viernes, 16 de octubre de 2020

Amistad verdadera

El viento adivinó la tristeza que el árbol sentía, y sin mediar palabra agitó sus ramas para hacerle reír. Una dulce carcajada brotó de entre aquellas hojas y una sincera amistad surgió entre ellos. 


Aquel lugar de convirtió en el sitio favorito para el viento, pero debía viajar y visitar otros lugares. Año tras año se despedían con melancolía pero sabiendo que pronto se volverían a ver.


El viento le contaba todos los sitios que visitaba, le hablaba de auroras boreales, de desiertos y lagos, de acantilados y llanuras, de montañas y volcanes. Pero su lugar favorito seguía siendo al lado de aquel árbol.


Un día, tras un largo viaje, el viento no encontró al árbol. Nervioso y sin saber qué había pasado empezó a buscar sin encontrar. Triste y desolado, el viento se iba a marchar para no volver cuando vio un árbol muy chico cerca de donde debía estar su amigo. Se acercó y le preguntó

- Hola pequeño, estaba buscando un gran árbol que se erguía justo aquí 

- Era mi mamá. Me habló de tí y me dijo que volverías. Me habló de tu corazón y de lo grande que es.

-¿Y tu mamá dónde está?

- Murió. Tenía una enfermedad que la fue consumiendo poco a poco, año tras año pero me dijo que tú la hacías reír jugando entre sus ramas y que conseguía viajar contigo gracias a tu historias. Hiciste feliz a mi madre en sus últimos años y murió feliz. Me dijo que ahora podría ser libre para poder viajar contigo. 


El viento, conmovido por aquellas palabras volvió a visitar aquel lugar como siempre hacía. Y a aquel pequeño árbol le contaba las maravillosas historias que su madre y él vivían recorriendo el mundo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario