Nunca creí que perdería la coherencia en ese segundo tan supremo. Ni en las mejores de mis pesadillas entregaba tanto de mí sin pedir nada a cambio.
Tu mirada vacía de maldad me muestra un mundo de tesoros ocultos que solo tus ojos encuentran. Aprendo de tus descubrimientos y cada segundo a tu lado es un universo en el que solo existimos tú y yo.
Bendigo cada año que me queda a tu lado. Encuentras el sentido de mi tempestad y solo un abrazo que busca consuelo me hace volar.
Inicio la marcha por el desierto y sólo tu sacias mi sed. Apenas tengo nada que te pueda entregar, solo mi vida repleta de amor incondicional que nunca te va a faltar.
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