sábado, 21 de noviembre de 2020

Locura sin maestro

Había una vez un sueño sin dueño. Un letargo sin descanso. Un miedo alegre. 


Las nubes miraban al cielo. Los susurros eran duraderos. Las oraciones carecían de dios. 


Mis caricias no tenían acompañante. La soledad era un bien preciado. El sexo adormecía. 


El hambre no mataba. El alcohol no abrumaba. El rencor no cabreaba.


En mi mundo ideal, los deseos se volvieron del revés. Te necesito en este instante para que la locura siga reinando 



No hay comentarios:

Publicar un comentario