martes, 21 de abril de 2020

Entregado a ti

 Robaste mi corazón en el mismo instante que te vi cruzar la puerta. No puse resistencia, hipnotizado por ese universo que encerraban tus ojos solo supe admirarte desde mi rincón.

Sentir que mi corazón rompía sus cadenas la primera vez que pronunciaste mi nombre, para luego oírlo crujir como un cristal cuando me hablaste de nuestra amistad.

No te podía querer más y tú solo me querías acunar como un hermano pequeño. Rendido a tus encantos no me podía imaginar haciendo lo que más necesitaba.

Te quería regalar la luna envuelta en un manto de mis lágrimas y tú solo te imaginabas volando en brazos de alguien que no te miraba.

En mi pedestal inalcanzable, veía volverte humana cada vez que le hablabas. Reprimir las ganas de abrirle los ojos y enseñarle que estaba delante de un ángel, hacerle ver tus preciosas alas.

Cada lágrima que llevaba su nombre caía sobre mi alma como una pesada losa y  no me dejaban dormir. Soñar que me mirabas como lo miras a él, iba a guardar  todo mi amor en tu corazón.

Mirar cómo lentamente te alejas de mi en otros brazos que solo quieren jugar contigo. Has preferido subastar tu cuerpo a entregarme tu corazón. Como el que siente que muere una parte de él, te digo adiós sabiendo que te harán sufrir.

Sé que volverás a mí lamiendo tus heridas. Pero ya no estaré ahí para calmar tu corazón. Aprendí a valorar mis sentimientos y gracias a ti, he encontrado mis valores.


No hay comentarios:

Publicar un comentario