martes, 18 de agosto de 2020

Anclado a tus ojos

Entre las sombras se movía la memoria de Marcos. Esquiva e irrespetuosa nunca estaba ahí cuando más la necesitaba y la desesperación brotaba como llamas en una gigantesca lumbre en la indignación de Marcos, pero no recordaba cómo cabrearse. 

Un día vio una película en la que el amor impregnaba las miradas de sus protagonistas. Marcos no recordaba lo que era el amor y salió a buscarlo. Miles de personas ante una misma pregunta y ninguna respuesta con certeza. Titubeos, contradicciones, palabras vacías usadas para no decir nada. Marcos pensó que no era el único que no sabía lo que era el amor. 

Marcos leyó en un anuncio la frase "sé libre" Así que salió a preguntar qué era la libertad. Unos dijeron que no trabajar, otros que tener dinero pero para eso hay que trabajar, hubo quien dijo que la libertad está en los pequeños detalles de la vida cotidiana. Marcos sintió que habia hablado de libertad a un grupo de reclusos que solo sueñan con ella. 

Durante un paseo, Marcos vio a un grupo de amigos reír y divertirse y quiso saber qué era la felicidad. Le preguntó al grupo de amigos y unos dijeron que no tener problemas, uno que sonreír mucho, otros ser positivos, algunos que saber mucho y otros que saber muy poco. Marcos sonrió y no sintió nada diferente. Reflexionando en un largo paseo, pensó que la felicidad es algo  que dura lo mismo que una estrella fugaz en el firmamento y que estamos más tiempo añorándola que disfrutándola.

Marcos dejó de recordar lo que era la amistad y llamó a los contactos de su agenda para preguntar si eran amigos. Muchos se alegraron de escucharlo y le hicieron promesas que nunca cumplirían. Otros olvidaron a Marcos justo en el momento en el que más ayuda necesitaba. Otros encontraron tiempo entre sus costuras para visitarle y darle un abrazo. Marcos supo que la amistad es una joya envuelta con muchas capas. Puedes rodearla con toda la gente que quieras, pero al final, lo más valioso es pequeño y no todos pueden formar parte de ella. 

La mujer de Marcos se acercó a él entre un mar de rostros y le preguntó "¿Sabes quién soy?" Marcos, asintió, la abrazó entre una cortina de lágrimas y la besó vaciando un dolor profundo. "Claro que sé quién eres. Nunca podré olvidar la parte de mí que vive en ti" En ese momento Marcos supo lo que era el amor, lo que era sentirse libre de poder amar incondicionalmente, se sintió feliz al rodearla entre sus brazos y reafirmó que su gran amor también era su mejor amiga. 

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