sábado, 21 de noviembre de 2020

Adiós viejo amigo

 Me gustaba sentir tu roce en mi nuca, tan plácido, tan auténtico. El viento jugaba con nosotros y le gustaba darte formas imposibles, de lejanos matices. 

El agua se escurría por tu superficie dejando que cayese sobre mi piel. Los tres nos juntábamos en un abrazo cálido, de esos que no quieres que acaben. 

Me encantaba como me abrigabas en invierno. Adoraba cómo te sacrificabas en verano. Siempre a mi lado, a veces no te valoraba lo suficiente hasta que te empezaste a ir. 

Y ahora que no estás, te echo tanto de menos. Tu ausencia me define y me marca. El frío es más frío sin tí. El sol calienta más cuando no estás. 

Y ahora solo me queda recordar, en viejas fotos de otra vida, como adornabas mi cabeza. Y ahora que te has ido para no volver, quiero que sepas de una vez, que te quiero pelo mío.



No hay comentarios:

Publicar un comentario