sábado, 19 de diciembre de 2020

La gota

 Se levantó con el frío en el cuerpo, pero con el corazón ardiendo. Miró por la ventana, aún era de noche, y vio una gota de la intensa lluvia recorrer el cristal. Dibujando un camino sin sentido, sin retorno. Olvidó la fuente de su alegría, el pozo de su desgracia. Solo estaba ese instante, esa gota y él.

Lamentó el breve instante que estarían juntos, de lo efímero del camino, de lo poco que iba durar la andadura de aquella gota por el cristal. 

- ¿Por qué en tu cara se dibuja la tristeza? - preguntó la gota 

- Porque disfruto viendo tu camino, contigo regresa el olvido de cosas que debo olvidar. Relajas mis sentidos y niño me vuelvo a encontrar. Pero tú vida será corta, serás un instante en la mía que pronto pasará.

- Sin embargo. Yo siento tristeza por ti. Observas como pasa la vida de los demás olvidando vivir la tuya. Tu vida será más longeva, pero no he dejado que la vulgaridad habitase ni un segundo en la mía. Y al llegar al duro y frío suelo, no habrá acabado todo, simplemente me convertiré en todo aquello para lo que estoy destinado ser. Y tú ¿Te has parado a pensar en lo efímera que es tu vida para aquel árbol milenario que te observa desde la colina?

Moraleja: vive








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