lunes, 21 de septiembre de 2020

El cometa y la lágrima

 Una luz intensa surcaba el cielo sobre la constelación de Orión. Un lágrima la acompañó en su recorrido sintiendo la belleza de su lucha ante toda la oscuridad que la rodeaba.  Y sin pensarlo dos veces preguntó:

- Luz que surcas el cielo luchando por brillar contra ese universo oscuro que te quiere apagar. ¿Cómo puedo hacer para ser como tú? Incansable, valiente y admirado por todos los que alguna vez te han visto pasar.

- Querida amiga. Soy yo la que quiere ser como tú. Yo atravieso el cielo en unos segundos malditos. Siento los ojos que me miran y las emociones que despierto. Algún deseo escucho entre mis costuras. Pero estoy vacía de sentimientos. 

- No te entiendo.

-  Mi vida es un acto infinito de lucha contra la oscuridad que oprime mi luz. Tú eres la forma de expresión de un sentimiento. Eres el regalo más profundo que alguien puede hacer. Yo necesito la oscuridad para ser admirada, tú solo necesitas nacer para ser amada.  Alegría o tristeza, ¿Qué más da? La frágil superficie de tu cuerpo guarda en su interior  un fuerte universo.

Las vidas de la intensa luz y de la lágrima fueron fugaces, pero las dos sintieron el enorme respeto que ambas se tenían. Entendieron que siempre admiramos la esencia especial que vemos en los demás, pero pocas veces somos consciente de todo lo bueno que podemos generar en almas ajenas



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