- Me han robado los sueños. Los tenía ahí guardados y alguien se los ha llevado. Los sueños de toda una vida...
- Pero eso es bueno. Tener un sueño durante mucho tiempo te contamina y frustra por no poderlo conseguir. Abre las ventanas y ventila tu habitación de los sueños. Cambia el enfoque y vuelve a empezar.
- ¿Qué te pasa, por qué no sonríes?
- Alguien ha venido y me ha dado malas noticias que me han arrancado la sonrisa de la cara.
- Eso nos pasa a todos. No siempre vamos a sonreír, pero pronto volverás a hacerlo y lo harás con el corazón porque has aprendido a valorar lo que cuesta una sonrisa.
- ¿Qué te pasa, por qué no estás alegre?
- La tristeza ha llamado a mi puerta y no sé cómo decirle que se vaya.
- No es bueno estar siempre con la tristeza o con la alegría. Debes juntar a las dos, que se lleven bien y así complementar tu vida. Será una buena consejera
- ¿Qué te pasa por qué estás solo?
- La soledad me ha rodeado y no veo a nadie.
- La soledad es caprichosa y puede ser un buen amigo o el peor enemigo. Si estás rodeado de gente el ruido no te dejará escuchar tus pensamientos. Quizás te ayude a conocerte a ti mismo y encontrar a la amistad que realmente necesitas.
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