viernes, 3 de julio de 2020

Mi muro contra mi pared

Quizás subí demasiado deprisa, quizás solo fui un inconsciente que necesitaba equivocarse. Miro el muro al que me dirijo y la velocidad me alienta. No quiero tus consejos pues necesito que el dolor te dé la razón. Que tus palabras no se conviertan en el colchón que me impida vivir lo malo de mi vida. 

Cierro los ojos, sé que está cerca. Siento el frío tacto del dolor que hiela mis venas. Preparado para la condena, no voy a dudar en cumplirla, pues son mis pasos los que he dado y el honor es mi testigo. 

El miedo ha venido para quedarse entre toda esta soledad. Agarra mi mano y es la única compañía que me queda. Preguntas que se clavan como agujas. Respuestas retorcidas en un idioma que no comprendo. Y cada día vuelvo a olvidar que tenía que empezar.

Arrastra mi cuerpo pues mi alma se queda. Ya no me importa la tormenta que vuelve a llegar, ya no hay nada más que me pueda robar. Me quedo con la esencia de lo único y auténtico y en mi poema el poso de lo verdadero.

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