sábado, 5 de septiembre de 2020

Y al final

 El miedo pasó de puntillas dejando tras de sí una estela de escalofríos imposibles de obviar. Lentamente la vida fue cambiando de rumbo, rápidamente la meta se acerca y el camino se termina. 

Cuando crees que ya no puedes más, un nuevo estímulo hace que vuelvan las fuerzas. Adrenalina en dosis cada vez más grandes hacen que sepas que puedes más, que quieres más. 

El sabor de un beso que te encanta. El límite inexistente de una caricia. Una dulce canción que no para de sonar en tu cabeza y que habla sobre ti. Todo esto te devuelve a la locura que se había marchitado y que ahora sonríe por fin.

Felicidades por haber muerto. Sé que era lo que necesitabas. Siento no estar triste, pero siempre quise que fueses feliz. Claro que te echaré de menos, eso no puede evitarse. Pero mi vida continúa aunque a partir de ahora sea sin ti. 

Mira el viento como se levanta, preludio de una fuerte tempestad. Sin embargo yo pienso en la calma que volverá y todo será un calco del sueño que he estado dibujando. No tengo miedo por mi, siempre he sufrido por ti.



No hay comentarios:

Publicar un comentario