domingo, 1 de noviembre de 2020

Mi deseo

 Entro en aquella casa y las paredes no dejan de hablar de ti. Quizás haya sido demasiado fuerte tu esencia, quizás te vestiste con mi piel. 

Escarbando en el vacío de tus besos, encuentro la magia de lo eterno. Un eco que se repite en mi memoria. Un sentimiento simplificado en palabras que repito solo una y otra vez.

Acaricio las sábanas que sirvieron de envoltorio. Tu aroma ha impregnado mi tacto. Gasto mis tres deseos en pedir volverte a ver. Un segundo ya me parece demasiado. La Luna me devuelve los aullidos recordándome que soy dueño de mi destino. Y vuelvo a sonreír. 

La puerta se abre, mi corazón late...




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