miércoles, 30 de diciembre de 2020

Sé feliz

Había una vez un joven con una dolencia tan única que apenas supieron ponerle nombre. No sabían ni como, ni cuando, ni por qué; lo único que tenían claro era que le quedaba apenas un mes de vida. Sintió como el mundo se derrumbó a sus pies. 

Quiso correr y aliviar su dolor en brazos de algún ser querido. Pero pronto pensó que sería un acto sumamente egoísta. Le quedaba tan solo un mes de vida y no quería que nadie estuviese un mes compadeciéndose de él. Así que tomó una valiente decisión, intentaría hacer a todo el mundo lo más feliz posible durante el tiempo que le quedaba sin contar nada de su enfermedad.

Día tras día, recibía a todo el mundo con una sonrisa. Intentó recuperar los abrazos que no había dado a sus seres más queridos. Escuchó cada palabra de dolor que volcaban sobre él. Sin darse cuenta, había mejorado la vida de los que le rodeaban, pero sobre todo la suya. "Qué pena que todo vaya a acabar tan pronto" pensó. 

Pero pasó un mes, mes y medio, dos y nada ocurría. Se sentía igual que cada día, pero el miedo empezó a apoderarse de sus actos. Cada minuto sentía que era el último. Cada segundo lo vivía en alerta. Pronto desapareció su sonrisa. Ya no le aprecia abrazar y dejó de escuchar los problemas ajenos.

Sin pensarlo dos veces, fue a la consulta de su médico para recibir explicaciones. Todo quedó en un error a la hora de leer unos resultados. Llegando a la conclusión de que su salud era perfectamente normal. 

Moraleja: el miedo es un egoísta que secuestrará tu vida encerrándola en una burbuja a la que nadie podrá acceder. Vive cada día como si fuese el último. Regala tu mejor esencia, te convertirás en mejor persona.



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