miércoles, 11 de noviembre de 2020

Luchando con sus demonios

Mil veces luchó contra sus demonios, otras tantas perdió. Conocía de memoria los manuales de teoría del deber; pero otra vez los había olvidado. 

Se prometió que ningún cielo en la tierra le volvería a engañar, derritiendo deseos en la hogueras de la realidad. Rompiendo su corazón contra la impenetrable verdad.

Severa armadura que protege contra el más vil de los ataques. Pero su mayor enemigo se escondía detrás de sus ojos. Avergonzado y acorralado solo quiso dormir. 

Mil veces luchó contra sus demonios; jamás se pudo abrigar con las suaves sábanas de la cordura. Se le vio llorar de impotencia, se le vio rendido a la evidencia. Adiós viejo amigo con envidiable talento pero totalmente condenado. Bienvenida nueva leyenda.


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