro baile agresivo que tanto necesitaba y que sin querer evitarlo destroza armonías. Grito al infinito que tanto me juzga, como un león lo espero sin permiso del tiempo.

Y ahora solo quedan escombros de lo que fue un dolor profundo. Con una pincelada de arrepentimiento recojo mis destrozos y sé que nadie tiene culpa. Soy yo el que ha buscado un paraíso donde reventar, soy yo el que no ha podido más y ha encontrado en la cobardía un excusa en la que no poder más. 

Me adueño de lo bueno que por fin encuentro, ojos sin venda que se inundan de emoción, por fin han dejado de sentirse contaminados. Tímida sonrisa que no oculta la virtud de la pureza de ese momento. Soy yo en estado puro, necesitaba ser yo.

Pero la tormenta siempre es una amenaza que en el horizonte acecha, que pone en jaque mis débiles defensas. La felicidad es una droga de efímeros resultados y en mi mano encuentro la llave de mi universo. La decisión no la he tomado, pero no puedo más. Te quiero a mi lado y por fin volverte a abrazar.



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