jueves, 31 de diciembre de 2020

Faro

 De tu sonrisa nació un "te quiero" que inundó mi boca, no pudiendo albergar todo lo que mi corazón sentía.

De tus manos brotaron caricias que inundaron de bondad mi piel curando las heridas que a simple vista no se ven. 

De tus labios afloró un universo con matices divinos que envuelve y deshace mis peores miedos.

De tu alma procede un sol que alumbra mis sentidos, calienta mis entresijos y siento que no merezco recibir más. 

Y yo solo puedo agradecer haber seguido en mi camino pues en él ha sido donde te he vuelto a encontrar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario