sábado, 11 de abril de 2020

Y la cordura se escapó

La última vez que lo vi llevaba una sonrisa en la cara que adornaba con una canción. Era la definición pura de la felicidad.

Saltó aquel charco, escaló aquella roca y desde lo alto gritó todo lo fuerte que sus pulmones le permitieron. Desde allí saltó sobre el charco que antes había esquivado y se puso a bailar.

Nadie se atrevía a preguntarle qué le ocurría por si la locura habitaba en él. Pronto un coro de gente aplaudía su baile contagioso, y los pequeños bailaban a su alrededor.

Cansado y sin apenas aliento dió las gracias a todos por sus aplausos y siguió ese sendero. No lo hemos vuelto a ver. ¿Puedo preguntar quién es y qué le ocurre?

Se llama Cordura. Es sensato y nada soñador, estable y cauteloso rige nuestras vidas y toma las decisiones más difíciles para guiarnos.

¿Y qué le ha pasado?

Se ha enamorado...


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