Vivir con miedo es sufrir por cada segundo que pasa desde que acaba un abrazo hasta que empieza el siguiente. Sentir que mi cuerpo se convierte en huérfano sin el tuyo y no sé cómo explicarle por qué te necesita.
Vivir con miedo es no poder bañarme en la fuente de tu energía que cada día ilumina los rincones más oscuros de mi desesperación.
Vivir con miedo es no ver tus ojos de profundo infinito y sentir el goteo inagotable de segundos hasta que los vuelva a ver
Vivir con miedo es vivir sin ti.
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